Nación no quiso poner en el aeropuerto

El gobierno nacional prometió 22.500 millones para modernizar 19 estaciones aéreas, pero al de Rosario le dijo que no, revela su presidente, quien vislumbra intereses privados que pretenden entrar en el negocio del aeropuerto de Fisherton.

En un nuevo capítulo de una de las novelas que más rating tuvo en el verano, el presidente del Aeropuerto Internacional Rosario, Raúl Garo, reveló que el gobierno nacional no quiso aportar un peso para el desarrollo del plan de infraestructura de la estación aérea que anunció el gobernador Miguel Lifschitz a mediados del año pasado. "Hicimos intensas gestiones, pero fueron negativas, no hubo ningún fundamento y tuvimos que tomarlo como una actitud", explicó el funcionario a Rosario/12.

Por otro lado, y ante las críticas que recibiera la administración provincial en los últimos días, Garo dijo que "no tiene dudas" de que hay intereses privados que pretenden que el AIR pierda el manejo público.

Acompañado por la intendenta Mónica Fein, el gobernador posó para los flashes a principios de junio para anunciar el ambicioso plan de reformas. Prometió esa vez el desembolso de 450 millones de pesos para la construcción de una nueva terminal para vuelos internacionales de 9 mil metros cuadrados cubiertos con capacidad para unos 400 pasajeros, y la instalación de mangas telescópicas destinadas al embarque de pasajeros para que cinco aeronaves puedan estar estacionadas al mismo tiempo en toda la plataforma. El plan también contemplaba diversas obras que incluyen mejoras en la conexión con las autopistas a Córdoba y Santa Fe.

En el segundo semestre de 2016 el aeropuerto quedó expuesto a raíz de la falta de obras en las calles de rodaje y la necesidad de utilizar tractores para trasladar los aviones desde la pista a la plataforma. Cuando los funcionarios santafesinos fueron a golpear las puertas del gobierno nacional no encontraron apoyo para concretar el plan de mejoras. Garo contó que las gestiones se efectuaron ante el Organo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) y el propio ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, pero ambos dieron un no categórico como respuesta. "Se nos contestó que no iba a haber partidas presupuestarias para inversiones en programas de infraestructura. Santa Fe se tiene que defender solo", señaló el administrador del Islas Malvinas, quien adelantó que las obras comenzarán de todos modos este año, con el llamado a licitación de la nueva terminal.

Dietrich anunció hace cuatro meses que el gobierno nacional invertirá la friolera de 22.500 millones de pesos para modernizar 19 aeropuertos argentinos. Pero Rosario, a pesar de ser la tercera ciudad del país, ni siquiera tuvo lugar en el banco de suplentes del selecto equipo. "Sin explicación alguna hubo una obcecada negativa de disponer de fondos", recordó Garo y observó que las estaciones aéreas elegidas "están concesionadas" a entes privados. Por ende, consideró que en la presidencia Macri "no hay una mirada federal, abarcativa, por lo menos en lo que le toca a Santa Fe, que no está tocado por esa varita mágica".

La semana pasada, la Asociación Rosarina de Agencias de Viajes (ARAV) se retiró de la comisión asesora que agrupa estamentos públicos y entidades privadas. Su presidente, Lisandro Cristiá, se excedió al hablar de "aeropuerto de cuarta" y pidió una "proyección distinta". Garo dice que no le consta que detrás de los dichos de Cristiá haya intenciones de acercar una administración no pública, pero sí reconoció que "el privado mira el crecimiento del AIR como un negocio y debe haber voces que lo representan", lanzó. "Hoy el aeropuerto aparece con una luz propia: con 515 mil pasajeros entre arribos y partidas en 2016, tiene 24 operaciones diarias de aviación comercial. Esto está visto con un significado importante dentro de los aeropuertos de nuestro país", dijo el funcionario socialista y ratificó: "Que hay intereses, los hay". En ese sentido, el presidente del directorio de Aeropuertos Argentina 2000, Rafael Bielsa, dijo que la empresa que tiene a su cargo 33 estaciones aéreas del país no hizo ninguna oferta para quedarse con el Islas Malvinas.

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