En el año 1986 los vecinos de Los Polvorines adquirieron cada lote, de cada parcela, desconociendo las restricciones urbanísticas que les impedirían luego regularizar sus situaciones dominiales.

Teniendo en cuenta que se trata de un barrio de trabajadores sin la posibilidad de pagar la modificación de los planos de obra y de mensura, división y subdivisión necesarios para generar un proceso de regularización dominial que alcance la escrituración de sus viviendas, pasaron 35 años sin sus títulos de propiedad.

Por eso, con la firma de la prescripción adquisitiva a favor del municipio, el proceso de escrituración dio un paso fundamental para garantizar el derecho a la vivienda digna a las familias de “San Carlitos”.