Anuncian construcción de una usina para 2017

Es un emprendimiento termoeléctrico de 100 millones de dólares diseñado por Emesa para Mendoza y financiado por una UTE que lo gestionará10 años. Generará energía para 15 mil hogares, pero podría triplicarla en un año.

Aún lejos de recuperar la capacidad de autoabastecimiento para el país, el Estado nacional quiere sumar al sistema energético nacional 1.000 megavatios, mayormente adjudicándolos a privados a cambio de una tarifa pre acordada. 

En ese contexto, Mendoza ya se aseguró la construcción de una usina de generación termoeléctrica en la localidad de Anchoris, que, según lo previsto, desde abril de 2017 podrá generar 40,5 mw, suficiente para cubrir la demanda de unos 15 mil hogares.

Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista eléctrico) oficializó ayer, junto a otros 3 en el país, la adjudicación del proyecto diseñado por Emesa (Empresa Mendocina de Energía SA), que financiará y operará una UTE de 3 empresas. Se trata de una instalación que se alimentará de gas licuado de petróleo extraído del Sur provincial, según confirmó el Gobierno mendocino.

Pero la futura usina tiene una característica especial: es de escala. O sea, capaz de ampliar progresivamente su potencia hasta llegar a 120 megavatios a partir de 2017, lo que implica triplicar la energía para satisfacer la demanda.

Notoriamente satisfecho al confirmarse la adjudicación, el gobernador Alfredo Cornejo lo destacó como un hito de los últimos 20 años para Mendoza. “Después de (la represa)  Potrerillos es el primer proyecto que agrega potencia energética al sistema de la provincia”, remarcó  el mandatario. 

En cuanto a las características técnicas de la futura central, el subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú, lo consideró “innovador” y “un nuevo vector energético, que va a aumentar la producción de pozos, hoy desconectados del sistema, y las regalías para la provincia, además de generar energía más barata para el sistema”. 

La estimación apunta que le reportará unos U$S 3 millones anuales para el fisco mendocino por su venta. 

Luego de remarcar que servirá para revertir el “venteo” o pérdidas contaminantes de pozos (un 25%), Guiñazú trazó un horizonte de al menos 10 años de reservas que le asegurarían el combustible necesario a la planta, el mismo plazo previsto para el gerenciamiento privado. “Sin contar las inversiones por venir en exploración de gas”, redondeó.

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