Alta contaminación provoca baja efectividad para la vacuna de COVID-19

Alta contaminación provoca baja efectividad para la vacuna de COVID-19

La Ciudad de México es considerada una de las metrópolis más grandes del orbe y generan cada día 120 mil 128 toneladas de residuos sólidos urbanos, poco más de 5 mil toneladas por hora

Las personas expuestas a niveles altos de contaminación previo a la pandemia, tenían menores respuestas de anticuerpos a las vacunas contra la COVID-19, según un estudio impulsado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal.

El estudio fue en colaboración con el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP). Se define como la exposición a partículas finas (PM2.5), dióxido de nitrógeno (NO2) y carbón en blanco (BC) se asoció con una disminución de alrededor del 10 % en las respuestas de anticuerpos IgM e IgG en personas sin infección previa.

Los hallazgos, publicados en Environmental Health Perspectives, brindan más evidencia sobre los efectos adversos de la contaminación del aire en el sistema inmunológico. La contaminación del aire se ha relacionado con resultados adversos para la salud, incluidos el cáncer de pulmón, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias y la diabetes.

Recientemente, el investigador del ISGlobal Manolis Kogevinas y su equipo demostraron una asociación entre la exposición previa a la pandemia a la contaminación del aire y un mayor riesgo de desarrollar COVID-19.

“Se ha demostrado que los contaminantes del aire afectan las respuestas inmunitarias (...) por lo que en este estudio deseábamos determinar si la contaminación del aire también afecta las respuestas de anticuerpos a las vacunas COVID-19″, dijo Kogevinas.

Respuestas de los anticuerpos de la vacuna

Kogevinas y sus colegas analizaron datos de 927 participantes de la cohorte GCAT Genomes for Life (de 40 a 65 años), que respondieron cuestionarios y dieron muestras de sangre en el verano de 2020 (justo después del primer cierre) y en la primavera de 2021 ( después del inicio de la vacunación contra el COVID-19). Todos habían recibido una o dos dosis de las principales vacunas contra la COVID-19 administradas en España (fabricadas por AstraZeneca, Pfizer o Moderna).

El equipo de investigación midió los anticuerpos IgM, IgG e IgA contra cinco antígenos virales (tres de ellos sobre la proteína Spike contenida en la vacuna). La exposición a partículas finas (PM2.5), carbono negro (BC), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono (O3) se estimó para cada participante en función de su dirección antes de la pandemia.

“La contaminación del aire puede inducir inflamación crónica, lo que se ha asociado con un efecto negativo sobre la eficacia de la vacuna”, explica Carlota Dobaño, coautora principal del estudio, junto con Cathryn Tonne. “Nuestros hallazgos son consistentes con la evidencia de que los contaminantes orgánicos persistentes reducen las respuestas a las vacunas en los niños”, agregó.

Los resultados muestran que, en individuos no infectados por SARS-CoV-2, la exposición pre-pandémica a PM2,5, NO2 y hollín se asoció con una reducción de entre el 5 % y 10 % en los niveles de anticuerpos anti-Spike inducidos por la vacuna.

Esta disminución se observó tanto para las respuestas tempranas (IgM o enfermedad activa) como para las respuestas tardías (IgG o anticuerpos de inmunidad).

El pico de anticuerpos IgG tras la primera dosis fue más tarde en los participantes expuestos a mayor contaminación atmosférica, y los niveles reducidos de IgG persistieron durante varios meses después de la vacunación. Se observaron resultados similares para las tres vacunas.

Hasta el momento en México, 83.3 millones de personas vacunadas contra COVID-19. Es importante tener en cuenta este factor a la hora de recibir el inmunologico, pues la Ciudad de México es considerada una de las metropolis más grandes del mundo y generan cada día 120 mil 128 toneladas de residuos sólidos urbanos, poco más de 5 mil toneladas por hora.

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