Por el calor se multiplican las defunciones

Tres de las cuatro cocherías sanjuaninas admitieron que las contrataciones de servicios fúnebres aumentaron hasta un 100 por ciento respecto al año pasado. Las salas velatorias están saturadas y la mayoría de los difuntos son ancianos.
Una alerta emitida por una ola de calor no suele generar la misma reacción en las personas que una por huracán, terremoto o tornado. Pero lo cierto es que hay calores que matan. Desde hace varios días, San Juan sufre una ola de calor que no da tregua.

Sin embargo, aunque no son tan destructivas como otros eventos naturales, pueden llevarse la vida de muchas personas y, de hecho, así sucede en la provincia donde la realidad parece extraída de un relato apocalíptico de ciencia ficción.

Diario El Zonda realizó un relevamiento por las distintas cocherías y, tres de las cuatro que trabajan en San Juan coincidieron en que las defunciones se multiplicaron a causa del calor. En consecuencia, según manifestaron desde las cocherías Lanusse, San Ramón y San José, las contrataciones de servicios fúnebres aumentaron hasta un cien por ciento en algunos casos.

“No es habitual que fallezca tanta gente en esta época. El año pasado pasaban los días y teníamos uno o dos servicios por día, en cambio desde que empezó esta ola de calor, las contrataciones aumentaron hasta un cien por ciento”, dice Luis Silva, contratante de la cochería San Ramón.

El mismo empleado reconoce que hasta el año pasado, la “temporada alta” de defunciones era durante los meses de invierno. “Ahora el verano es la época donde se producen más fallecimientos”, destaca.

Cuenta Silva que incluso las salas velatorias se saturaron durante estos últimos días. “Mucha gente tuvo que esperar varias horas porque no había lugar en las salas”, manifiesta el empleado.

En la cochería San José, el panorama es similar. Desde hace quince días, los servicios contratados aumentaron entre un 50 y un 70 por ciento. “Tenemos hasta cinco servicios diarios, antes teníamos sólo uno o dos”, comenta Emilio Castro, uno de los encargados de las contrataciones.

Enemigo lento

Según los especialistas, una ola de calor ataca a sus víctimas lentamente, sobre todo a la población más vulnerable: ancianos, niños y personas con enfermedades coronarias.

Sin embargo, también los jóvenes y las personas que están sanas pueden sucumbir ante una ola de calor. Muchos empleados consultados aseguran que entre los difuntos no solamente hay ancianos, sino también jóvenes y adultos.

Para Jorge Becerra, contratante de Lanusse Anechini, esta situación no es nueva. El empleado dice que esta situación se da habitualmente en las épocas de mucho calor. Desde que empezó la ola de temperatura agobiante, allí reciben tres contrataciones diarias en promedio.

“El calor influye mucho en las defunciones, el miércoles tuvimos tres servicios, ayer otro”, comenta Estela, empleada de Lanusse Hermanos.

Una ola de calor no es un enemigo visible, apenas se conocen sus movimientos y sus consecuencias no se sienten hasta que pasa un tiempo. Sin embargo en San Juan, los efectos se sufren.

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