La ciudad de Trelew consolida su compromiso con el ambiente a través de un programa educativo que involucra a más de 3.000 estudiantes y 180 docentes en actividades orientadas a la gestión responsable de los residuos y la construcción de hábitos sustentables. La iniciativa, impulsada por la Dirección de Educación Ambiental, alcanzó durante el primer semestre a 30 instituciones de todos los niveles educativos y se extenderá hasta octubre.
El programa se despliega en el marco del Plan de Educación Ambiental y el programa Eco-Educar, este último reconocido oficialmente por el Ministerio de Educación del Chubut y ejecutado junto a la Coordinación de Educación de la Municipalidad. Ambos enfoques persiguen un cambio cultural y social duradero desde las aulas, apuntando a que el comportamiento ambiental positivo tenga impacto real en el hábitat urbano y la economía regional.
“Con muchísimo compromiso, llevamos adelante el programa Eco-Educar en escuelas primarias, dirigido a estudiantes de cuarto y quinto grado”, explicó Erica Colombani, responsable de Ambiente municipal, quien lidera el equipo técnico de intervención en los establecimientos escolares. Las jornadas incluyeron dinámicas participativas y herramientas pedagógicas como juegos, estaciones interactivas y material digital para reforzar contenidos.
Durante el semestre, se realizaron 54 intervenciones presenciales en escuelas, alcanzando exactamente a 3.093 alumnos y 181 docentes, quienes participaron activamente de las propuestas. Las actividades se centraron en la separación de residuos en origen y la entrega de contenedores diferenciados, lo que permitió instalar el tema en la cotidianeidad del entorno escolar.
“Lo más valioso que vimos fue el cambio de actitud en los chicos: preguntan, proponen ideas, y hasta cuestionan cómo se maneja la basura en sus barrios”, subrayó Colombani. Esta interacción, según los equipos municipales, demuestra que los contenidos ambientales logran apropiación cuando se transmiten desde la práctica y con vínculo territorial.
El intendente Gerardo Merino ha situado la cuestión ambiental como uno de los pilares de su gestión, con una fuerte apuesta a la formación de una ciudadanía comprometida y consciente de su impacto en el ecosistema urbano. Esta línea de acción no sólo apunta al presente, sino que pretende generar una transformación cultural sostenible a largo plazo.
Además de las actividades lúdicas, cada escuela recibió contenedores para residuos secos y húmedos, lo que permitió comenzar procesos internos de clasificación y trabajo transversal con otras asignaturas. Varios docentes solicitaron materiales adicionales para profundizar las temáticas y continuar con las acciones durante el año.
“Las jornadas en las escuelas fueron muy dinámicas y valoradas tanto por docentes como por alumnos. Lo que buscamos fue construir conocimiento a través del juego y la participación directa”, señaló Colombani. El circuito de gestión de residuos propuesto gira en torno a la regla de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar.
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