Brutal cinismo e hipocresía versus políticamente incorrecto

Brutal cinismo e hipocresía versus políticamente incorrecto

Todos, absolutamente todos, vemos como ha crecido de manera industrial la venta de productos y servicios destinados a las mascotas.

Alimentación calidad Premium, diseños exclusivos, calzados para perros, tratamientos veterinarios, quirófanos móviles, coiffeur para el corte de determinadas razas, calefacción, cuchas especiales, viajes en avión que cuestan una fortuna, balnearios para perros, restaurantes para perros, planes de vacunación, escuelas de adiestramiento canino, cementerios para mascotas, etc. etc. etc. Hay frases que se han escuchado, por cierto lamentables: “En esta casa quieren más a los perros que a las personas”.

El problema no son las declaraciones del doctor Gustavo Blanco, sino la convivencia del cinismo y la hipocresía en la sociedad que vivimos y que se aplican rigurosamente en la política. El tema es qué hacemos con todo esto, cómo atendemos este flagelo, que nos dejan la pobreza y el narcotráfico.

“Les pido disculpas a todas las personas que están en situación de calle”

El abuso en la práctica del cinismo y la hipocresía domina el eje de las discusiones políticas, máxime durante las campañas electorales. La calidad de funcionario público e integrante de un cuadro político, requiere de sumo cuidado, para no caer en expresiones que generen motivo de confrontación que se trasladen al ánimo de la población, singularmente sensible en algunos casos.

El secretario de Salud, doctor Gustavo Blanco, quedó en el centro de la escena al caer en explicaciones pocos felices o desafortunadas, si nos ubicamos en el rango de su jerarquía. Formuló declaraciones políticamente incorrectas, y ahora le van a yugular, propio de la tensión electoral. A menos de un mes de las PASO y a tres de la elección legislativa, dejó servido en bandeja un flanco débil que no desaprovechan sus adversarios políticos.

Desde Cáritas Don Bosco, admiten que las adicciones son la principal problemática

Todos vemos, absolutamente todos, cuáles y quiénes son las personas que se encuentran en lo que se ha definido como en “situación de calle”. Han sido censadas, son atendidas por diversas organizaciones sociales, organismos del Estado y entidades como Cáritas.

Esta es una parte del problema, sobre la cual se persiste en la utilización política, con una dosis de hipocresía y cinismo, que también permiten aventurar que forman parte de las adicciones.

Se desconoce si el doctor Blanco, volvería a formularse en los mismos términos, que han generado una polémica, que debe reflejarse en el contexto debido. Es muy posible que el secretario de Salud, modifique su criterio en cuanto a las formas de llegar a la población, lo cual no lo dejaría expuesto sobremanera, como ha sucedido.

Las declaraciones de Blanco, por razones políticas, han tomado más importancia que el fallecimiento de Sergio Fernández, el tercero en el año de una persona en situación de calleEl director de Cáritas Don Bosco, Ricardo Máspero, señaló que tiene “una lista que quisiera borrar, pero la tengo como impresa, de quiénes son los próximos”, esta cruda conclusión merece el respeto de quien de manera directa llega a la atención de los necesitados.

El problema es cuando el Estado no llega con la prevención y la atención a las víctimas de las adicciones. Se complica cuando se arrastra desde hace años un 30 % de pobreza y la participación de gobiernos que han consolidado el narcotráfico. Pobreza y narcotráfico vuelven progresivo el aumento de las personas en situación de calle.

Como no podía ser de otra manera, las declaraciones políticas tienen un tono desgarrador y aterrador, pero quiénes y cómo dicen la verdad, si ellos mismos han formado parte del problema, es elocuente.

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