“Hace falta rediseñar el modelo energético de la Argentina”

“Hace falta rediseñar el modelo energético de la Argentina”

Todas las políticas energéticas aplicadas en el país respondieron a las urgencias de su propia coyuntura. Así lo cree Diana Mondino, referente de la UCEMA, quien destaca la necesidad de reformular los paradigmas vigentes con la mira en el largo plazo.

 

La Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (UCEMA) lamenta que no se reconozcan como méritos los enormes cambios implementados en la política energética nacional durante los últimos años. “Muchas veces las exageraciones, las hipérboles o directamente las mentiras distorsionan una realidad que –de todos modos– aún no deja de estar demasiado focalizada en el corto plazo”, resumió Diana Mondino, directora de Relaciones Institucionales de la entidad, que a fines de mayo celebró la ‘Conferencia sobre Energía: ¿Cómo lograr Mercados Competitivos en Argentina?’.

De acuerdo con la economista, la política energética del país ha sido históricamente muy cambiante, siempre dependiendo del contexto local e internacional. “Desde la presidencia de Arturo Frondizi anunciando la batalla por el petróleo pasamos a la de Arturo Illia renegociando los contratos petroleros, sin olvidar a los gobiernos militares, que otorgaron diferentes roles a YPF e YCF (en el medio estuvo Isabel Martínez de Perón, que nadie entendió qué hizo). Luego vino Raúl Alfonsín, que con el Plan Houston mantuvo la hegemonía de YPF, pero al menos permitió contratos y participaciones de empresas privadas, y ya todos conocemos y recordamos la dirección en la que avanzó Carlos Menem, con la privatización de YPF, la desregulación del mercado y la apertura a los capitales”, repasó la especialista. A su entender, cada cambio implementado respondió a lo que parecía más razonable en su momento. “No obstante, las decisiones siempre se tomaron en base a urgencias de corto plazo que dejaban de lado la planificación a mediano y largo término”, advirtió.

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Mondino //“Estamos en condiciones de diseñar un nuevo modelo o paradigma. Sin embargo, no veo que se esté trabajando en eso. Los esfuerzos se vienen centrando en la resolución de algunos problemas de corto plazo”

El rol del sector público, expresó, se modificó tanto desde un punto de vista oferente como demandante y contratante. “También se registraron fuertes cambios en la infraestructura, sobre todo en los últimos años. Y no sólo por la política energética instrumentada puertas adentro, sino también por las innovaciones surgidas en el mercado”, destacó.Todas estas variables, apuntó, tornan necesario repensar el escenario sectorial. “¿Quién hubiera dicho, en otro tiempo, que hoy podríamos contar con energía de biomasa a valores inferiores o similares a los de las fuentes convencionales?”, se preguntó.

Puntos críticos

Algunos de los principales puntos críticos del sector energético argentino tienen que ver, según Mondino, con la financiación, la distribución de la renta (incluyendo cuánto ganan las empresas generadoras, cuál es el componente impositivo y cuál es el costo que asumen los usuarios) y el respeto o la violación de contratos. “Estos factores necesariamente deberán ser abordados en la nueva política energética que se decida llevar a cabo”, remarcó la experta de la UCEMA.

Desde su óptica, la Argentina se encuentra en perfectas condiciones de diseñar un nuevo modelo o paradigma. “Sin embargo, no veo que se esté trabajando en eso. Simplemente los esfuerzos se vienen centrando en la resolución de algunos problemas que –en apariencia– son de corto plazo, reflejados en asuntos tarifarios”, cuestionó.Hay otras cuestiones de gran importancia, acotó, que afortunadamente hoy se están contemplando. “Pero sigue sin observarse un modelo energético claro”, subrayó.

Mercado competitivo

Para Mondino, los costos de capital y el tipo de cambio son temas macro, pero en el caso argentino la energía y la macroeconomía actualmente representan lo mismo.“Son esferas que siempre se han influido mutuamente en todo el mundo. Puede preguntársele al presidente ruso Vladimir Putin, por ejemplo, si tiene importancia o no lo que Gazprom hace con Ucrania o Alemania.Pero en la Argentina, en estos momentos, la confluencia es total”, comparó.Una gran parte del déficit fiscal del país, graficó, se vincula directamente con las importaciones de energía. “Además, nos hemos comido el capital.

Mondino // “Muchas veces las exageraciones, las hipérboles o directamente las mentiras distorsionan una realidad energética que –de todos modos– aún no deja de estar demasiado focalizada en el corto plazo”

No se puede pagar ni siquiera el mantenimiento (mucho menos las inversiones) y hay que olvidarse de la rentabilidad de los proyectos”, manifestó.A su criterio, hoy se están ofreciendo rentas extraordinarias para que el mercado resulte atractivo a los nuevos inversores.“Dentro de unos cinco años, esos valores probablemente serán considerados obscenos por nuestra población y se pedirá no respetar esos contratos estrafalarios”, anticipó.El precio relativo más trascendente de una economía, reflexionó, es el del capital-trabajo. “Por ende, para garantizar el éxito de la macroeconomía resulta vital la existencia de un mercado energético eficiente. Por eso celebro que al fin estemos discutiendo cómo lograr mercados competitivos”, concluyó. ©

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