Adiós a la herencia del pinochetismo

Adiós a la herencia del pinochetismo
Los comicios presidenciales de hoy en Chile marcarán simbólicamente el adiós a la vida política de los "coroneles", el grupo de líderes conservadores formados bajo la dictadura militar y que hasta ahora ocuparon cargos tan importantes como ministros o presidentes del Senado y la Cámara.
La retirada de quienes defendieron el modelo heredado de la dictadura tras el retorno a la democracia en 1990 fue simbolizada por el anuncio días atrás del ex candidato presidencial de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Pablo Longueira, quien dijo que no seguirá en política, tras padecer una fuerte depresión. "No sé si me interesa seguir en la UDI sin Longueira", dijo casi de inmediato el senador electo Iván Moreira, otro admirador confeso de la vida y obra del fallecido general Pinochet, bajo cuyo régimen fueron torturadas, ejecutadas o desaparecidas unas 38.000 personas.

Longueira, a quien en la familia Pinochet consideraban el favorito del general, fue desde 1990 el líder carismático de una derecha que durante años defendió tanto el modelo neoliberal de desarrollo de la dictadura como las violaciones a los Derechos Humanos. "Longueira abrazaba y besaba a mi abuelo", recordó incluso el ex capitán Augusto Pinochet Molina, nieto del dictador.

Pero no sólo Longueira estará fuera de la política. Tampoco tendrán cargos públicos en el futuro período legislativo el hoy ministro del Interior, Andrés Chadwick, el ex presidente del Senado Jovino Novoa y el ex candidato presidencial Joaquín Lavín. Todos otrora colaboradores y funcionarios de Pinochet.

A ellos se suman otros líderes conservadores que también estarán fuera del hemiciclo, como el hoy senador Carlos Larraín, de Renovación Nacional, o incluso la propia candidata presidencial oficialista, Evelyn Matthei, a quien ninguna encuesta da opciones para los comicios presidenciales de este domingo. Ninguno se postuló al Congreso y no podrán hacerlo hasta 2017, cuando varios rocen ya los 70.

"Distintos dirigentes hemos estado señalando que es bueno tanto para la UDI como para la vida política en general que se produzcan renovaciones, que se dé espacio a las nuevas generaciones, que vengan rostros distintos, nuevas motivaciones", dijo el propio ministro Chadwick.

Pero el retiro de los "coroneles" al menos de los pasillos del Congreso, no sólo simboliza el cierre de un ciclo, sino que también abre opciones de diálogos otrora imposibles entre la derecha y el centroizquierda.

Si resulta elegida, y con mayoría ya en ambas cámaras tras las legislativas de noviembre, Bachelet podrá desplegar una parte importante de su programa sin negociar con la oposición, debiendo pactar sólo en aquellas leyes que requieren quórums especiales, como las de reforma constitucional.

Pero esta vez la ex mandataria no tendrá al frente a los "coroneles" en el Congreso, sino a un grupo de políticos más liberales, algunos de los cuales están abiertos a desplegar cambios en distintos aspectos constitucionales.

Los "coroneles", que de jóvenes ayudaron al general a formar una juventud leal, y que de adultos defendieron su modelo de desarrollo neoliberal, verán por primera vez la política detrás de la primera línea, en la retirada más evidente de los líderes forjados por Pinochet.

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