En poco tiempo se puede hacer mucho… o nada

En poco tiempo se puede hacer mucho… o nada

En las primeras semanas  de asumir sus cargos algunos funcionarios provinciales mostraron que pueden gestionar sin que el tiempo sea un condicionante. “Esperen a que se acomode” es una frase utilizada por los diferentes operadores políticos de los ministros y nuevos intendente que asumieron hace 24 días. 

Pero los tiempos políticos que transcurren exigen mayor premura en las decisiones. Ya no importan los costos políticos, se necesita gestión para lograr el preciado “bien común”; a pesar de que esas medidas sean malquistas o impopulares. Y cuando los colores políticos de Nación y Misiones no coinciden, lo importante se convierte en urgente. Pero esto no fue inconveniente para algunos sectores de la Renovación, que inmediatamente se reunieron con operadores de primera línea del Pro para poder beneficiar a la provincia.

Fue el caso del presidente de la legislatura Carlos Rovira, quién mantuvo una reunión privada con el  Ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación, Rogelio Frigerio y con Emilio Monzó, actual presidente de la Cámara de Diputados y el estratega político de Mauricio Macri. “Infraestructura hablen con Rogelio y del armado político dialogá con Emilio”. La frase de Mauricio Macri que se repitió durante estos últimos días. Consciente de que el poder futuro de su gobierno tendrá que dirimirse en el Congreso, Macri envió a dos de sus más importantes dirigentes a dialogar con el hombre que maneja el poder político en Misiones y puede “bajar línea” a los diputados y senadores misioneros, en caso que Macri lo necesite. Como moneda de cambio, en la tertulia se solicitó una lista de obras para la provincia. La reunión fue tan amena, que un momento Monzó sorprendió al decir que “el Pro utilizó el manual de estilo de Carlos Rovira”, para la campaña electoral y la obtención de poder político. Risas cómplices… y luego de unos segundos, los diálogos continuaron.

Otro lugar de acción fue en el concejo deliberante posadeño. Ahí se tejieron, si puede aceptarse el término, los primeros hilos para una posible oposición “unida” para 2017. El primer paso fue ponerse de acuerdo para decidir quien iba a presidir el cuerpo deliberativo. Las elecciones generales dejaron un concejo con ocho opositores y seis oficialistas. Con lo cual lo lógico era que lo presidiera un opositor. Finalmente el resultado fue ese, ubicándolo a Alejandro Velázquez (CET) como el presidente. Pero después del “triunfo” político, hay que gestionar. Y de manera inmediata; puesto que Maggi Solari (ex presidente del Concejo posadeño) dejó un déficit de más de 15 millones de pesos. Cuáles fueron las primeras medidas de Velázquez: sincerar cuentas, echar a los “ñoquis”, luego de revisar números dar un aumento de sueldo a los empleados de planta y por último reunirse con el intendente actual Joaquín Losada (FR). Todo eso en menos de 15 días.

Los tiempos lo piden. Premura en las decisiones sin importar los costos políticos que se paguen. A nivel nacional Mauricio Macri hizo lo propio: en sus primeros 20 días de gobierno, el presidente pagó altos costos políticos por reformar leyes emblemáticas del kirchnerismo con decretos de necesidad y urgencia (DNU). Si bien recibió críticas por no abrir negociaciones políticas previas con el Congreso, el núcleo duro del macrismo apostó a "mostrar los dientes" en los primeros 100 días. En este sentido  Macri usará todas sus facultades constitucionales en los primeros tres meses, porque el kirchnerismo no desea que el Pro gobierne. Pero las criticadas medidas por DNU son ineludibles para destrabar la economía y fortalecer la gobernabilidad de Mauricio Macri. Es por eso que el Gobierno nacional apostó a avanzar con su agenda, pese al costo político.

Después tenemos la contra cara. Es el caso del intendente posadeño Joaquín Losada. Quien en poco tiempo solo se “adaptó”. Pero el municipio necesita más que: “adaptarse”. Las calles sucias, los barrios abandonados, los recolectores de residuos sin horarios continuos, semáforos que no se encuentran sincronizados, un tránsito desquiciado. En Posadas se notó el cambio, pero fue un cambio de retrocesión. “Dale tiempo” te dicen los operadores de Losada, para apaciguar las críticas de los medios de comunicación. Que no son necesarios, porque el ciudadano posadeño vive el día a día de una ciudad acéfala de gestión. Repasemos que hizo en estos últimos 24 días: aumentó el boleto de transporte urbano de pasajeros, nombró a sus familiares en la municipalidad y elevó el gasto público. Hay que agregar que brilló por su ausencia en el Comité de Emergencia al cual él pertenece por ser jefe comunal, en los últimos temporales que azotaron barrios de Posadas y dejaron como saldo a más de 1.500 personas sin asistencia municipal. Desde su propio círculo íntimo, comentan que ésta será la impronta de su gestión. Una persona que ve a la política como un quehacer de negocios para sí mismo con el municipio. Tal es la urgencia de los “negocios” que ordenó a sus “amigos” de mayor confianza a crear una “catarata” de empresas fantasmas, para que el municipio les facture montos millonarios a estas compañías, por servicios que nunca prestan.

Las cartas están echadas. Los tiempos ulteriores piden reacción, acción y gestión. Pero ya. El funcionario que no logre reaccionar con premura a problemas cotidianos o solo vea a la función pública como un momento para hacer negocios propios, será devorado por  la política realista. Por eso, el  potencial de cada  político se pondrá a prueba al igual que sus capacidades, donde el  mayor obstáculo será  tener que demostrar que la cotidianeidad no los perjudicará; ya que el fututo de todos los que hoy ejercen el poder, dependerá del resultado que obtengan y para que todo salga bien, saben que deben ser previsores. Algunos creen en su capacidad de gestión y en su muñeca política y, aunque el futuro parezca complicado y sea impredecible, todo dependerá de sus acciones.

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