El revocatorio contra Maduro se vuelve una carrera de obstáculos

El revocatorio contra Maduro se vuelve una carrera de obstáculos

La oposición denuncia que los pasos presentados por las autoridades electorales están llenos de trabas para demorar el proceso y evitar que se vote durante este año.

a oposición venezolana mantiene su carrera contra reloj en busca del referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro , pese a los vientos y las mareas que la revolución interpone en su camino. A regañadientes, el Consejo Nacional Electoral (CNE) tuvo que declarar válidas 1.352.000 firmas. Ahora toca reconfirmar la identidad de los firmantes a través de las máquinas captahuellas, las mismas que se utilizan para las jornadas electorales, cuyo uso se ha extendido ahora a los supermercados para racionar los productos básicos.

"Tenemos seis veces más firmas que las necesarias [195.000, el 1% del censo electoral] para pasar esta frontera", dijo Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD). La oposición ha adelantado que las cinco jornadas de que dispone para esta verificación se realizarán entre el 15 y el 20 de este mes, a la espera de la confirmación oficial, que estaba prevista para ayer. En esos días, se instalarán casi 200 puntos de captahuellas en todo el país, la mayoría en las sedes del CNE.

El primer escollo no está ni mucho menos resuelto. Poco importa que la movilización nacional para votar sobre la continuidad de Maduro posibilitó que se recogieran en principio dos millones y medio de firmas. "En el proceso de verificación irregular rebanaron 607.000 firmas", de las 1.959.000 entregadas, denunció el vocero de la oposición.

Los motivos para la invalidación fueron por registros en blanco, duplicados, inconsistencias y errores en los datos, muchos de ellos tan absurdos como usar la letra ñ o como firmar en un estado distinto al de residencia. Hubo incluso diputados de la oposición que firmaron en la propia Asamblea (Distrito Capital), pero que viven en el este de Caracas (estado de Miranda), cuyas firmas fueron anuladas. También se descubrieron 10.953 "muertos".

"Las rectoras descartaron firmas por cosas como que en la planilla la persona puso presidente con ce en vez de con ese", se quejó Henrique Capriles, gobernador de Miranda y principal impulsor del revocatorio.

El último obstáculo inventado por el CNE es una "etapa de arrepentimiento", durante la cual los que quieran pueden retirar su firma. Y todavía falta conocer cómo afectará al proceso otra regulación sacada bajo la manga revolucionaria: el 1% del censo se debe superar estado a estado, no a nivel nacional. La mirada está puesta en los tres estados más pequeños, en los que no se recogieron tantas firmas y en donde muchas de ellas han sido eliminadas.

Si, pese a todo, la oposición supera esta primera parte del proceso, la siguiente es una cuesta aún más empinada: debe recolectar cuatro millones de firmas (20% del censo) para que finalmente se convoque el referéndum. La verificación de la identidad de estos firmantes se hará sobre el terreno, en el propio colegio electoral, como si de un voto se tratara.

De superar estos retos, se llegaría a la votación del referéndum, donde la MUD y los chavistas disidentes, que ya han anunciado su voto contra Maduro, deben sobrepasar la marca de 7,5 millones alcanzados por el "hijo de Chávez" en las elecciones presidenciales de 2013.

Cada paso opositor se da a cámara lenta: el CNE ya ha ganado 39 días en un proceso que no debería haber transcurrido más allá de los cinco días que establece la normativa. La comparación es aplastante: la verificación de los 10 millones de firmas contra el decreto de Barack Obama en 2015, pedida por Maduro, tardó sólo 48 horas.

El presidente tiene, por supuesto, su propia versión de lo ocurrido: "Más del 30% del paquete que entregaron es ilegal y defectuoso. [El llamado a revocatorio] está invalidado", algo que de momento no aparece en ninguna de las directivas del CNE, ya que pese a todo sobran más de un millón de firmas.

Maduro también desmintió que esta "opción" constitucional esté sobre la mesa de diálogo, en respuesta a la reunión de José Luis Rodríguez Zapatero con el "monstruo de Ramo Verde", Leopoldo López, a quien calificó de "bruto malagradecido del año".

Maduro volvió a acusar a Capriles de incitar a la violencia, incluso amenazó con una acción del Ministerio Público. "No se puede estar desobedeciendo la ley permanentemente", advirtió.

Policías bolivarianos reprimieron anteayer, con gases lacrimógenos y perdigones, a los opositores que pretendían protestar ante el CNE. Capriles fue agredido, por segunda vez en un mes, por uno de los agentes, que lo roció con gas pimienta. Maduro dijo que el gobernador lucía como "drogado" y dijo que descubrió el porqué de sus protestas: "Pareciera tener un recalentamiento de ovarios".

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