Tras la fallida designación en el Mercado Regional de Frutas y Verdura el ex jefe comunal, el ex jefe comunal que debió abandonar la política en su propio distrito por lo irremontable de su mala imagen, recaló en la administración del Hipódromo de la capital provincial en un cargo que de tercera línea que a simple vista parece menor.

Sin embargo, con el objetivo de avanzar en el acuerdo con el espacio de Mónica López, promotora del nombramiento del sucesor de Fernando Holos, el gobierno estaría dispuesto a designar a Sergio Fernández, actual administrador general del organismo, en un cargo del gabinete municipal de Julio Garro. 

De esta manera el ex intendente de Ensenada quedaría "a cargo"  por simple acefalía y Vidalse ahorraría el costo de estampar su firma en un decreto para designar al frente del Hipódromo a un personaje vinculado a casos de corrupción, pedido de coimas, usurpación de terrenos, desvío de fondos, etcétera.

Vale remarcar que el nombramiento de Del Negro forma parte de un acuerdo macro con el sector referenciado en Mónica López -ex denarvaísta, ex massista, ex kirchnerista, ex sciolista-, quien ahora intenta conformar la “pata peronista” dentro del Pro junto a personajes devaluados tales como Osvaldo Mércuri, Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera,Federico Scarabino y Darío Giustozzi.

De ahí la insistencia del gobierno provincial para acomodar al ensenadense en algún cargo de importancia que además le permita el manejo de una "caja" importante, para el armado político de López en la provincia de Buenos Aires. En el entorno de Vidal confían en que la inclusión de sectores del peronismo facilitaría nuevos acuerdos territoriales tan necesarios en el comienzo de la gestión.

Mas que curriculum, prontuario

El gobierno de Cambiemos en todos los niveles ha demostrado no tener inconvenientes a las hora de designar funcionarios que nada tienen que ver con las áreas que tienen a cargo,Miguel Del Sel embajador, Corina Perez Antich administradora vial, Sergio Bergmanen Medio Ambiente son solo ejemplos, sin embargo el caso de Del Negro es quizá uno de los más extremos.

Y no tiene que ver con las capacidades del funcionario en un organismo similar, sino porque entre el año 1991 y el 2000, período en el que estuvo a cargo del gobierno de Ensenada, recibió más de una docena de denuncias por prácticamente todos los delitos que puede cometer un titular del ejecutivo.

Las denuncias van desde incumplimiento de los deberes de funcionario público al robo de combustible de la destilería de YPF, pasando por usurpación de terrenos, recaudación paralela, pedido de coimas y falsificación de documentos públicos para designar a funcionarios que no cumplían los requisitos mínimos exigidos por la ley.

Una verdadera “joyita” de la política bonaerense que ahora podrá hacer sus negocios desde el hipódromo platense, un lugar donde seguro se moverá como pez en el agua.