Buenos Aires tiene el basurero récord en emisiones de metano

Buenos Aires tiene el basurero récord en emisiones de metano

Un estudio demostró que los basureros están emitiendo mucho más metano a la atmósfera por la descomposición de desechos de lo que se pensaba. Reveló que la Ciudad encabeza el ranking de emisiones de metano provenientes de rellenos sanitarios en el mundo, por encima de ciudades como Nueva Delhi. La mitad de las emisiones del país provienen de un solo basural: el Complejo Ambiental Norte III del Ceamse.

 

La concentración de metano en la atmósfera aumentó a un ritmo récord en el último tiempo. Se trata de un poderoso gas de efecto invernadero, crítico para el calentamiento del planeta. Sus principales responsables son los campos ganaderos y los combustibles fósiles. Pero hay un tercer factor en orden de importancia: la basura. Un estudio reveló que Buenos Aires encabeza el ranking de emisiones de metano provenientes de rellenos sanitarios en el mundo (entre los analizados), por encima de ciudades altamente contaminantes, por ejemplo Nueva Delhi. Un solo establecimiento, el Complejo Ambiental Norte III del Ceamse, en José León Suárez, produce la mitad de las emisiones de metano de basurales en Argentina, según aseguraron científicos que analizaron imágenes satelitales en 2020 y 2021.

Otros “puntos calientes” –que emiten de 3 a 29 toneladas por hora– se ubican en vertederos de India y Pakistán. Con el Instrumento de Monitoreo Troposférico de Topografía Global (Tropomi), especialistas de Harvard, GHGSat de Canadá y el Instituto Holandés de Investigación Espacial localizaron también plantas de carbón y campos petroleros y de gas, pero se enfocaron en rellenos sanitarios en zonas urbanas por su potencial para la mitigación de la crisis climática.

Las emisiones de desechos sólidos son causadas por la descomposición anaeróbica del material orgánico. Norte III de Ceamse es uno de los mayores basurales del mundo: allí se recibe el 85% de los residuos de toda la Ciudad de Buenos Aires y alrededor de 40 municipios bonaerenses. El estudio, publicado esta semana en la revista Science Advances, identificó que el 87 % de las emisiones surgen en el módulo activo en el sector oeste (la parte «descubierta»), que tiene “cobertura intermedia”, a diferencia de las áreas al este, cubiertas y cerradas en 2014 y 2018, que incluyen un “sistema activo de recolección de gases”.

 

Las emisiones de metano se generan al noroeste y el suroeste del sector aún en funciones, donde continuamente se depositan desechos, lo que obliga a reubicar la cubierta intermedia. En 2019 se reportó una generación total de 16,5 toneladas de metano por hora en Norte III.

El equipo científico usó datos satelitales de cuatro ciudades grandes del mundo —Nueva Delhi y Mumbai en la India, Lahore en Pakistán y Buenos Aires— y detectaron que las emisiones de los basureros en 2018 y 2019 fueron entre 1,4 y 2,6 veces más elevadas que las estimaciones previas.

“Esta es la primera vez que se han usado imágenes satelitales de alta resolución para observar basureros y calcular sus emisiones de metano”, relató Joannes Maasakkers, el principal autor del estudio y científico atmosférico del Instituto Holandés de Investigación Espacial. “Encontramos que esos basureros, que son relativamente pequeños en comparación con las ciudades, son responsables de una fracción grande de las emisiones totales de un área dada”, agregó.

“Esto muestra lo importante que es administrar mejor los basureros”, declaró Euan Nesbit, especialista en ciencias de la Tierra en Royal Holloway, en la Universidad de Londres, quien no formó parte del estudio.

El dióxido de carbono, más abundante y duradero en la atmósfera, acapara los titulares, pero el metano es treinta veces más potente para retener el calor. En los dos últimos años aumentó con una rapidez inédita desde que comenzaron los registros de la agencia norteamericana NOAA en 1983.

Aunque se lo puede encontrar naturalmente en lo profundo del permafrost y los humedales, la mayor parte de la carga atmosférica del metano proviene de la quema de combustibles fósiles y la agroganadería. Aun así, la amenaza de la gestión de residuos no es menor: es responsable del 18% de las emisiones mundiales de metano de origen humano.

Si bien las emisiones de desechos sólidos se redujeron en las últimas décadas en Estados Unidos y la Unión Europea, los autores del estudio pronostican que hacia 2050 el desperdicio aumentará “más del doble de la tasa de crecimiento” poblacional. Esto significa que la carga de metano de residuos municipales podría casi duplicarse a 60 Tg para 2050.

Tiene solución, pero debe ser rápida

Además de monitoreo satelital, los científicos proponen reducir emisiones con una combinación de “coberturas activas, recuperación de energía y remoción de residuos orgánicos”. A diferencia de los vertederos en Delhi y Mumbai, en India, y Lahore, en Pakistán, en Norte III las emisiones están focalizadas en un área particular y no en todo el complejo, en parte por la efectividad del sistema de cobertura y extracción en las áreas ya cerradas.

Aunque la vida del metano es breve –una década– comparada con los cientos o miles de años que el dióxido de carbono tarda en desaparecer de la atmósfera, el consenso científico no subestima el rol de la reducción de emisiones de metano para mitigar la crisis climática. En Argentina, la fuente principal de emisiones sigue siendo la fermentación entérica del ganado y no el tratamiento de residuos. Para reducirlas un 10 % para 2030 y un 35 % para 2050 respecto a niveles de 2010, como se comprometió, nuestro país debe cerrar efectivamente el “escape de metano” en Norte III.

  

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