Llegó el momento de conocer cómo piensa gobernar De Ángeli

Llegó el momento de conocer cómo piensa gobernar De Ángeli

La candidatura tan mentada. El exdirigente de la Federación Agraria se lanzó como candidato a gobernador. Es el postulante de quien menos se sabe qué haría en caso de ganar la elección.

El lanzamiento de la candidatura a gobernador de Alfredo De Ángeli no es en sí una noticia explosiva, sino casi una formalidad. La ausencia de figuras destacadas en la oposición entrerriana y su vocación de poder me permitieron inferir en abril de 2008 que el Torito de María Grande terminaría disputando el sillón de Urquiza. De Ángeli lo negaba entonces y sus laderos me acusaron de ser mala leche y funcional al oficialismo. Siete años después, el hombre dijo que la única forma de cambiar las cosas es desde la política.

Tampoco es una gran noticia el lanzamiento, porque ya en la campaña por la senaduría nacional, el líder del partido de De Ángeli, Mauricio Macri, había anticipado que el exdirigente ruralista sería su candidato a la Gobernación entrerriana.

Sin embargo, lo del viernes marca para De Ángeli el inicio de una nueva etapa. Formalmente lanzado como candidato, deberá decirle a los entrerrianos qué propone hacer en materia de salud, de educación, de prevención de adicciones, viviendas, en materia de seguridad... es decir, fijar su postura sobre una gran variedad de temas. Esto es, tener una visión sobre la complejidad de la provincia y no sobre un aspecto en particular.

 

No aspira De Ángeli a presidir la Federación Agraria, y por lo tanto su discurso no puede estar enfocado solamente a criticar la presión fiscal sobre el campo, el estado de los caminos rurales o la falta de incentivos a determinadas producciones. Todo eso es importante, pero es un recorte nada más de una realidad compleja.

 

El viernes De Ángeli habló del “gran desafío de gobernar la provincia de Entre Ríos para mejorarle la vida a los entrerrianos”, algo parecido a la frase “Podemos estar mejor” que suele utilizar Macri. A su lado estaba su jefe de campaña, el nieto de Rogelio Frigerio, dispuesto a tomar el micrófono para completar las respuestas cuando hiciera falta. Pero Frigerio no es el candidato. (No se sabe si tiene domicilio en la provincia, aunque alguna vez el exgobernador Jorge Busti pensó en ponerlo en una lista de candidatos a diputados provinciales porque tiene propiedades en el Departamento Islas del Ibicuy. Dicen además que es amigo del senador justicialista Eduardo Melchiori y que lo tentó para pasarse al macrismo).

Hasta ahora De Ángeli ha tenido una comunicación acotada: no habla con todos los medios locales, aunque tiene mucha presencia en medios nacionales y siempre con un tratamiento favorable. Además las gacetillas de prensa con sus declaraciones son muy cuidadas, aunque muchas veces difieren notoriamente de su habitual manera de expresarse. Esta situación quedó más clara desde que mandó a los radicales al tercer puesto en 2013 y se convirtió en senador nacional. Desde entonces su comunicación ha sido al estilo PRO.

A esta altura no está claro si esa campana de cristal lo favoreció en algo, o si alguno empezó a olvidarlo por su culpa.

 

El año y medio que lleva como senador nacional no le ha servido para revertir esa imagen. Tampoco esto es en entero reprochable al Melli porque son varios los legisladores nacionales que pasan sin pena ni gloria por el Congreso, aunque en su caso, con la relevancia mediática de su figura, hubiera podido aprovechar mejor las circunstancias.

 

De su paso por el Senado se sabe poco y nada y está claro que De Ángeli prefiere no hablar mucho de eso. La razón es sencilla: en su momento cayó en la tentación de criticar a los dirigentes que dejaban por la mitad los mandatos, lo mismo que hará él si resulta electo gobernador, con la diferencia de que lo dejará habiendo cumplido solamente un tercio ya que el mandato de senador nacional es de seis años. La productora paceña de La Paz, Marithe Sciberras, será en ese caso lo que Laura Martínez Paz de Cresto a Jorge Busti en 2003.

 

De ese brete solo saldría renunciando a la banca de senador para ser candidato, como sí hizo el candidato a gobernador santafesino del PRO, Miguel Del Sel; pero hasta el momento no se conoce que tenga esa intención.

 

“Muchos que me acompañaron en 2013 y me dieron la responsabilidad de ser senador nacional me dijeron vamos a trabajar ahora por la provincia”, indicó De Ángeli en la conferencia de prensa. No cambié yo, son los otros que me lo piden, parece decir. Para ser justos, muchos dirigentes de diferentes partidos harían lo mismo, priorizar un cargo ejecutivo sobre uno legislativo. La diferencia es que los otros no hacen campaña criticando a terceros por ese motivo y prometiendo que, si a ellos les toca, completarán el mandato. Un error de cálculo de parte de De Ángeli.

 

Hace un par de meses el extitular del PRO entrerriano y excandidato a gobernador de esa fuerza en 2011, Mandy Saliva, aseguró que a De Ángeli no lo dejaban hablar para que no metiera la pata. Y se refirió a la comunicación del candidato “Todo lo que dice no lo piensa, se lo dictan. Lo conozco”.

 

En su momento, De Ángeli no le contestó, pese a que la crítica venía de un dirigente de su mismo partido. Si ese fuera el pensamiento de Saliva únicamente no sería problema, el tema es que parte de los entrerrianos puedan pensar lo mismo.

 

No es De Ángeli ningún caído del catre y tiene en el lomo más horas de tevé nacional que todo el resto de los dirigentes de la oposición juntos, y capaz que incluso más que ellos y Sergio Urribarri juntos también. No le falta gimnasia mediática. Lo que puede faltarle es conocimiento de muchos aspectos de la realidad provincial. O tal vez no.

 

Por supuesto que podrá rodearse de los mejores asesores. De hecho, el viernes al presentar algunos de sus colaboradores, dijo que eran lo mejor en lo suyo. Pero debe tener quien aspira a conducir los destinos de la provincia el suficiente conocimiento global de la realidad provincial como para llevar la dirección política del gobierno. No basta con suponer que si Macri es presidente, De Ángeli verá facilitada su tarea.

 

Hasta ahora podía especularse con su capacidad política, y nadie se iba a sentir muy defraudado si su paso por el Senado nacional no terminaba siendo brillante. Pero ahora se trata de otra cosa, y el cargo al que aspira De Ángeli no admite incógnitas.

 

Tiene De Ángeli la obligación de exponer durante la campaña su pensamiento en los distintos aspectos de la gestión provincial, y los entrerrianos el derecho de conocerlo.

 

Ese es, seguramente, el primer desafío que debe afrontar.

Comentá la nota