El estancamiento de la economía en lo que va de 2014 ya dejó de ser un secreto a voces y es algo que los funcionarios nacionales, provinciales y municipales admiten cuando se los consulta con micrófono abierto. Cada vez que hay una crisis, economistas y empresarios reconocen que uno de los primeros sectores que más se resienten es el de la construcción.

Las estadísticas son frías, pero resaltan, sin duda, una cruda realidad que refleja que en el último período kirchnerista, el rubro se vio arduamente afectado. A pesar de las decisiones del Gobierno nacional de impulsar medidas para intentar reactivarlo, como el CEDIN -ahora fue relanzado- y el Programa de Crédito Argentino, en lo que respecta a lo privado, y en lo público lanzar programas como el “Más cerca”, para los municipios, los especialistas en la materia dicen que la situación no mejora, y que las expectativas para el futuro cercano no son las mejores.

En lo que respecta a lo privado en el territorio bonaerense, el sector inmobiliario ha tenido una de las caídas más estrepitosas de la última década. De acuerdo a los números oficiales que maneja el Colegio de Escribanos de la Provincia, las cifras de operaciones del último lustro han estado muy lejos de las de 2008. En aquel año, el primero del mandato de Cristina Fernández de Kirchner al frente de la presidencia de la Nación, se realizaron 146.041 actos de compraventa de inmuebles en suelo provincial.

En 2009, la reducción de compraventa fue muy marcada, ya que se llevaron a cabo 105.976, lo que significó una merma de casi el 30 por ciento. En 2010 el sector tuvo una levantada, pero estuvo lejos de lo que fue el año 2008. En el inicio de la nueva década se realizaron 122.731 actos de compraventa de inmuebles, 16 mil más que en 2009, pero 24 mil menos que en el primer año de Cristina Presidenta.

En 2011, las transacciones inmobiliarias volvieron a crecer por segundo año consecutivo, pero nuevamente se ubicó lejos de los números del 2008: se realizaron 136.214, diez mil menos que en el punto más alto del gobierno de CFK.

A pesar de esa leve suba, en 2012 el mercado inmobiliario bonaerense volvió a tener una importante reducción de operaciones, ubicándose por debajo de 2011 y 2010 (fueron 119.281).

En 2013 el sector rozó las cifras de 2009. El pasado año se contabilizaron 106.409 actos, con una particularidad: el kirchnerismo, preocupado por los marcados descensos, decidió lanzar el CEDIN; sin embargo, no logró una reactivación.

En tanto, en el primer semestre de 2014 los números fueron preocupantes. La cantidad de compraventas que se concretaron desde enero a junio inclusive fue 13,8% menor que la del primer semestre de 2013, y estuvo 48% por debajo de la de 2008.

Ante la consulta de La Tecla, el presidente del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires, Jorge Mateo, afirmó que “la crisis que se vive hoy hacía mucho tiempo que no se vivía”, y agregó que “nunca hubo una crisis con una caída tan prolongada. En el 2002 la crisis fue muy importante, sin embargo duró todo ese año y algunos meses del 2003; ésta lleva todo el 2012, todo el 2013 y los meses que van del 2014, en una caída permanente y paulatina. Nunca duró tanto”.

Bajas en la construcción

Jorge Cibraro, vicepresidente segundo de la Cámara Argentina de la Construcción delegación Buenos Aires (CACBA), resaltó ante este medio la caída del mercado inmobiliario, y señaló que actualmente, en el ámbito privado el sector “está bastante quieto”. Cibraro indicó también que “hay una realidad respecto a un año y pico atrás: la construcción ha perdido a nivel nacional entre 35 mil y 40 mil puestos de trabajo”. El empresario confirmó además que, según los números que el sector maneja, se ha producido una “merma en la venta de materiales”.

De cara al futuro, el dirigente consideró que para esta última parte del año “no creo que la cosa vaya a mejorar”.

El notario Mateo, en tanto, expresó que en la Provincia es marcada la crisis en la construcción, ya que “se puede advertir que en los municipios no se presentan planos de grandes obras”.

Desde CACBA alertaron que se ha detectado, como consecuencia del parate, una importante merma en la venta de materiales para la construcción.

Si bien los principales actores del rubro buscan que la situación tenga una mejoría, aunque más no sea sea leve, afirman que son casi nulas las posibilidades de que esto tenga lugar en el último tramo de 2014, teniendo en cuenta el panorama económico actual y las dificultades que hoy Argentina enfrenta a nivel mundial.