"La generación de empleo como eje del desarrollo"

El reto de generar trabajos dignos, equitativos e inclusivos para el desarrollo de una región es un tema central en nuestros días, por lo que se debe considerar esta materia en las propuestas desde la función pública.

Uno de los ejes fundamentales para que ello ocurra es la promoción de la economía social para generar inclusión a través del trabajo. La misma consiste en un conjunto de prácticas, iniciativas y proyectos que impulsan valores asociativos y comunitarios, rescatando los saberes y las capacidades de las personas. Estas acciones se encuadran en el eje político de un programa que genera empleo genuino y fortalece emprendimientos socio-productivos con la certeza de que otra economía también es posible.

En este sentido el gobierno nacional, desde las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner y de Jorge Capitanich y Bacileff Ivanoff en la provincia, vienen apostando desde hace tiempo. Prueba de ello es la creación de cooperativas visualizadas por amplios sectores sociales como forma alternativa de organización para resolver, sobre la base de la solidaridad y la vocación de servicio, los problemas de trabajo, crédito y viviendas, entre otras necesidades de la población. 

A su vez esta labor debe ir articulando con otros complementos no menos importantes como lo son la agro-producción, la industria y los servicios relacionados con el perfil de una provincia agroalimentaria como lo es el Chaco, profundizando de esta manera el contorno industrial de la provincia –el sector metal-mecánico por ejemplo-, para dar valor agregado a la producción primaria.

Esta política pública debe ir paralela a las obras estructurales fundamentales que en los últimos años se han llevado adelante y que siguen ejecutándose, conformando una provincia competitiva en ese sentido, garantizando el eficiente servicio de agua, luz y caminos, asentando las bases del desarrollo a través de la obra pública que a su vez genere un fuerte impacto social y pueda ser sostenida en el tiempo. 

Con esta convicción, desde la Municipalidad de Villa Ángela decidimos comenzar a trabajar en pos de nuestros sueños de ser parte de la construcción de un mejor futuro que incluyera a todos los sectores. Así vimos que en la región del Sudoeste se podía comenzar a cambiar la realidad de tantos años de postergaciones. 

De esta manera comenzamos a trabajar en un modelo de producción alternativa y sustentable que resultó exitoso, y que por ello fue aplicado en otras jurisdicciones.

El contexto histórico en el que se encontraba la región del Sudoeste del Chaco al comienzo de esta tarea era de una gran cantidad de desocupados y de una producción rural con poca rentabilidad, por lo que muchos elegían migrar a las grandes ciudades. Existían sólo dos alternativas de producción: el monocultivo de algodón y la ganadería.

Ante este panorama ideamos alternativas productivas para la inclusión social, basadas en la articulación interinstitucional para el desarrollo productivo. Para tal fin articulamos la relación del Estado con cámaras, entidades, universidades y otras organizaciones del saber, y promovimos la agrupación de productores en consorcios, cooperativas, asociaciones y cadenas.

El rol como Estado en primer término desde la municipalidad de Villa Ángela fue la creación de una Oficina de Empleo y una Agencia de Desarrollo Local en articulación con Nación y Provincia a fin de maximizar las relaciones de los agentes económicos en la región (capital social), la creación de centros de capacitación, formación y servicios. Así como también organizar el sector privado de manera de articular con todas las instituciones de apoyo posible, sin dejar de lado la tarea de incubar organizaciones (cooperativas y asociaciones) con su correspondiente capacitación financiera, institucional, tecnológica y comercial.

A nivel provincial fueron partícipes de ésta tarea los ministerios de la Producción, de Economía, de Industria y de Agricultura; así como también el Programa de Desarrollo de Áreas Rurales (PRODEAR) y el Programa de Desarrollo Rural Incluyente (PRODERI). A nivel municipal a su vez la tarea fue de articulación con la Nación en lo que hace al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Ministerio de Desarrollo Social y el INTA.

El resultado de la labor de organizaciones, entidades, universidades, INTA, INTI, organización de productores (cooperativas, consorcios, asociaciones), Cámara de Comercio y fundaciones fue el fortalecimiento de cadenas productivas: asistencia con semillas y combustibles a pequeños y medianos productores, la formación de consorcios rurales hortícola, porcino, lechera, caprina, bovina, apícola, avícola, de aloe, foresto-industrial, de escoba, feria franca, centro de servicios y de artesanías de pobladores originarios. 

El impacto social y económico que generó esta política se vio reflejado en la mejora de los índices de empleo, traduciéndose en un mayor desarrollo local y regional, y nuevos emprendimientos con mayor inclusión social; es decir una mejora de la calidad de vida de miles de familias. 

Con la misma fuerza y la mismas convicciones, queremos seguir apostando decididamente al desarrollo del Chaco por regiones a través de las obras estructurales y el apoyo al desarrollo de la cadena completa agroalimentaria industrial para generar más y mejor empleo.

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