El consumo de carne es uno de los más más bajos en las últimas dos décadas
Los cortes de carne vacuna registraron un aumento de 10% debido a una importante reducción de la oferta en el mercado de hacienda.
Los precios de las carnicerías aumentaron 10% a partir de este lunes, un incremento que estaba previsto para fines de febrero pero se adelantó luego de que los frigoríficos aumentaran un 7% por una caída de la hacienda en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG).
El precio de costo de una media res es de $6.000 el kilo, lo que lleva el kilo de asado a $12.000.
En este contexto, el consumo de carne tocó mínimos históricos y por primera vez en Argentina se comió más pollo. El año pasado el pollo desplazó a la vaca: hubo una demanda de 49,3 kilos por habitante promedio de productos avícolas, frente a los 48,5 kilos de alimentos bovinos.
Esta cifra representa el nivel más bajo de consumo de carne de vaca en los últimos 28 años, según las estadísticas de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
Cómo impacta el precio de la carne en la inflación
El Indec dará a conocer la semana que viene el índice de inflación de enero que todas las consultoras estiman que estará por debajo del mes anterior cuando marcó un 2,7% y confirmará una desaceleración. En cuanto al precio de la carne, podría tener impacto en el indice que se conocerá a mediados de marzo.
La carne es un producto con una alta ponderación en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es el indicador que se utiliza para medir la inflación. Esto significa que las variaciones en el precio de la carne tienen un impacto significativo en el cálculo de la inflación general.
El aumento en el precio de la carne vacuna impacta además en la reducción del consumo, tal como se verificó a lo largo de 2024 cuando creció el consumo de otras variedades.
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