Buscan llevar al extremo el adoctrinamiento K en la Provincia

Buscan llevar al extremo el adoctrinamiento K en la Provincia
Un proyecto del oficialismo propone llamar Néstor Kirchner a todas las escuelas que sólo tienen número. Las revistas destinadas al público adolescente y preadolescente es otro foco del adoctrinamiento K.
La difusión de la liturgia K ya sobrepasa todo tipo de barreras sin ninguna clase de escrúpulos. En su momento, este mismo medio alertaba por la intención de hacer omnipresente el nombre del expresidente Néstor Kirchner en aulas de escuelas primarias y secundarias de todo el país, con un taller que funcionaba como canal de difusión de los contenidos de la agrupación juvenil La Cámpora.

Con estos antecedentes aún frescos, el plan ahora apunta de lleno a seguir regando las instituciones con el pensamiento oficialista con el fin de conquistar más adeptos. En las últimas horas se conoció la información de que la legisladora kirchnerista María del Carmen Pan Rivas presentó un proyecto en la Cámara de Diputados de Buenos Aires para que todos los jardines de infantes y las escuelas primarias y secundarias de la Provincia que sólo tienen un número pasen a llamarse Presidente Néstor Carlos Kirchner, al igual que calles, avenidas, plazas, puentes, obras públicas y aeropuertos de los diferentes distritos bonaerenses.

Sin embargo, más allá de las intenciones de la diputada, el camino para que la iniciativa se concrete no parece tan sencillo, ya que esta posibilidad está expresamente prohibida por el Reglamento de ratificación, modificación y proposición de nombres a imponer a los establecimientos educativos de todos los niveles y modalidades de enseñanza pertenecientes a la Dirección General de Cultura y Educación, en el que se aclara que deben pasar al menos cinco años del deceso de una persona para que cualquier institución educativa reciba su nombre.

Pero los tentáculos del kirchnerismo fueron más lejos y pusieron la mira en otro foco para la propagación de su propia ideología. En Pop Star, una revista consumida por jóvenes de entre 10 y 14 años, llamó la atención una suerte de suplemento dedicado enteramente a Néstor Kirchner que, de esta manera, se codea tranquilamente con ídolos de los adolescentes como Katy Perry, Justin Bieber o Selena Gómez.

La insólita movida lleva como título Un hombre llamado Néstor y su contenido presenta un lenguaje político, poco común para el público lector, cuyo interés pasa por conocer las novedades de las estrellas de la música y la TV. Basta sólo con leer el primer párrafo de la publicación para notar el contraste: “Los grandes hombres sólo viven por esa partícula de ensueño que los sobrepone a lo real. Llevan en su ser el resorte misterioso de un ideal, un fuego sagrado capaz de templarlos para las grandes acciones”.

Eso no es todo. Para hacer vendible la figura de Néstor entre la platea juvenil, se publican fotos del expresidente junto a diferentes artistas, deportistas y figuras mediáticas, como el cantante irlandés Bono, Charly García, Martín Palermo y Marcelo Tinelli.

Rechazan el proyecto

Una vez conocido, el proyecto para que las escuelas y jardines de infantes lleven el nombre de Néstor Kirchner fue rechazado por los bloques opositores de la Cámara de Diputados bonaerense. Tan es así que el diputado por la Coalición Cívica Oscar Negrelli presentó un despacho en minoría en contra de la medida.

Negrelli aseveró que la iniciativa impulsada por la legisladora Pan Rivas “es un atropello”, ya que hay, al menos, tres razones por las cuales no es legal que se lleve a cabo.

En primer lugar, el diputado explica que, para que pueda darse el reconocimiento a la trayectoria post mórtem, la ley establece un plazo de cinco años a partir del fallecimiento de alguien para poder imponer su nombre.

Asimismo, según explicó Negrelli en un comunicado, la ley también explicita que es la comunidad donde la escuela está inserta la que tiene la potestad de elegir el nombre que ha de llevar, resultando de esto un importante desprecio por el derecho de los vecinos a decidir sobre un ámbito fundamental de su comunidad.

