Fuerte reacción de Cristina contra Macri: dice que le gritó por teléfono y la maltrató

Fuerte reacción de Cristina contra Macri: dice que le gritó por teléfono y la maltrató

La presidenta acusó al presidente electo de estar tergiversando ante los medios el curso de la transición. “Tuve que recordarle que él era hombre y yo mujer”, advirtió Cristina en una carta publicada en las redes sociales. Parece complicarse aún más la ceremonia de traspaso. 

La presidenta saliente, Cristina Kirchner, publicó hoy una extensa carta en las redes sociales en la que denuncia haber recibido un “maltrato” por parte del presidente electo Mauricio Macri, que incluyó habría llegado a los “gritos” cuando hablaron por teléfono este sábado sobre la discutida ceremonia de traspaso presidencial.

Tras recordar las inauguraciones oficiales que encabezó ayer, Cristina relató fue maltratada por Macri, quien adoptó una “exaltada verborragia”.

“A tal punto que en un momento tuve que recordarle que más allá de nuestras investiduras, él era hombre y yo una mujer, y que no me merecía que me tratara de esa forma”, llegó a describir Cristina.

La presidente relató textualmente que “al finalizar el acto un colaborador me informa que el Presidente Electo había enviado un SMS diciendo que quería hablar conmigo. Al llegar a Olivos –era imposible contestarle en medio de tanta gente- lo llamé. Me pasan el celu y el Presidente Electo comenzó con un elevado tono de voz a exigirme que debía entregarle Bastón y Banda presidenciales en la Casa Rosada, porque era “su ceremonia”, y que si no lo hacía como él decía, ¡la Corte Suprema de Justicia de La Nación! le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado”.

“Debo confesar que me sorprendió la exaltada -eufemismo de gritos- verborragia del Presidente Electo. Cuando logré que me dejara hablar -debe parecerles raro, pero quien hablaba del otro lado del tel. parecía otra persona totalmente distinta a la que aparece en los medios e inclusive con la que he tenido algunas charlas-, a tal punto que en un momento tuve que recordarle que más allá de nuestras investiduras, él era un hombre y yo una mujer, y que no me merecía que me tratara de esa forma”.

De ‘gritos’ y ‘amenazas’

El comunicado en primera persona titulado “De ‘dichos’ y gritos, de amenazas y la Corte, la CN, las instituciones. La realidad y la impunidad mediática”, la Presidenta continúa diciendo que “cuando pude hablar intenté explicarle lo dispuesto por la Constitución Nacional en sus arts. 91 y 93. Pero que más allá de lo dispuesto por la CN, el acto de trasmisión de mando, por simple comprensión de texto, exige la presencia de 2 personas: la que entrega el mando y la que lo recibe. Que no se trata de una ceremonia de nadie en particular, sino de un acto institucional de un Estado democrático y republicano en general. Que debe hacerse en el Congreso (art. 93) porque hasta que no preste juramento ante la Asamblea Legislativa no es Presidente, y que ni bien eso ocurra se le deben entregar en forma inmediata los atributos del Poder Ejecutivo”.

“Y quien lo tiene que hacer es la que ha dejado de ser Presidenta en ese mismo instante, o sea la que suscribe. Que además quiero hacerlo cuanto antes para poder viajar a Santa Cruz, porque el vuelo regular de Aerolíneas a Río Gallegos sale a las 15 hs. y no me va a esperar. Quiero estar en la jura de Alicia Kirchner como Gobernadora, ya que postergó su asunción hasta las 20 hs. para que pudiera asistir”, aclaró.

“Me sigue gritando y me dice que no es así, que lo tengo que esperar en la Casa Rosada después de que él jure y hable en el Congreso y allí entregarle Bastón y Banda. Trato de explicarle que después que él jure como Presidente yo ya no soy más Presidenta y que por eso tengo que entregarle Banda y Bastón ni bien él termine de jurar, en forma simultánea, y es ahí cuando me dice, muy enojado, que yo lo tengo que acompañar -y me vuelve a repetir- porque es “su ceremonia”.

“Bueno, ahí pensé: hasta acá llegó mi amor -dijo Cristina-, y le recuerdo 3 cosas: 1) que no soy su acompañante; 2) que el 10/12 no es su fiesta de cumpleaños sino el día que asume como Presidente de todos los argentinos en un sistema democrático al que hay que respetar y que su símbolo mayor es la Asamblea Legislativa donde jura como Presidente y donde quien termina su periodo le entrega el mando; 3) que no pienso seguir tolerando en silencio, como hasta ahora, el maltrato personal y público que me viene dispensando desde el mismo día en que lo invité a Olivos luego de felicitarlo por su triunfo, ni tampoco las mentiras que se siguen propalando merced a una impunidad mediática nunca antes vista.

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