El “Turquito”, como se lo conoce en la escena política, es uno de los pocos dirigentes radicales que logró ubicarse en el gobierno municipal de Julio Garro. Proveniente de la agrupación universitaria Franja Morada, llegó a pavonearse con Sergio Panella y Osvaldo Corlos, y fue presidente del comité radical de la sección quinta. En el 2013, disfrutó de un fugaz momento de fama cuando saltó a los medios insultando vía red social la gestión de Cristina Fernández de Kirchner: “Gobierno de chorros hijos de mil putas multimillonarios”, escribió.

A juzgar por sus actos, el “Turco” Abraham es un “tipo amiguero y familiero”. Desde que llegó a la subsecretaría nombró a dos hermanas (una con cargo de directora), un cuñado, dos primos y una extensa nómina de allegados.

A partir de las internas existentes en su área, siempre intentando “operar” a su favor, Abrahamdesparrama culpas por la falta de resultados y hasta habría llegado a fogonear situaciones de conflicto con organizaciones sociales, con las cuales mantiene contacto desde su época de militancia universitaria, para generar picos de tensión y lograr una gestión favorable a sus intereses.

Preocupado más por lo que sale en los medios que por atender personas en situación de calle, fue el polémico Abraham quien se tomó el tiempo de llamar y apretar a la reconocida titular de la ONG Sumando Voluntades, Nancy Maldonado, a quien le exigió que retire de las redes sociales los reclamos por vecinos en estado de vulnerabilidad, porque lo “perjudicaba”.

El sector enrolado en Cambiemos y bajo la figura de Frangul, enfrentará en las internas radicales al espacio referenciado en los dirigentes antigarristas Claudio Pérez Irigoyen, Sergio Panella,Marcelo Viñes y Florencia Rollié. En ese marco, afiliados radicales fueron invitados a acompañar la lista de Abraham con promesas de gestión y ayuda social (bolsones de comida y leche) que saldría directamente de la subsecretaría que encabeza.

Paradójicamente, con el macrismo en el poder, ahora es el radicalismo el que pareciera hacer uso y abuso de las cuestionadas prácticas que siempre fueron propias del peronismo.