Por último, pero no menos importante, la legislación sólo permite que una escuela por nivel y por distrito lleve un nombre, “de manera que si en Avellaneda hay dos escuelas primarias sin nombre, no pueden llamarse ambas de igual manera”.

La película sobre el expresidente, a la deriva

A semanas de ser estrenada, el filme ultra K Néstor Kirchner: la película no está pasando por un buen momento en las salas del país.

Según el ranking de las diez películas con mayor asistencia entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre de 2012, la obra de Paula de Luque apenas alcanzó el sexto lugar, con 16.429 espectadores, cifras para nada alentadoras de acuerdo a las expectativas que despertó en los militantes kirchneristas su proyección en los cines.

Lo cierto es que, luego de una presentación con bombos y platillos, la cantidad de espectadores fue decreciendo y el interés por el filme que retrata la vida del exmandatario fue mermando, perdiendo su lugar frente a las producciones internacionales como Amanecer parte 2 o 007 Operación Skyfall.

Una bajada de línea que empezó con un taller y no tiene ningún tipo de límites

El adoctrinamiento de jóvenes que lleva adelante el kirchnerismo en los establecimientos educativos del país comenzó de la mano de La Cámpora, con el taller El héroe colectivo -auspiciado por la Dirección de Fortalecimiento de la Democracia, dependiente de la Jefatura de Gabinete y a cargo del dirigente de la fuerza juvenil Franco Vitali-.

La actividad fue denunciada por Hoy en sus ediciones anteriores, cuando entrevistó a un concejal radical de la localidad de Tandil, comuna en la que se generó un profundo debate al respecto.

“Hubo unos talleres de discusiones, en los que se convocó para un trabajo a los chicos, a los estudiantes y a los maestros. Y en realidad lo que se hizo es una cosa distinta: con la participación de integrantes de La Cámpora, se propuso un juego, que se llama Programa Héroe Colectivo, en el que participa El Eternauta”, había explicado a este medio el presidente del bloque de la UCR en Tandil, Atilio Magnasco.

La alarma se extendió en toda la Provincia y llegó incluso a la comuna de Quilmes, donde el concejal Diego Buffone (Coalición Cívica), acompañado por los ediles del bloque PRO -Nora Saracco, Luis Bratti y Obdulio D’Angelo-, presentó un proyecto de pedido de informes en el cuerpo legislativo local sobre la realización del polémico taller en el municipio bonaerense.

En el mismo sentido, varios legisladores provinciales se hicieron eco de este tipo de maniobras turbias en las instituciones educativas y pusieron el tema en discusión en la Cámara de Diputados.

“Nadie está en contra de la participación política en las escuelas, de lo que sí estamos en contra es que los programas oficiales los lleven a cabo estas agrupaciones”, había aclarado en su momento el titular del bloque del Frente Amplio Progresista (Fap), Marcelo Díaz, autor de un proyecto de declaración para que se prohíba en la Provincia “la colocación de símbolos religiosos o de partidos políticos en el ámbito de los edificios escolares” públicos, que terminó siendo rechazado por el oficialismo parlamentario.

Sin embargo, los sectores ultra K hicieron oídos sordos a los distintos reclamos y continuaron desarrollando este tipo de actividades en las escuelas como si nada. Sin ir más lejos, hace apenas unos días, alumnos de segundo grado de un colegio de Santa Fe protagonizaron una obra de teatro en la que se habla del cepo cambiario y el cacerolazo.

“Rosaura, tenemos un problema. La Presidenta achicó la cantidad de dólares que se podían comprar y vender y eso nos complica (...). ¿Cómo es posible? ¿A quién se le ocurriría tener una presidenta que prohibiera a su población tener dólares? Tenemos que hacer algo, preparemos un cacerolazo ya mismo”, es uno de los diálogos entre las dos protagonistas de la historia que, mientras actuaban, recibían continuas indicaciones de los docentes a cargo.

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