Buscan imponer un gravamen al vino importado de Chile

Buscan imponer un gravamen al vino importado de Chile

El diputado Ricardo Mansur (UCR) impulsa la medida para sostener los precios en el mercado interno mendocino.

La alarma de algunos sectores vitivinícolas por la importación de vinos chilenos tendrá su correlato el martes próximo en la Legislatura de Mendoza. Ese día diputados del oficialismo y algunos del justicialismo comenzarán a pergeñar qué tipo de gravamen local pueden crear para frenar ese ingreso, junto con el titular de la Administración Tributaria Mendoza, Alejandro Donatti. El proyecto es iniciativa del diputado radical Ricardo Mansur y obtuvo el aval del Gobierno tras la reunión que mantuvieron Alfredo Cornejo y los intendentes del PJ el viernes último.

El hecho de que los diferentes factores climáticos, como las heladas, el granizo y las intensas lluvias incidieran en la producción de uvas de la última cosecha produjo un equilibrio en el stock vínico. Esto podría servirles a los productores más pequeños para recuperar parte de su rentabilidad perdida debido a varios años de dificultades financieras por el exceso de vino en el mercado interno, según explica Mansur en su proyecto. Pero, además, en la justificación del pedido el legislador señala dos estudios para reflejar que existen vinos tintos suficientes como para responder a la demanda, lo que demostraría que no es necesario importar vino.

"La Corporación Vitivinícola Argentina determina que al 1 de junio de 2017 y con un escenario de ventas con una caída del 7%, el stock de vinos tintos existentes sería de tres meses a esa fecha y que las existencias de vino en general serían de cinco meses. Según lo publicado por el INV sobre este punto, de setiembre 2015 a setiembre de 2016, la caída del consumo ha sido del 6,45%", detalla el informe.

Por otra parte, el Instituto Nacional de Vitivinicultura ha informado las existencias al 1 de octubre de 2016, y las proyecta las mismas al 1 de junio de 2017 y establece un stock técnico a esa fecha de cuatro meses. "En consecuencia, no faltaría vino tinto en el mercado interno", subraya el texto.

Sin embargo, algunos grandes bodegueros, como RPB, Fecovita o Peñaflor, empezaron a importar vinos porque no estaban de acuerdo con el precio que ofrecieron los productores, entre $12 y $14. Otro motivo que trascendió es que no todas están conforme con la calidad de los vinos que produjo la cosecha pasada. Pero los más críticos a la idea de imponer un nuevo gravamen a la importación, insisten en señalar los productores que no quieren vender el vino ahora, esperando que el precio suba. Esto coloca a algunas bodegas en riesgo de perder su posición frente a mercados externos. De ahí, la búsqueda de nuevos proveedores de vino.

Sobre este punto, Mansur indicó que "las grandes bodegas traen vino para presionar a los productores, para que le vendan más barato. Por eso la idea es bloquearles la posibilidad de que importen porque hay vino. Siempre los bodegueros pagan precios viles por el vino, se los pagan a cinco o seis meses, juegan con la inflación, prorratean el IVA y ahora que están en mejores condiciones, les quieren comprar el vino a $8. Si no, lo compran afuera".

De aprobarse este gravamen, dentro del tratamiento que se les dé a las leyes de Avalúo e Impositiva, la idea es que otras provincias vitivinícolas sigan el mismo camino, como medida general, independientemente de lo que pueda suceder a nivel nacional luego.

Otras voces

Mientras todo esto sucede, desde la Subsecretaría de Agroindustria que dirige Alfredo Aciar, esperarán unas semanas más para tomar alguna medida. Es que si bien consideran que no es positiva la importación de vinos tintos en un mercado que tiene suficiente stock para el año entrante, también creen que los productores están esperando grandes heladas que podrían aumentar una vez más el vino.

"Esta discusión no durará más de 20 días porque se está especulando con el riesgo de heladas, y por eso los productores no quieren vender el vino. Cuando pasen las heladas, todo esto se desinfla. Si nos equivocamos y esto no es así, vamos a intervenir porque no es lógico que se siga importando si hay vino", indicó Aciar.

En tanto, Sergio Villanueva de la Unión Vitivinícola, criticó duramente la idea de Mansur, al decir que "grabar una importación no es posible, porque existen acuerdos orgánicos de comercialización a nivel nacional por los cuales ya se pagan aranceles. Si hacemos esto, es muy posible que desde el otro lado lo hagan con otros productos. Tampoco hay que olvidar que fue la peor cosecha en 56 años, y muchas bodegas no encontraron en el mercado local ni el volumen ni la calidad que amerite esos precios".

Por otra parte, consideró que "el volumen de vino importado no es de gran importancia como para que influencie al mercado. Ahora, si quieren poner el gravamen, que lo hagan. Es una medida de corto plazo que puede traer consecuencias de largo plazo, porque si ya el vino es algo que le cuesta comprar a la gente, vamos a dejar espacio a bebidas sustitutas".

Fuera de agenda del Congreso nacional, al menos por ahora

Los legisladores de Cambiemos por Mendoza, el senador Julio Cobos y los diputados Susana Balbo y Luis Borsani, indicaron que ninguno de los sectores en pugna ha reclamado una reunión para plantear el problema del vino importado al Gobierno nacional, para tomar medidas al respecto.

Sin embargo, los tres coincidieron en analizar que el escenario no es amigable para tratar la creación de un nuevo impuesto. Por un lado, porque se está avanzando en una reforma tributaria general. Y por otro, porque Chile en particular tiene ya aranceles impuestos por ser socio del Mercosur, en el contexto de un acuerdo comercial más amplio.

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