La UCR denunció que el pasado sábado, el Comité de La Quiaca y la casa de la concejal Elías, quien fue amenazada, amanecieron pintados con leyendas agraviantes, justo horas antes de que se realizara la sesión para nominar autoridades, tras la resolución judicial que había permitido destrabar el conflicto. Sin embargo, el Concejo no pudo tomar los juramentos de los ediles ni tampoco elegir autoridades ante la caída de la sesión por falta de quorum.

Pintadas en La Quiaca.

El senador nacional y titular del radicalismo jujeño, Gerardo Morales, rechazó el clima de violencia, expresó su respaldo a la concejal Elías y convocó a pacificar la provincia y los municipios para que los procesos políticos institucionales puedan desarrollarse en el marco del estado de derecho. “Hacemos un llamado a la paz y les pedimos a los responsables de cometer estos hechos de violencia que paren con estas actitudes, porque los jujeños necesitamos encontrarnos y unirnos para trabajar por Jujuy”.

“En 1983 hemos recuperado la democracia y con ella la posibilidad de expresar nuestras ideas políticas y convivir de manera pacífica en la diversidad que somos. La democracia es una conquista irrenunciable que debemos proteger porque es el logro más importante que hemos conseguido los argentinos” dijo y reiteró la convocatoria a terminar con la violencia política en Jujuy.

El conflicto

La concejal Elías explicó que de los tres concejales que debían tomar juramento a los concejales electos en los comicios de 2013, sólo se hicieron presentes dos, ya que el tercero tuvo que hacerse cargo del Poder Ejecutivo, ante la sugestiva ausencia del intendente Dante Velázquez.

La edil que eventualmente presidió la sesión hizo lugar a una denuncia contra el concejal Miguel Tito e impidió que este prestara juramento, por lo cual se desató en el recinto un álgido debate que concluyó con el retiro de dos concejales. De esta manera, la sesión cayó por falta de quorum y ningún edil prestó juramento, como tampoco fueron elegidas las autoridades del cuerpo, tal como lo había dispuesto la justicia tras levantar una medida cautelar que mantuvo paralizado ese parlamento por varios meses.

La concejal Elías rechazó que concejales pretendan erigirse en jueces, pero además criticó duramente al intendente Velázquez y observó que la parálisis del Concejo Deliberante ha permitido que el intendente continúe sin rendir cuenta de los recursos públicos.

Alejandra Elias solicitó al Gobierno de la Provincia que brinde garantías para que el Concejo Deliberante pueda funcionar y reclamó que el Intendente cumpla con su función al frente del Municipio para que los seis concejales puedan asistir a la sesión que debería marcar la normalización de la actividad parlamentaria.

La concejal Elías interpretó que las amenazas y pintadas a su casa y al Comité radical, tuvieron como objetivo amedrentarla para que no participara de la sesión que se realizó este sábado. “Fue evidentemente un manotazo de ahogados del Poder Ejecutivo Municipal que cuenta con el apoyo del Gobernador Fellner y que busca atacar a quienes quieren trabajar y servir al pueblo”.

El diputado Jorge Rizzotti recordó que el radicalismo ha realizado “los esfuerzos necesarios para destrabar el conflicto institucional de La Quiaca, darle institucionalidad y garantizar que funcione el Concejo Deliberante, frente a denuncias de corrupción y de incumplimiento de los deberes de funcionario del Intendente Dante Velázquez que tiene el apoyo del Gobernador Fellner”.

Apreció el legislador que los ataques a la concejal Elías “tienen que ver con la metodología del tándem Eduardo Fellner y Milagro Sala, que buscan instaurar la violencia en el contexto político”.

Señalo Rizzotti que la alianza clara entre Fellner y Sala -que se ha evidenciado claramente en la apertura del año parlamentario- revela de alguna manera el intento de “institucionalizar la violencia”. Observó que “los jujeños están hartos de esos sucesos, de hecho más del 70 % de la población reclama un cambio”.

Finalmente el legislador hizo responsable de las derivaciones que pudiera tener la creciente ola de violencia política a Fellner y Sala.

Por último, la diputada nacional Gabriela Burgos repudió las prácticas violentas y dijo que “los concejales que han sido electos por el voto popular tienen que llevar adelante su mandato. La política debe seguir los cauces democráticos y se debe garantizar la institucionalidad”.