En un cambio de estrategia, algunos sindicatos prefieren adelantar sus paritarias para asegurarse una suba ahora y, en caso de que sea necesario, renegociar en unos meses. Es que, argumentan, el acelerado encarecimiento del costo del vida ya se absorbió los incrementos conseguidos en 2013, y que aún están vigentes.

Pero no sólo los urge la inflación. Otro factor que los movilizó para acelerar las negociaciones es el panorama que se proyecta en el corto plazo. Los gremios vislumbran una caída en la actividad con lo que más adelante le resultaría difícil conseguir los porcentajes que aspiran.

La situación fue conversada hace dos días por la cúpula de la CGT oficialista, consigna el diario Clarín. Y es lo que intenta lograr el Sindicato de Comercio, que representa a la mayor cantidad de trabajadores del país, cerca de un millón.

Su paritaria se vence el 30 de abril, el nuevo acuerdo entra en vigencia el 1° de mayo y los afiliados cobran el aumento en junio. No obstante, el titular del gremio, Armando Cavalieri, comenzó la semana pasada las negociaciones con las patronales, la CAME y la Cámara Argentina de Comercio, donde reclamó discutir ya la paritaria con la intención de cobrar el aumento con los sueldos de abril y no en junio, sostiene el matutino.

Y es que el escenario que anticipan los mercantiles para su sector no es favorable. Ayer, incluso, la CAME informó que "las cantidades vendidas por los comercios minoristas volvieron a caer fuerte en marzo, al registrar un descenso del 7,2% en comparación al mismo período del año pasado". "Hay que remontarse a octubre de 2009 para encontrar una tasa de caída anual mayor a la actual", remarcó.

La propuesta salarial que reclama el gremio liderado por Armando Cavalieri es un aumento del 31% acumulativo en tres cuotas, rechazado hasta ahora por las cámaras patronales. Los acuerdos paritarios que ya se cerraron lo hicieron en apenas por debajo del 30 por ciento mientras que en el caso de los docentes bonaerenses y de la Ciudad se sellaron mejoras por encima de ese nivel.

El Gobierno también busca acelerar el cierre de las paritarias para bajar los niveles de conflictividad gremial, a la vez que intenta reducir las expectativas inflacionarias ya instaladas para el segundo trimestre del año por las subas de combustibles, que continuarán durante abril.

La Federación de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) exige también adicionales salariales por especialidad de convenio, pero la propuesta choca con la oposición de la Cámara de Comercio (CAC) y la Cámara de la Mediana Empresa (CAME). El titular de la CAC, Carlos De la Vega, y el de la CAME, Osvaldo Cornide, volverán a verse las caras con Cavalieri este jueves, en horario y lugar a confirmar.

Las partes estuvieron a punto de cerrar un acuerdo del 25% en dos cuotas, 15% en abril y 10% en julio, más dos pagos no remunerativos de 1.500 pesos, pero tras los acuerdos de UOM y la UOCRA el gremio no quiere una mejora salarial inferior a la de esos sindicatos, del 29,6% final.

Otro gremio que también quiere empezar ahora sus paritarias es el Sindicato del Petróleo y el Gas. “A principios de año acordamos una suma puente, pero ahora que ya sabemos que la inflación rondará el 30/35% queremos negociar todo el salario. Exigiremos un aumento del 35%”, dijo a Clarín el titular del gremio, Alberto Roberti.

Los gastronómicos de Luis Barrionuevo también se manifestaron en ese sentido. “Voy a pedir 12% para compensar la inflación de noviembre, enero, febrero y marzo y otro 30% por el resto del año”, fundamentó el dirigente que junto con Hugo Moyano convocaron a un paro general para el jueves 10 de abril.

Las aspiraciones de Barrionuevo con una suba del 42% son de las más elevadas conocidas hasta el momento, aunque los niveles de acuerdo salarial que ya se están cerrando están bastante por encima de lo que proyectaba la Casa Rosada, que si bien nunca manifestó un tope, prefería no superar el 25% para no meter más presión sobre precios.