Una cena de gala cierra una alianza entre Obama y Hollande

Una cena de gala cierra una alianza entre Obama y Hollande
El anfitrión definió a Francia como “nuestro mejor amigo”. Gran agasajo en la Casa Blanca
“Barack” y “François” acaban de descubrir que pueden tenerse confianza y construir juntos un nuevo capítulo de la relación franco–estadounidense. Bajo un frío glacial en los jardines de la Casa Blanca y en una cómplice conferencia de prensa realizada ayer, el presidente François Hollande –en su primera visita de Estado a Estados Unidos de un mandatario francés en 20 años– y su par norteamericano, Barack Obama, dejaron en evidencia que han iniciado una historia de amor diplomática estratégica, con humor e intereses comunes, para sorpresa de los franceses.

Siria, una dura advertencia a Rusia sobre su injerencia en Damasco, Irán, las filtraciones del ex agente Edward Snowden, Mali y la colaboración en el combate contra el terrorismo fueron los temas que ambos presidentes debatieron.

“Juntos” fue la palabra más repetida a lo largo de la visita oficial. “Nosotros estamos juntos para combatir el terrorismo, juntos para responder a la amenaza de la proliferación de armas nucleares y químicas, juntos para resolver las crisis en Oriente Medio, juntos para encontrar una solución en Siria, juntos para el desarrollo de África, juntos, siempre juntos, para luchar contra el recalentamiento climático”, sintetizó Hollande.

Obama también resumió: “Una sociedad fuerte para Estados Unidos. Francia es el más viejo aliado y nuestro mejor amigo”, anunció. Una afirmación que inquietará a sus aliados británicos. Un largo camino desde la crisis franco–estadounidense por la guerra de Irak.

Estos fueron los principales temas que discutieron en el Salón Oval de la Casa Blanca, luego de la pomposa recepción en los jardines. Esplendorosa, con tapado rojo escarlata, Michelle Obama sonreía y se convertía en la atracción de la prensa francesa junto a Sunny y Bo, los perros de la familia Obama, que ignoraban el protocolo y corrían en los alrededores.

En la conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca, las preguntas sobre la vida privada, la separación de Hollande de Valérie Trierweiler y su affaire clandestino con una actriz –que hizo reír por semanas a los humoristas estadounidenses y convirtió a Hollande de desconocido en popular– estuvo ausente. Lo más íntimo que el presidente francés admitió fue: “Tengo cuatro hijos”. Su separación había forzado a la Casa Blanca a trabajar a marcha forzada para reemplazar las invitaciones, que incluían el nombre de su ex–compañera sentimental. La cálida recepción de los Obama alivió al mandatario francés.

Obama anunció que visitará Francia para asistir en junio al 70° aniversario del desembarco aliado en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. Un honor que compartirá con la reina Isabel y su esposo, el príncipe Felipe.

La visita de Estado fue una distinción a Francia después de que Obama abandonara la misión militar en Siria, a la que se había comprometido en el último minuto. Obama dijo que ni él ni Hollande creen que haya “una solución militar que permite resolver el problema” en Siria. Irán fue otra de las coincidencias. Hollande dijo que el freno del plan nuclear iraní será “el fruto de la cooperación entre los dos Estados”. El caso Snowden y las escuchas ilegales también fueron discutidos. “Nosotros queremos respetar la vida privada de los ciudadanos del mundo”, dijo Obama. “La confianza mutua fue restaurada”, concluyó Hollande.

La comida de gala que se desarrollaba anoche, al cierre de esta edición, no es lo más importante de la gira pero en ella estaba centralizada la curiosidad de franceses y estadounidenses. Con smoking riguroso y vestidos largos de fiesta, el gran interrogante era la mujer francesa que se sentaría a la derecha de Obama, como indica el riguroso protocolo local ahora que el presidente francés es soltero. Una difícil decisión para Natalie Jones, la jefa de protocolo de la Casa Blanca, que recibió a Hollande en la escalinata del avión.

¿Sería la recién condecorada Christine Lagarde, directora del FMI? ¿O Fleur Pellerin, la bella y elegante ministra de la Economía Digital? Una gran sorpresa y el interrogante de la noche. Otra evidencia: oficialmente se dio la vuelta de página al affaire Trierweiler, hoy de vacaciones en las islas Mauricio.

Los franceses recién despejarán al día siguiente el misterio de la visita de Estado de su presidente a Washington. Por la diferencia horaria, cuando se devele ellos estarán durmiendo.

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