Tras el cruce, Macri y Carrió bajan la tensión

Tras el cruce, Macri y Carrió bajan la tensión

No son la pareja perfecta, como quedó claro en una semana en la que afloraron el enojo y la desconfianza en proporciones similares. Pero Mauricio Macri y Elisa Carrió parecen haber encontrado la fórmula ideal para que la sangre no llegue al río.

 

Cuando algo enciende la mecha, en este caso la decisión de terminar con los canjes de pasajes aéreos en el Congreso, el silencio y los discretos intermediarios hacen lo suyo para que nada dañe una alianza que les sirve a ambos protagonistas.

Nadie confirma una charla entre ambos, luego de que Macri criticara duramente el sistema de canjes de pasajes por efectivo y Carrió dijera que "el Presidente no sabe lo que es ser decente, siempre viajó en helicóptero o en avión privado" para hacer campaña. "No hablaron porque no hace falta", dijeron muy cerca del Presidente.

Carrió sí habló, según pudo confirmar LA NACION, con sus habituales interlocutores en Pro: Fabián "Pepín" Rodríguez Simón y José Torello.

"Tranquilos, yo sé quiénes son ustedes. Quise decir austero y dije decente", le explicó Lilita a uno de ellos, dando por cerrada la controversia.

El mensaje de "todo OK con Carrió" llegó al celular del jefe de Gabinete, Marcos Peña, que hasta se permitió mostrarse afectuoso en una entrevista posterior con el diario chileno La Tercera. "A Carrió la queremos mucho y la valoramos enormemente, y entendemos sus opiniones. Después ella tiene sus puntos, dentro de la absoluta libertad para expresar sus posiciones", dijo Peña, uno de quienes ha mejorado su relación con la volcánica líder de la CC-ARI.

Keep calm and going on", suele decir Pepín cuando le piden una definición sobre la receta que hace que dos antiguos rivales ni piensen en romper la coalición que los une.

Más allá de la decisión conjunta de bajar el tono, el encontronazo esta vez fue fuerte. Carrió sintió que Macri aludía a ella cuando apoyó que los diputados bonaerenses y porteños dejen de canjear sus tramos aéreos por efectivo, y más después de que trascendiera que ella misma era la que más dinero cash había recibido en ese concepto durante 2017.

"¿Quieren que sea un empleado público, que no viaje más?", explotó Carrió, en el mismo programa en el que amenazó con "jubilarse" y volver a trabajar como abogada. "Macri, en el fondo, piensa que los diputados son todos vagos y que ganan más de lo que corresponde", coincidieron, lejos de los micrófonos, un diputado macrista y un "leal" a la diputada.

Ni Peña, ni Mario Quintana desconocen que Carrió está "sin filtro", y dirá siempre lo que no le gusta del Gobierno. "Se sintió tocada y saltó. Nos faltaron el respeto a los diputados", la respaldó uno de los referentes legislativos de la CC-ARI.

"Ella va a seguir diciendo que no le gusta (Daniel) Angelici, que (Ricardo) Lorenzetti es un corrupto o que (Germán) Garavano es un poste y está haciendo las cosas mal, y eso no quiere decir que Macri los tenga que echar o pelearse con ellos. Sabe que no es tan sencillo", afirmó otro de sus habituales voceros.

El martes, al entrar a la Casa Rosada, Garavano negó haber hablado con Carrió. "No hay problema, siempre tiene que haber un Garavano para pegarle", bromeó el ministro.

Macri y Carrió saben lo que los diferencia, pero eligen privilegiar las coincidencias. Con los buenos oficios de Fernando Sánchez-el lilito que hoy trabaja a las órdenes de Peña y Quintana- y de la propia Juliana Awada, que más de una vez ha colaborado para suavizar asperezas, Macri y Carrió suelen terminar las disidencias días después del conflicto, con algún almuerzo o café mediante.

"Ellos dos están muy bien, a pesar de los chisporroteos. Cambiemos no corre riesgos. Seguramente van a hacer campaña juntos el año que viene", asegura un vocero de la diputada para alejar cualquier posibilidad de divorcio en una pareja inusual.

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