Mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia 979 firmado a fines de junio para modificar la partida Presupuestaria 2016, Mauricio Macri busca conseguir los fondos necesarios para pagar los juicios del Estado con los jubilados, sin embargo se desató la polémica porque ese decreto incluye anexos que redirigen más de $60 millones para financiar obras de transporte en la Ciudad. La oposición denuncia que esos fondos serían desviados del Plan Belgrano y poseen una finalidad electoral.

 

El Plan Belgrano es una de las promesas de campaña de Mauricio Macri para realizar obras de infraestructura en las provincias del Noreste y Noroeste. Sin embargo, el dinero no llega y en este contexto aparece el decreto que redirige gran cantidad de fondos a la Ciudad, el equivalente al 25% del monto destinado al Plan Belgrano.

 

El DNU está vigente, pero la Comsión Bicameral del Congreso todavía debe tratarlo. Si bien aún no se logró el quórum para tratarlo, el Frente Renovador es uno de los fervientes opositores a la modificación del Presupuesto.

En este contexto, se destaca que la obra porteña más polémica es la Red de Expresos Regionales, una red de túneles y estaciones que conectará las líneas de ferrocarriles del Gran Buenos Aires en el centro de la Ciudad. Esta estación será construida debajo de la avenida 9 de julio y genera resistencia en empresarios y opositores. Para esta obra, el ejecutivo busca destinar unos $12.300 millones.

El anteproyecto de la megaobra fue anunciado por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, el 19 de julio cuando expuso ante las empresas interesadas en la licitación. Tal vez no sea novedad, pero se adelantó que uno de los empresarios que más se beneficiarán con el proyecto es Nicolás Caputo, mejor amigo del Presidente, que entre otras obras millonarias fue uno de los ganadores del Metrobús.

Pero no es la única megaobra que beneficiaría a la Ciudad. También se incluyen otros $3 millones para la estación en Plaza Constitución y otros $1.100 para bicisendas y ciclovías.

Otro de los desvíos de fondos que generan polémica, también beneficia a la provincia de Buenos Aires, con el soterramiento del tren Sarmiento. La obra es llevada adelante por Iecsa, la constructora de Aneglo Calcaterra, primo de Macri e implicaría un monto de $45 millones.