Bicentenario de la Epopeya Jujeña, y otros temas

Bicentenario de la Epopeya Jujeña, y otros temas
Esta semana estamos de Exodo. Transcurrieron 200 años de aquella partida de los jujeños acompañando a Manuel Belgrano hacia el forzado exilio. La imaginación vuela hasta los corazones oprimidos de aquellos que en ése entonces, resolvieron seguir al General de Jujuy, dejando atrás su querencia, sus pertenencias, y todo lo que hasta ese momento constituía su vida.
La noble enseñanza que quedó grabada en la historia, tuvo dos líneas directrices que definen la estatura de decisión: la capacidad de renunciamiento, y la convicción que da el patriotismo. De la síntesis de ambas, se abrió -inexorable- el espacio de la gloria que hoy, nosotros, la posteridad, tratamos de honrar con la memoria y los hechos. Ojalá seamos dignos de él. Sin embargo, a los efectos de este espacio periodístico ocupado en cosas más pedestres, no sería lógico caer en una distracción que deje sin una segunda mirada a algunos hechos puntuales que ocurrieron en los últimos siete días.

Deshojando la margarita

No se trata del consabido: “Me quiere mucho...poquito...nada”. En los pétalos de esta flor política se adivina: “Jorge...Miguel...Paola”. La respuesta elegida cubrirá la banca que dejó vacía en la Legislatura la muerte del contador Miguel Rioja. Jorge Noceti, hoy secretario de Cultura y Turismo, quizá el más político de los candidatos a reemplazarlo, es el primero en la lista de sucesión que indican los viejos votos de aquella elección. Miguel Lembo, hoy secretario general del Gobierno provincial, ex ministro de Economía, con una solvencia técnica y gran experiencia en las aguas de la administración, es el segundo nombre. Paola Amador, la tercera en la conversación, es una joven y agraciada militante de base de reconocida filiación peronista pero con escasos minutos de vuelo en el firmamento de la política. Diálogos oficiosos encargados por el presidente del partido sondearon la voluntad de los dos primeros. Ambos, más allá de obvias aspiraciones personales que sólo confiesan en sus círculos más íntimos, devolvieron la respuesta que Eduardo Fellner esperaba: “haremos lo que diga el Jefe”. De los dos soldados, el jefe sacaría de la margarita de su administración el pétalo que dice “Jorge” y lo sentaría en la Legislatura. Vestiría un santo con ropajes inobjetables, pero desvestiría otro muy importante: la Secretaría de Cultura y Turismo, en este momento que vive Jujuy, es un sitio clave para la afirmación del perfil de la Provincia. Quien cubra el lugar, deberá aprobar el examen que le exija conocer y amar Jujuy y rodear esas virtudes del talento y el trabajo a destajo que demanda el cargo. Dicen los allegados al gobernador que dijo sobre este tema: “no hay apuro, podemos tomarnos un tiempo todavía”. Pero los mismos allegados, creen que piensa que es mejor cerrar este tema cuanto antes.

Cerca del fin

Los últimos episodios en torno al Frente Primero Jujuy, dan cuenta de la proximidad del fin. La fuerza política que alguna vez asomó con pretensiones de alternativa, llegó por estas horas a su máxima desfibrilación. Solamente tiene un hálito de vida en la Legislatura, donde también lo alcanzó la metástasis de su propio origen: la incongruencia. El diputado Eduardo Cammuso, aún espera que su recurso ante el Superior Tribunal de Justicia le permita superar la expulsión que sufriera y lo restituya al bloque. Agustín Perassi, obviamente el político con mayor rodaje en el grupo sobrevive en soledad, gracias a su trayectoria y su don de la oportunidad. Carolina Moisés, por boca de su padre, Julio, el intendente de San Pedro, hizo saber que hace tiempo dejaron de pertenecer a la agrupación que supo encabezar el ingeniero Carlos Daniel Snopek. Algunos volvieron al bloque peronista, y los que quedan, aún no avisaron en la Legislatura para qué fueron elegidos. Esta crónica de una muerte anunciada va confirmando sin pena ni gloria la extinción, que no por licuada en su propio jugo, deja de ser dolorosa para aquellos militantes de base que un día creyeron que con su peronismo histórico a cuestas, podían fundar un espacio de oposición coherente y con futuro. Y el dolor de la decepción, siempre será más fuerte que el de la traición. En el PJ tomaron nota de la queja de los Moisés, acerca de la supuesta discriminación o ensañamiento que denuncian. “Lo que ocurre con ellos no es un ajuste de cuentas” dijeron voceros solventes, “es una condena política por el enorme daño que intentaron hacerle al partido”. Otros, más comprensivos, piensan que el Partido Justicialista, en algún momento, podrá habilitarles la famosa puerta giratoria. Eso sí: para que pasen, y vayan a la cola.

