Los severos problemas financieros que atraviesan más de la mitad de los municipios de la provincia ya se manifiestan, en varios distritos, en drásticas medidas de ajuste y recorte de gastos. De cara al último tramo de un año donde el éxito pasó por evitar desbordes, muchos intendentes todavía no resolvieron cómo pagarán en diciembre el aguinaldo de sus empleados.
Esta tarde, jefes comunales que responden a la UCR, al GEN de Margarita Stolbizer y al cobismo conformaron en La Plata un Foro de Intendentes del Acuerdo Cívico y Social (ACyS). Allí confluirán unos 35 jefes comunales bonaerenses. Uno de los temas centrales en la agenda de este espacio será el financiero. El Foro buscará la unidad de los intendentes opositores para "plantarse", en bloque, frente al Ejecutivo a la hora de reclamar fondos, dijeron a esta agencia varios integrantes del relanzado espacio.
Es que, a diferencia de los optimistas pronósticos oficiales, los intendentes creen que en 2010 seguirán padeciendo complicaciones económicas. De hecho, ya plantean fuertes subas de tasas que llegan en algunos casos hasta el 40 por ciento.
En el Gobierno provincial admiten que 58 municipios tienen serios problemas financieros, con un déficit total de alrededor de 300 millones. Además, estiman que el Estado deberá asistir a otras 40 comunas con unos 40 millones de pesos extra para que puedan cerrar el año. Los problemas de las economías municipales impactan en la calidad de vida de sus habitantes: las cesantías y recortes de jornadas laborales se traducen por ejemplo en un deficitario mantenimento de caminos y parquizados; la baja en la compra de medicamentos en la atención de hospitales; el recorte en la compra de combustibles, en menos horas de patrullaje policial.
EN PROBLEMAS
El intendente de Azul, Omar Duclós, admitió que cerrará el año con déficit pero garantizó el pago de salarios. "Decidimos priorizar el pago de haberes y la compra de insumos y para ello tuvimos que suspender las horas extras de los empleados", indicó.
Un denominador común en decenas de distritos es la suspensión de obras públicas programadas para este año, como ocurrió en Necochea, Tandil y Coronel Pringles, donde frenaron los trabajos que preveían realizar con fondos propios.
En 9 de Julio, donde la recaudación presupuestaria cayó un 15 por ciento por efecto de la crisis, se prevé un déficit de entre 5 y 6 millones de pesos. La intendencia de Walter Batistella comenzó a cesantear personal contratado, recortó la entrega de materiales para viviendas y créditos para microemprendimientos y redujo los servicios de mantenimiento de calles.
En Tres Arroyos se prevé un déficit de 3 millones sobre un presupuesto de 80. El intendente local, Carlos Sánchez, indicó que se recortaron las compras de medicamentos para el hospital y elementos de corralón, así como el combustible, situación que resintió el arreglo de calles.
"El pago del aguinaldo va a ser complicado. Desde mayo a esta parte, juntamos hasta la última moneda para pagar los sueldos en término", admitió. En ese sentido, Sánchez impulsa un aumento de tasas de entre el 20 y el 40 por ciento para empezar el 2010 con un poco más de aire.
En Adolfo Alsina, una reciente noticia cayó como baldazo de agua fría en la región: el municipio decidió suspender los shows musicales Epecuén Rock Festival y El País Canta en Carhué, los eventos de promoción turística más importantes del distrito. Por esos escenarios pasaron desde 2003 las bandas y músicos más reconocidos del país llegando a reunir más de 150 mil espectadores el año pasado. El intendente local, Alberto Gutt, anunció la suspensión de los ciclos ya que, dijo, no logró conseguir "apoyo económico ni de la Provincia ni de Nación. Me veo en la obligación de no poder cumplir una promesa que siempre he hecho pública: que mientras Alberto Gutt sea intendente, los festivales serían una realidad", dijo al diario bahiense la Nueva Provincia.
CIRUGÍA MAYOR
Uno de los mayores planes de ajuste es el de Coronel Suárez, un municipio que se encuentra bajo emergencia presupuestaria. El intendente Ricardo Móccero ya anunció que dejará cesantes a 100 trabajadores contratados del municipio, redujo el horario laboral del 30 por ciento de la planta de empleados de 40 a 35 horas semanales, unificó las secretarías de Gobierno y Seguridad, y hasta cerrará una guardería donde en su momento dejaban a sus hijos los beneficiarios de planes Jefas y Jefes de Hogar. "Buscamos reducir así el gasto en 6 millones de pesos" sobre un presupuesto anual de 66 millones, dijo Móccero.
El Ejecutivo municipal otorgó el mes pasado una suba salarial del 20 por ciento a los empleados municipales que permitió poner fin a un conflicto de 80 días. Para contrarrestar el gasto, impulsa una suba de tasas del 40 por ciento. "No llegamos a pagar el aguinaldo en diciembre" dijo Móccero y adelantó que volverá a pedir asistencia financiera a la Provincia. (DIB)
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