“Estamos más cerca del acuerdo que de la interna”, dijo este deomingo al mediodía el presidente del Comité Provincia, Hipólito Altolaguirre. Sin embargo, con el correr de las horas la conformación de la deseada lista de unidad, que parecía un hecho, se fue dilatando y las negociaciones dentro del partido centenario se extenderán durante toda la jornada del lunes. En esas idas y vueltas, el PRO también trataría de convencer a Darío Casado para que desista de la interna.

Las negociaciones estuvieron a cargo, fundamentalmente, del propio Altolaguirre y del senador nacional Juan Carlos Marino. La idea que cobraría más fuerza es que de los dos precandidatos que tiene la UCR, Francisco Torroba y Martín Berhongaray, quede uno solo en carrera. La presión del Gobierno Nacional pretende ser decisiva en el desenlace, porque quiere eludir las PASO.

Sin embargo, de acuerdo a lo que pudo saber El Diario, un sector importante de la dirigencia radical del interior de la provincia se plantó frente a un eventual acuerdo implícito de cara a 2019 con el PRO y el acuerdo -que parecía un hecho- tambaleó. Ese habría sido el disparador central que embarró la cancha.

Además, hay otro hecho que también siembra dudas. Y son las cuentas previas sobre el caudal de votos que podría alcanzar cada uno. “Supongamos que el radicalismo, sumando los dos candidatos en la interna, Torroba y Berhongaray, alcanza el 66 por ciento de los votos... El PRO, con apenas el 36 por ciento, se termina quedando con el primer lugar”, analizó una fuente consultada por este diario.

Distinto es el escenario que ven los dirigentes radicales del interior, que conocen la realidad de sus pueblos. Están convencidos de que el candidato de la Casa Rosa, Martín Maquieyra, prácticamente no mide en las encuestas y que, sumado a la falta de estructura del PRO en la provincia, los resultados están cantados a favor del radicalismo.

Impasse

En el cierre formal de las listas para las PASO, Martín Maquieyra, Darío Casado -por el PRO-, Francisco Torroba y Martín Berhongaray -por la UCR- aparecieron como los precandidatos a diputados nacionales.

Pero se abrió un impasse a través de una ventana que tiene la oficialización de las listas: todavía quedan 24 horas para una lista de unidad (renunciamiento de por medio de alguno de los precandidatos radicales) que evite una dura interna. Ese plazo vence esta medianoche, o mañana en las dos primeras horas hábiles.

Durante el sábado hubo febriles intentos de algunos dirigentes del radicalismo, la puja por las candidaturas no se saldó con un arreglo: cuatro listas se presentaron para participar de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del mes de agosto.

Ni Francisco Torroba ni Martín Berhongaray dieron el brazo a torcer hasta ahora y siguen dando señales de que pugnarán por la postulación a la diputación nacional. Torroba con la compañía de la piquense Patricia Testa. Y Berhongaray con la de la intendenta de Realicó, Roxana Lercari, una apuesta fuerte.

Esta interna del radicalismo permitió que el PRO se metiera a hacer su juego. También presentó dos postulantes: Martín Maquieyra por un lado y Darío Casado por el otro, tal como se había anunciado.

Aunque hasta último momento se agitó la posible postulación del propio “Colo” Carlos Javier Mac Allister, esa suposición fue más fantasía que realidad. Irá a las urnas su delfín, acompañado por Laura Trapaglia y María Kohan.

Tal como se había ventilado durante la semana, si la UCR hubiera acordado un candidato del consenso el PRO no habría participado de las internas.

Además de la pelea que está a la luz y en las boletas, la verdadera puja es entre Torroba y el intendente Leandro Altolaguirre, que disimuladamente sponsorizó la presentación de Berhongaray.

La Junta Electoral puso bajo la lupa, ni bien entró, la presentación del exdiputado Darío Casado, acompañado por María Lucila Álvarez y Gustavo Fabián Pérez. Hasta el nombre llamó la atención: “Fuerza Mauricio”. No se puede utilizar nombres propios en listas de ese tipo.