“Cuando uno trabaja en política pública nunca está satisfecho, porque siempre hay cosas que faltan. Hay muchos tucumanos que necesitan un trabajo y una casa. Hay gente en situación de vulnerabilidad. Ahí es donde el Estado no puede ser desertor, tiene que hacerse cargo y acompañar”. La frase sintetiza el mensaje de fin de año que el gobernador, Juan Manzur, expresó ayer a su equipo. 

A modo de balance, destacó los acontecimientos por el Bicentenario de la Declaración de la Independencia (1816-2016) y una serie de obras y de medidas que favorecieron a la economía local. Con vistas al año que viene, el mandatario provincial pidió a los miembros del oficialismo que no se peleen con la oposición, que salgan a la calle para estar más cerca de los vecinos y que redoblen los esfuerzos. 

En el salón Blanco

Junto al vicegobernador, Osvaldo Jaldo, Manzur convocó en el salón Blanco de la Casa de Gobierno a ministros, funcionarios, legisladores, intendentes, comisionados y concejales de su espacio para el brindis -con gaseosa- fuera de la agenda oficial. Al iniciar su discurso, Manzur pidió disculpas por la incomodidad porque el salón quedó pequeño, pero subrayó que era un sitio emblemático para cerrar el año, el primero de la gestión. 

Recalcó que, a su criterio, se cumplió con la promesa efectuada durante la campaña electoral: “trabajar todos los días para que los tucumanos estén mejor”.

Fue agradeciendo a todos los funcionarios, con especial énfasis a Jaldo -“se ha comportado de manera ejemplar”- y a la Legislatura - “sacó la totalidad de las leyes que necesitó el Poder Ejecutivo”-. 

Bicentenario

El gobernador subrayó que uno de los hitos de este año fueron las conmemoraciones patrias. “Fue excepcional por los 200 años de la Argentina, que nació en Tucumán”, afirmó. Rescató dos hechos que se dieron en el contexto de las celebraciones. Primero, el Congreso Eucarístico, al que concurrieron miles de fieles católicos y de cuyo cierre en el Hipódromo participó el presidente, Mauricio Macri. Y segundo, el recibimiento de los primeros minutos del 9 de Julio con dos centenas de tortas en la explanada de la Casa de Gobierno. “Miles de tucumanos estuvieron, con alegría y con entusiasmo. Esto primó todo el año”, consideró. 

La primera alusión política siguió a continuación. “Nunca contestamos situaciones que tenían que ver con controversias, al contrario. Teníamos fijado un plan y una propuesta. Avanzamos todos los días cumpliendo con lo que habíamos prometido”, aseguró. 

Sucede que se produjeron varios cruces durante el año entre miembros del Gobierno y funcionarios tucumanos de Cambiemos, sobre todo, con el director del plan Belgrano,José Cano; el secretario de Vivienda y Hábitat, Domingo Amaya; y el titular de Aysa,Pablo Walter. Las obras públicas y el avance de la reforma política fueron los dos tópicos de discordia.

Limón, azúcar y arándano

Manzur reconoció, además, que la generación de empleo era el norte que se habían trazado al asumir y que, si bien se avanzó, falta mucho. “Es el gran desafío”, reconoció.

Destacó las obras de ampliación en el aeropuerto Benjamín Matienzo y que, gracias a ellas, se haya transformado en la estación aérea de carga más importante del interior. Consignó que se multiplicó la producción e importación de arándanos gracias a las mejoras. También recordó que la industria azucarera se benefició con el incremento del volumen de etanol en naftas (del 10% al 12%). Por otro lado, en la enumeración, celebró el convenio con la aerolínea Avianca, que permitirá que Tucumán no esté más “aislado”. “Nos parece un sueño que el limón vuelva a Estados Unidos. Todo esto habla a las claras de que tenemos perspectivas de un futuro mejor”, añadió. Recalcó también que se trabajó “muy bien en salud” y que se cumplieron con los 180 días de clases. 

En las casas y sin peleas

El titular del Ejecutivo requirió a sus funcionarios que recorran los barrios y “entren a las casas de la gente más pobre para ver cómo aportar a que estén mejor”. “Les pido que no peleemos, no contestemos injurias ni agravios. No conduce a nada”, recomendó.

Jaldo brindó una conferencia tras el acto. Consignó que las finanzas están equilibradas y que se pudieron cumplir con las obligaciones sin sobresaltos. Subrayó que con fondos provinciales se financió la cobertura de necesidades sociales, educativas y de salud. “El Gobierno provincial atendió todos los frentes. El público y el privado. Estamos satisfechos pero nunca conformes. Hay gente que la está pasando mal. Apostamos a que el Gobierno nacional comience a enderezar la economía. Apostamos a que las obras sigan llegando. En 12 años realizamos 25.000 viviendas, las extrañamos. Queremos que empiecen a llegar esas viviendas y otras obras de infraestructura. Queremos que a la Nación le vaya bien”, concluyó.