Concentrado en remontar la debacle en la que se halla la economía, el Gobierno recibió con el Año Nuevo una señal más que reconfortante por parte de China. El presidente del gigante asiático, Xi Jinping, le comunicó al presidente Alberto Fernández, a través de un intercambio de cartas, que su país está dispuesto a encarar una asociación más estrecha y dispuesto a fondear iniciativas de beneficio mutuo.

Según divulgó la agencia de noticias china Xinhua, Xi se mostró favorable a "trabajar con Argentina para promover la cooperación de alta calidad" a través del proyecto más ambicioso en el que se haya embarcado el gigante asiático, conocido como la iniciativa de la Franja y la Ruta.

Meses atrás, el Gobierno argentino dio pasos en el sentido de asegurar a Beijing que pronto se sumará al plan con el que China busca propagar su influencia en todos los continentes y asegurarse una posición dominante en el escenario económico mundial por las próximas décadas.

"La Franja y la Ruta" busca restablecer aquella Ruta de la Seda que conectó siglos atrás Asia con Europa y Oriente Medio, pero aggiornada a estos tiempos. Según el sinólogo Gustavo Girado, una voz de escucha para los intelectuales del Instituto Patria, esta iniciativa “es el proyecto de infraestructura más grande del mundo y dispone de cuantiosos fondos a disposición para garantizar infraestructura y tecnología” en países que China considera “socios confiables para proveerle a largo plazo los alimentos y la energía que su economía necesita”.

Al respecto, el intercambio de misivas que reveló Xinhua da cuenta de que Fernández le aseguró a Xi Jinping que "la Argentina está preparada para fortalecer la cooperación con China en varios sectores, entre ellos el de las vacunas, e impulsar de forma conjunta el desarrollo de su asociación estratégica integral".

Obras prioritarias

Este lunes, en su primer dia de trabajo de 2021, Alberto Fernández aseguró que "este año la obra pública será la base de la reconstrucción económica argentina”, al encabezar desde Olivos un acto de puesta en marcha de 30 obras públicas para 16 provincias del país, por una inversión de $ 13.552 millones.

En efecto, el Gobierno tiene en gateras un ambicioso plan de infraestructura con una inversión récord en términos presupuestarios, con uno de cada diez pesos destinados a fondear obra publica. Sin embargo, con los mercados financieros temporariamente cerrados hasta que haya un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los recursos financieros deberán provenir del mercado de deuda local, o de acuerdos con otros estados u organismos de crédito.

Por su parte, los chinos ya dieron a conocer los proyectos donde tienen puestos los ojos. Entre ellos, figuran la renovación de ferrocarriles, varios corredores viales, el desarrollo de la Hidrovía Paraná-Paraguay, telecomunicaciones y redes 5G, y la cuarta central nuclear del país.

Asimismo, Beijing dijo estar lista para reforzar la cooperación con Argentina en la investigación, desarrollo y aplicación de vacunas contra el coronavirus, un campo en el que el régimen ha desplegado una "diplomacia de los barbijos" con cuantiosos préstamos y donaciones de material sanitario, como una forma de no perder influencia ante las devastadoras consecuencias que la enfermedad que emergió de su tierra ha tenido en todas las latitudes.

El acercamiento sino-argentino, acentuado durante las dos presidencias de Cristina Kirchner, levanta suspicacias entre los representantes de compañías de capitales estadounidenses y europeos en el país, que temen una "cancha desnivelada" y la concesión de licitaciones favorables a los asiáticos.

Si la crisis sanitaria lo permite, Alberto Fernández pretende viajar a China en 2021 y sellar formalmente la incorporación argentina a la iniciativa de la Franja y la Ruta.