Avance de Irán y los EE.UU. para negociar la crisis nuclear

Avance de Irán y los EE.UU. para negociar la crisis nuclear
Obama elogió los gestos de apertura del nuevo gobierno persa. Y apostó a la vía diplomática para resolver este diferendo. Su colega iraní saludó el diálogo y negó la búsqueda de armas atómicas.
No hubo encuentro. Ni siquiera un apretón de manos. Sin embargo, durante los discursos que pronunciaron ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Barack Obama y su colega iraní, Hassan Rohani, se mostraron dispuestos a entablar una nueva relación bilateral entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán después de más de 30 años de enfrentamiento. Es difícil saber si lo lograrán. Pero si ambos mandatarios tienen éxito sería, sin duda, el inicio de una era de détente en Oriente Medio.

En el epicentro del gran desafío está el plan nuclear iraní. “No pienso que una difícil historia pueda ser superada de la noche a la mañana”, dijo el presidente Obama. “Pero creo que, si podemos resolver el tema del programa nuclear iraní, eso puede ser un gran paso en un largo camino hacia una relación diferente, basada en intereses y respeto mutuo”, agregó el líder de la Casa Blanca. “La apertura diplomática en las últimas semanas puede proveer la base para un acuerdo sobre su programa atómico, pero las acciones deben confirmar las palabras,” aclaró el mandatario estadounidense.

De hecho, desde hace años existe el temor de que Teherán esté a punto de poder fabricar armas nucleares y por eso Estados Unidos y la ONU han impuesto contra Irán sanciones económicas muy severas, que han aislado a Teherán de la comunidad internacional.

Todo indica que, con el nuevo gobierno elegido en los comicios de junio último, Irán quiere ahora regresar a la escena internacional como un poder en Oriente Medio que debería tener voz y voto en la búsqueda de soluciones para conflictos como el sirio.

Ayer, al hablar ante la asamblea general de la ONU, la moderada elocuencia de Rohani fue un verdadero contraste con la retórica inflamatoria que solía utilizar su predecesor, Mahmud Ahmadinejad, cuando le tocaba hablar ante ese foro internacional. Sus declaraciones anti–Estados Unidos, anti–Holocausto y anti–Israel eran tan virulentas que la mayoría de las delegaciones occidentales abandonaban la sala cuando hablaba.

Rohani, al contrario, intentó poner fin a los temores que hay con respecto a su país al afirmar que “las armas nucleares no tienen lugar en la doctrina de defensa ni en la seguridad de Irán. Y contradicen nuestras convicciones fundamentales, religiosas y éticas.” “Irán no plantea absolutamente ninguna amenaza para el mundo,” dijo. “El programa nuclear de Irán (...) debe tener exclusivamente fines pacíficos. Quisiera declarar aquí de manera abierta y sin ambigüedades que éste ha sido siempre y será el objetivo de Irán”.

El nuevo presidente iraní propuso resolver el problema del programa atómico por la vía diplomática urgiendo a eliminar la amenaza militar de la mesa de las negociaciones. Según el mandatario persa, la vía militar nunca solucionó ningún problema en Oriente Medio y tampoco solucionará aquellos surgidos respecto de la guerra civil en Siria y de su propio país.

Obama, a su turno, cuando tomó la palabra, se pronunció en favor de una negociación diplomática con Irán y le pidió a su Secretario de Estado, John Kerry, que participe en la reunión que tendrá el Grupo 5+1 (Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Alemania) con el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, mañana.

Pero también sostuvo que Estados Unidos “está preparado a usar todos los elementos en su poder, incluyendo la fuerza militar para defender sus intereses en la región”.

Este año, el discurso de Rohani originó tantas expectativas que la sala estaba repleta. Rohani predicó desde el podio la paz y la tolerancia. Mientras hablaba, solamente brilló por su ausencia la delegación de Israel. De hecho, tanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como numerosos legisladores estadounidenses desconfían de Rohani. “Todos sabemos que Irán está tratando de fabricar el arma nuclear. La única manera en que podríamos creerle a Rohani es si mañana deja de enriquecer uranio por más del 20% y permite a los inspectores de la ONU inspeccionar todos los centros de energía nuclear”, dijo el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Diputados estadounidense, el republicano Mike Rogers.

El canciller persa afirmó, por su parte, que las grandes potencias e Irán tenían “una ocasión histórica para resolver el tema nuclear”. En su cuenta de Twitter, agregó sin embargo que los países del Grupo 5+1 “deben ajustar su actitud para que corresponda mejor al nuevo enfoque iraní”.

Según la Casa Blanca, el encuentro personal entre Obama y Rohani no fue posible porque los iraníes dijeron que actualmente era demasiado “complicado”. Falta saber cuál es la versión iraní.

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