Carta Abierta pide revisar medidas para reconquistar a la clase media

Carta Abierta pide revisar medidas para reconquistar a la clase media
Cuestionaron el método del cepo al dólar, la falta de actualización en Ganancias y el nuevo esquema de asignaciones familiares. Apuntan a recuperar votos no cautivos.

Por Angela Colombo.

De cara a un 2013 de elecciones, los intelectuales kirchneristas de Carta Abierta analizaron ayer el cacerolazo del 13 de septiembre con una autocrítica económica: señalaron que hubo medidas que irritaron, como las restricciones para el dólar o la falta de actualización del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. Todas decisiones que, según este espacio que marca la agenda del Gobierno, considera que habría que revisar para no perder a los votantes de clase media.

En un debate de más de tres horas incluso propusieron otras medidas “en compensación”: restituir los niveles de las cargas patronales que bajó Domingo Cavallo, gravar la renta financiera y reinstalar el impuesto a la herencia eliminado por el ex ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz.

La reunión se realizó en el auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, el espacio que Horacio González –titular de la BN– ha destinado a estos encuentros que periódicamente derivan en cartas abiertas sobre la coyuntura política, de ahí el nombre. La excusa esta vez era analizar la crisis económica internacional pero las referencias a la marcha contra el Gobierno, en la primera reunión desde el 13 de septiembre, no tardaron en salir a la luz.

En el debate ante más de 200 personas, los intelectuales buscaron la forma de “captar una masa del 40% de los votos que no son cautivos”, según postuló Jorge Zuviría, que estimó un piso del 32% de votos para el Frente para la Victoria, otro 10-12% para el Frente Amplio Progresista y otro 15% para el PRO.

Para el médico psiquiatra Luis Ohman, en la sociedad argentina “hay un núcleo fascista innegociable” pero “también hay un sector de las capas medias al que hay que llegar”. “Salir de la dolarización de la economía argentina es importante”, aseveró Ohman, aunque se preguntó si el corset sobre los dólares para viajar al exterior “tiene sentido y si es necesario que sea de tal magnitud”.

Para Aurelio Narvaja, de ediciones Colihue, existen “injusticias” como el nuevo esquema de asignaciones familiares (ahora se contemplan los ingresos de ambos cónyuges para determinar si se cobran o no), que “deben ser de carácter universal”. Según él, son conceptos en los que “el Gobierno está cediendo a argumentos típicos de la derecha” que bajo esa misma lógica propone arancelar la educación universitaria para los estudiantes de alto poder adquisitivo. “La conquista es la gratuidad de la educación pública. Al hijo del millonario para eso se le cobran impuestos”, ejemplificó.

Otro de los puntos cuestionados fue la falta de actualización del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, que afecta a la clase media, formada “en su mayoría por asalariados, muchos de gremios industriales por arriba del piso de ganancias”, según sostuvo Narvaja.

“Se necesita inteligencia en el discurso para que avance el proyecto”, evaluó otro de los economistas presentes, Guillermo Wierzba, director del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (Cefid-Ar), que destacó que tanto la Argentina como América latina necesitan protección porque tienen “una necesidad de desarrollo industrial”, en referencia a la política de control de importaciones.

Uno de los principales referentes económicos de Carta Abierta, Alejandro Rofman, se basó en un informe del Observatorio de Deuda de la Universidad Católica Argentina –“no pueden decir que es kirchnerista”, dijo y despertó risas en el auditorio– para destacar que “son bien conocidos los avances que tuvieron lugar en la última década en la ampliación de los derechos sociales”. Así defendió medidas como la Asignación Universal por Hijo (AUH) que, según la UCA, permitió bajar la pobreza en cinco puntos entre 2007 y 2011. “Esta información es una herramienta concluyente para nuestro debate cotidiano”, señaló Rofman.

Pero el debate volvió a centrarse en los caceroleros, que según el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, están más preocupados por Miami que por el país. “No se debe demonizar a los sectores medios. Esa es una tradición nacional y popular y parece que algunos leyeron demasiado rápido a (Arturo) Jauretche o no leyeron todos sus libros”, apuntó a su turno el director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Eduardo Jozami, sobre quienes optaron por encasillar en un estereotipo a los manifestantes que no pisaron el césped y usaron perfume francés.

Comentá la nota