Sin lugar a novedades, en el decálogo sindical una medida de fuerza se constituye en la bala de plata de cualquier organización.

Se amplifica el efecto si consideramos la misma definición para centrales obreras. Por allí deambulan hoy las CGT en camino de reunifi cación y las CTA libradas a la desconsideración del Gobierno, sea cual fuere el discurso que potencian. Pablo Micheli, líder de la CTA Autónoma, dijo que “los motivos para un paro sobran como nunca”. “Estamos en una etapa de resistencia en el campo popular”, entonó Hugo Yasky, jefe de la CTA de los Trabajadores. Ambas centrales no ocultan deseos de volver a ser una sola CTA.

El impuesto al sueldo ya no ocupa el primer

eslabón de la cadena de reclamos sindicales

Con perfil más estratégico, conscientes de que alinean a los sindicatos más poderosos, el triunvirato en vías de consolidación tuvo palabras de Juan Schmid, “seguramente va a haber alguna posición frente al congreso del 22 de agosto y se lleve adelante un plan de acción”.

El rosarino titular de Dragado y la poderosa CATT que agrupa a los transportistas, fue el redactor del mensaje que ofrecieron las CGT (autoexcluido Luis Barrionuevo) y las CTA el 29 de abril. En aquella concentración multitudinaria fue el mismo Schmid quien leyó el documento, valor agregado para el diagnóstico social con pronóstico de tormentas.

Sin embargo, las superestructuras e incluso quienes intentan talarle los tobillos para que no llegue a la jefatura cegetista, fueron minando el camino de alguna medida en concreto. A todas luces, en simple comparación las huelgas nacionales contra el impuesto al sueldo parecen hoy postales en tonos sepia. “Son las reglas del juego”, admitían varios jefes gremiales a BAE Negocios, muchos de ellos alineados en frentes opuestos de cara a la reunificación.

El escenario y las interluchas gremiales conforman un capítulo de la cinematografía rumana o iraní respecto de la comprensión a simple vista, es así que enfrentados con Micheli, el secretario de ATE, Hugo “Cachorro” Godoy, afirmó que se realizará un paro para la primera quincena de agosto en el que participarán siete provincias, trabajadores estatales y parte del gremio docente.

ATE en sus diferentes versiones ha demostrado, discusión del poder de fuego aparte, acción concreta contra el modelo neoliberal imperante.

Los primos cegetistas discutirán, el 5 y el 22 de agosto, su nueva conducción, pero también el amplio rosario de lamentos respecto de suspensiones, despidos, posturas críticas, supervivencia, fuego amigo o alineamientos ante el Gobierno de Cambiemos; referir en detalle implicaría una extensa monografía.

Textiles, metalúrgicos y alimentación, gremios

afectados por apertura de las importaciones

Ejemplo a mano, Juan Schmid declaró que no hay protección o inmovilidad ante clamores populares respecto del escenario de los trabajadores; el rosarino precisó que “hay tensión” producto de la situación social y económica y admitió que la demanda por la modificación del Impuesto a las Ganancias “es uno de los reclamos, no quizás el más importante”, respecto del presente.