Tal como se preveía, y pese a intención de la gobernadora María Eugenia Vidal, la obra del acueducto desde el río Colorado no comenzará este año, sino, en el mejor de los casos, en 2017.

Al menos así lo expresó  el ministro de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires, Edgardo Cenzón, durante un reciente encuentro con el diputado nacional, Sergio Massa, e intendentes del Frente Renovador.

El evento tuvo lugar en el Club Canottieri Italiani de Tigre con objetivo abordar las obras públicas que se realizarán desde el año próximo en diferentes sectores del territorio bonaerense.

"Para nosotros es muy importante el inicio de las obras en el Río Luján. Estamos previendo el inicio de los trabajos en 2017. Entre las tareas previstas, se encuentra la del acueducto del Río Colorado-Bahía Blanca, que es una deuda de muchos años en la zona sur de la provincia. Tenemos muchos trabajos en agenda", sostuvo el funcionario.

Cenzón mostró a los intendentes massistas la planificación para el período 2017 a 2019, con un plan integral de trabajos hidráulicos y acciones de saneamiento para los municipios.

A comienzos de mes ya había anunciado el pronto llamado a licitación para la construcción de tres multimillonarios proyectos considerados fundamentales por el actual gobierno: una nueva planta depuradora para La Plata, las mencionadas obras para evitar inundaciones en la cuenca del río Luján y la construcción del acueducto del río Colorado.

En la oportunidad el ministro dejó entrever que todas podrían comenzar en marzo de 2017, aunque Vidal pretendía que, a más tardar, en enero estuviesen en marcha.

A fines de abril, en una de sus últimas visitas a la ciudad, la gobernadora confió en que antes de fin de año iban a comenzar los trabajos y en forma coincidente se manifestó luego el titular de ABSA, Raffaele Sardella, quien sostuvo que la materialización de la obra era un hecho y que el anuncio de Vidal era suficiente para dar credibilidad a la misma.

Una obra compleja

Ya por entonces desde este diario se plantearon dudas sobre la real posibilidad de comenzar el acueducto este año, sobre todo porque no estaba terminada la tramitación del préstamo de 150 millones de dólares iniciado por el anterior gobierno con la Corporación Andina de Fomento (CAF) para financiar el 80% de los trabajos.

Incluso hasta ahora poco se sabe del proceso licitatorio que deberá instrumentarse y si efectivamente la Provincia ya cuenta con un proyecto definitivo de acueducto.

Todo indica que se construirá una planta potabilizadora en Pedro Luro y luego cuatro estaciones de bombeo --a lo largo de los 120 kilómetros que tendrá el acueducto de 1.200 mm de diámetro--, dos cisternas y un anillo de distribución.

Este acueducto apunta a ser una fuente complementaria de agua para la ciudad y no alternativa, es decir que se empleará las 24 horas los 365 días del año. Podrá aportar hasta 7.200 m3/hora, mientras actualmente se envían desde Paso de las Piedras entre 9.000 y 12.000 m3/h, de acuerdo a la época del año.

El anteproyecto del acueducto, aún hoy se desconoce el proyecto definitivo, señala que la obra permitirá abastecer a Bahía Blanca y su polo industrial, Pedro Luro, Hilario Ascasubi, Mayor Buratovich, Teniente Origone, Argerich, Médanos y Punta Alta.

Cuestión de costos

Inicialmente, según el plan acordado por la anterior administración provincial con la CAF y que todo hace prever que continuará el gobierno de Vidal, contempla en una primera etapa el desembolso de un crédito de 150 millones de dólares, pagaderos a 12 años con cuatro de garantía, más otros 37 millones de dólares aportados por la Provincia, para el tendido de la cañería de 12 km.

En una segunda etapa, si el gobierno bonaerense lo requiere, la CAF aportará otros 100 millones de dólares para la construcción de una planta potabilizadora en Pedro Luro y varias estaciones de bombeo.

La CAF ha financiado el dragado del canal de acceso al puerto local con 60 millones de dólares y varias obras en la UNS en lo que hace al mejoramiento de la infraestructura, a través del Estado Nacional.