El juez federal Daniel Rafecas elevó a juicio oral y público a tres ex altos jefes del área de inteligencia de la Policía Federal por secuestros, torturas y homicidios cometidos en el centro clandestino de detención "Automotores Orletti" en el año 1976, el primero de la última dictadura cívico-militar.
Las ya mencionadas fuentes judiciales recordaron que "conforme fuera probado en la investigación, los oficiales Nerone y Gutiérrez, el 26 de septiembre de 1976 llevaron a cabo un operativo ilegal en la localidad de San Martín, en el cual se detuvo a Victoria Lucía Grisonas y se dio muerte a su pareja Mario Roger Julien, operativo en el que se hallaban presentes los dos hijos de la pareja, Anatole Boris, de cuatro años, y Victoria Eva, de dos".
Julien y Grisonas eran uruguayos y militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) que habían buscado refugio en Buenos Aires luego del "autogolpe" ejecutado en 1973 por el presidente Juan María Bordaberry y las Fuerzas Armadas orientales.
"Una partida de defunción perteneciente a una persona anotada como NN, muerta en la misma fecha y en el mismo domicilio, a causa de heridas por armas de fuego, fue la prueba que terminó por confirmar los relatos de los sobrevivientes", explicaron las fuentes. Y acotaron que Grisonas "sigue desaparecida mientras que sus dos hijos, fueron llevados a Uruguay, y luego a Chile, donde fueron abandonados en una plaza de Valparaíso, y luego adoptados legalmente por una familia de ese país".
Respecto de Ferrer, el juez "dio por probado que comandó el operativo, realizado el 14 de septiembre de 1976 en un departamento del barrio de Chacarita, en el que fueron secuestrados Ana María del Carmen Pérez embarazada de ocho meses- y Gustavo Adolfo Gayá, y fue asesinada la esposa de este último, Estela María Moya de Gayá, mientras que el hijo, de nombre Ernesto, de dos años, fue llevado a la casa de sus abuelos".
Ana María y Gustavo fueron llevados a Orletti, donde ya se encontraba Ricardo Gayá, conocido como "El Francés", oficial de la mesa de "Sindicales" de la Superintendencia de Seguridad Federal (SSF, la antigua Coordinación Federal) y simultáneamente militante del ERP.
Los dos hermanos fueron bárbaramente torturadosy los tres fueron asesinados. A pesar de que Ana María tenía un embarazo casi a término, sus captores decidieron matarla a ella y al bebé que llevaba en el vientre de un solo tiro en el pubis.
Los tres cuerpos fueron metidos en barriles metálicos rellenados con cemento y arrojados a un canal de San Fernando.
Los federales procesados se sumarán al juicio seguido al ex agente de la SIDE Miguel Ángel Furci y otros represores también imputados por Rafecas por delitos cometidos en "Automotores Orletti".
Los tres se encuentran en Marcos Paz desde su indagatoria y procesamiento por Rafecas, resolución que fue confirmada por la Sala I de la Cámara Federal.
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