El PJ, unido, rechaza el presupuesto de Vidal

El PJ, unido, rechaza el presupuesto de Vidal

Con asistencia casi perfecta, intendentes y legisladores de todas las tribus en las que se dividió el Frente para la Victoria después de 2015 se mostraron juntos, ayer, en rechazo del traspaso de los costos de subsidios a los municipios planteado por el presupuesto 2019 de María Eugenia Vidal . De igual modo, señalaron que es "inaceptable" el nuevo pedido de endeudamiento enviado por la gobernadora deCambiemos .

 

En concreto, los intendentes rechazan que la provincia les transfiera buena parte de los costos que Nación trasladó a Vidal: la tarifa social de electricidad y los subsidios al transporte (intramunicipal), además de subsidios de la Ceamse, al mismo tiempo que les fija un tope para el aumento de tasas (38%) y los obliga a usar el 100% del Fondo Educativo en obras (el 70% para los municipios del interior).

"El ajuste propuesto por Cambiemos a nivel provincial sigue la misma lógica del gobierno nacional: un presupuesto que no resuelve el déficit, sino que lo terceriza. La Nación hace que lo absorban las provincias y Buenos Aires, los municipios", señalaron los 25 jefes comunales reunidos ayer, a través de un comunicado.

Aunque en La Plata no se sorprendieron por la postura del kirchnerismo, más aún ante el clima preelectoral que ya se palpita en la provincia, lo cierto es que algunas alarmas sonaron ante la cohesión mostrada entre el bloque de Unidad Ciudadana y el PJ Unidad y Renovación, habitado por los diputados que responden a los intendentes "dialoguistas", así definidos porque apoyaron a Vidal en más de una votación de la Legislatura bonaerense, hasta el punto que Cambiemos le dio a este bloque de solo siete miembros la vicepresidencia de la Cámara baja.

Lo cierto es que la foto exhibida ayer en la Legislatura reproduce el buen diálogo que días atrás mantuvieron durante más de dos horas los intendentes peronistas en Avellaneda, convocados por el anfitrión Jorge Ferraresi. De hecho, varios de los asistentes se mostraron sorprendidos por como, después de casi tres años de cortocircuitos mayores y menores, los "duros" y los "dialoguistas" pudieron avanzar en acuerdos básicos de cara a 2019.

Los operadores políticos de Vidal, con su jefe de Gabinete, Federico Salvai , a la cabeza, esperaban que el bloque de los dialoguistas les aportara algunos apoyos para que Cambiemos (que tiene 44 legisladores propios) supere los 61 votos en la Cámara de Diputados. Son los dos tercios que requiere el endeudamiento. Con parte (o todo) del Frente Renovador, que tiene doce miembros, más las bancadas menores, la operación cerraba.

Planteada en extremo, la negativa de kirchneristas y peronistas dialoguistas obligaría a Vidal a cerrar con Massa , que desde el vamos puso una condición impagable para su apoyo: le planteó a la gobernadora separar las elecciones municipales de las provinciales y nacionales, para así salvar sus intendencias de la polarización. Al PJ y Unidad Ciudadana también les serviría que Massa acuerde con Vidal, para así poder iniciar el año electoral sin manchas en las solapas.

Difícilmente prevalezcan los extremos. Los intendentes (kirchneristas, dialoguistas y massistas) esperan que las condiciones extremas para sus finanzas que plantea el presupuesto de Vidal sean la punta de lanza para empezar a negociar.

Los dialoguistas y peronistas del interior, a su vez, casi que desean que Massa asuma esa negociación. "Sergio va a negociar y después va a promocionar que él salvó a los municipios. Ojalá lo haga, si mejora nuestra situación", le confió un intendente a LA NACION.

Vidal, por su parte, que inicialmente planteó la negociación con solo dos terminales, Massa e Insaurralde, ya salió a cazar votos en los bloques menores y los diputados díscolos. Por ahora, al igual que kirchneristas y massistas, juega a poner la pelota en el bando rival, para dividirlo. El desenlace no parece estar cerca.

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