Radicales en aprestos

Los correligionarios navegan en silencio, agobiados por la falta de fuerzas para influir en el timón de la provincia (y menos aún en la Nación). Por ahora, ven en los diarios cómo la dirigencia nacional intenta recuperar algo de presencia y sueñan un escenario parecido para Jujuy. En la cabeza del presidente Mario Pizarro, aseguran que figura armar una agenda para dialogar con políticos y gremialistas locales, tal como Aguad, Sanz y Pascual, entre otros lo hicieron con Moyano, Plaini y Palazzo, Julio Bárbaro y otros. Claro, acá será más complicado encontrar sindicalistas opositores, pero que los hay, los hay, así que no sería descabellado intentar ese diálogo e imaginar una estrategia opositora con base en la Legislatura. Para eso, claro, primero deberá reajustar la situación que se está dando entre la UCR y Lyder en el Poder Legislativo. No son pocos los diputados radicales que expresan su vivo descontento por las actitudes de “líbera” de la doctora Isolda Calsina. “Llegamos juntos, pero al parecer un afán de protagonismo y diferencias intelectuales y políticas, la llevan a jugar por su cuenta, a presentar proyectos y tener actitudes que creemos que se deberían conversar antes en el seno del bloque”, dicen en voz baja. Fruto de estos pensamientos, algunos dirigentes comienzan a compartir la idea que estaría madurando en presidencia local de la UCR: declinar el ofrecimiento del Comité Nacional de dejar en libertad a los comités provinciales para formalizar alianzas en sus distritos. “Ya es tiempo de volver a presentarnos como lista 3, la histórica radical, y saber de una buena vez, quiénes y cuántos somos. Basta de levantar gatos muertos de la cola y que después nos digan que los votos son de ellos”, aseguran con vehemencia, pero en reserva. El 24 viajan a una reunión de Comité Federal y tal vez, vuelvan con novedades.

Renovación socialista

El viernes asumió la nueva cúpula del Partido Socialista de Jujuy. La mesa conductiva tiene a Oscar Ramón Hoyos como presidente, Aldo Dino Gutiérrez como secretario general y a Gustavo Antonio Such como adjunto. El resto del secretariado quedó así: de Organización Roberto Giménez, de la Mujer Hilda Miriam Cruz, de la Juventud Horacio Saravia y de Actas Eduardo Patagua. Encabeza la lista de congresales provinciales Andrés David Lazarte.

Los socialistas, integrantes del Frente Amplio Popular (FAP), se sienten orgullosos de su recambio. El propio expresidente Ramiro Tizón, expresó el beneplácito de ver en la conducción “gente mayoritariamente joven y con mucha militancia y otros trabajadores respetados y con trayectoria en el PS”. Los socialistas en la última elección, hicieron todo bien. Y ahora lograron lo que a los demás partidos políticos de Jujuy se les vuelve imposible: renovar la dirigencia. Si no se equivocan mucho y Binner sigue subiendo en las encuestas, lentos pero seguros serán cada vez más atractivos para el electorado. Un detalle: en el acto de posesión recibieron la visita y el saludo del presidente de la UCR, Mario Pizarro, quien mostró atentos reflejos, por lo que pudiera pasar.

Es distinto

Un episodio lamentable ocurrió en la Legislatura en la última sesión. El diputado Miguel Morales (FPV) se tomó todo el tiempo para levantar una pesada diatriba en contra del presidente del cuerpo, Guillermo Jenefes. Arrancó con una razonable queja porque la Presidencia le denegó el auspicio parlamentario a una iniciativa relacionada con los festejos del Exodo. Pero a los pocos minutos, se transformó en una violenta descarga de apóstrofes de tipo personal que se prolongó casi veinte minutos según las crónicas parlamentarias. El derecho de hablar y opinar de los legisladores es -obviamente- sagrado, pero utilizar el recinto de las leyes para vociferar, increpar u ofender en el terreno personal a la máxima autoridad del cuerpo, sin dudas es un exceso que agravia la calidad institucional del Poder. Muchos legisladores mudos testigos en la sesión -después y en privado- censuraron el episodio. Mientras unos deslizaron la necesidad de aplicar una sanción, otros se solazaban con lo acontecido, y hasta lo transmitían desde sus celulares plenos de satisfacción. Jenefes dejó hablar y recién al día siguiente le dijo a la prensa: “Dije que voy a ser un vicegobernador distinto, y en la Legislatura trabajo para cuarenta y ocho diputados, no para atender viajes de turismo, rabietas caprichosas y ataques de egolatría del diputado Morales”. El capitulo se cerró allí en apariencia, pero para siempre marcó la cancha en el seno del bloque oficialista. Se podrá aplaudir o rechazar que Jenefes pretenda imprimir otro estilo a la gestión de un vicegobernador. Pero que es distinto, es distinto.

Esperando el 23

Llegará la presidente de la Nación para presidir la Marcha Evocativa del Exodo Jujeño. La presencia de Cristina Fernández de Kirchner, dándole simbólicamente a Jujuy el rango de Capital de la Nación, aunque sea por unas horas, será el reconocimiento a la epopeya del pueblo jujeño y de Manuel Belgrano. Además de los días fastos, y entre tantas otras, la historia nos está mostrando una enseñanza más de la gesta de Agosto: el renunciamiento, la capacidad de entender y de ceder, y el sacrificio con dignidad, cuando en los peores momentos son asumidos detrás de objetivos nobles, se transforman indefectiblemente en los triunfos del amor y en las victorias inexorables y permanentes de la razón.

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