El resultado de las elecciones en la provincia de Río Negro dejó en evidencia las fuertes disputas internas que vive el Frente para la Victoria provincial. A pesar de que desde Nación intentaron disciplinar, los números están a la vista. ¿Cómo se explica el triunfo de Alberto Weretilneck en localidades como General Roca y Bariloche? 

Para Miguel Angel Pichetto, el apellido Soria no es sinónimo de beneplácito. 

En 2007, el actual senador intentó sin éxito quedarse con la Gobernación. En ese año los Kirchner armaron la Concertación y pidieron a todos los “peronistas” rionegrinos, que apoyaran a Miguel Saiz. Los votos que entonce sacó Carlos Soria en Roca no acompañaron el proyecto “Pichetto Gobernador”. 

En 2011, el jefe de la bancada kirchnerismo tenía todas las chances de ser el candidato a la Gobernación por ese espacio. Por trayectoria y por obediencia era el candidato natural del FpV. Sin embargo la Rosada en ese se inclinó por el ex jefe de la SIDE, el entonces intendente de General Roca, Carlos Soria. Con Soria el peronismo recuperó la Provincia después de 28 años de hegemonía radical. 

Esta elección fue sin dudas la última chance que tenía Pichetto de cumplir ese sueño. Sueño que nuevamente se vio truncado. Otra vez el apellido Soria aparece como determinante. El actual intendente de Roca jugó hasta el límite con la posibilidad de ser el candidato a la Gobernación. Pero claro, esta vez le tocaba a Pichetto. El 3 de mayo pasado, Martín Soria, consolidó su hegemonía en el municipio de Roca con más de 70% de los votos. Hoy Pichetto sacó en esa misma ciudad el 40% de los votos y no le alcanzó para ganarle a Weretilneck. 

Martín Soria y María Eugenia Martini, dos figuras de la nueva política, se perfilan, más allá de la victoria del Gobernador hoy, como los ganadores de ésta que sin dudas será la última batalla de un viejo caudillo en su provincia.