Este año, los argentinos gastarán en el exterior US$ 4.500 millones

Este año, los argentinos gastarán en el exterior US$ 4.500 millones
Es lo que proyectan las empresas emisoras de tarjetas. Es casi el doble de lo que se consumió afuera en 2011.
“Es de plástico, hacéla de goma”, proponía una campaña que promovía el uso de la tarjeta de crédito. La publicidad no se emite más, pero el eslogan sigue vigente . Sobre todo, entre los argentinos que viajan al exterior, que están usando las tarjetas sin culpa y, tal vez, con ansiedad , temerosos de que una nueva restricción caiga sobre ellas.

Entre los ejecutivos de las empresas administradoras de tarjetas, coinciden en que el consumo fuera del país está creciendo en forma exponencial . Y proyectan que para fin de año el gasto en moneda extranjera habrá llegado a los 4.500 millones de dólares. El doble que en 2011.

Estas cifras explican la creciente presión que desplegó la Administración Federal de Ingresos Públicos sobre esta forma de consumo, aplicándoles un recargo del 15% que, en teoría, se podrá recuperar descontándolo del pago de Ganancias o Bienes Personales, pero que le dará a la AFIP más herramientas para verificar si quien pide recuperar ese anticipo está en regla ante el organismo recaudador.

Las cifras que se manejan en el sector son consistentes con los números que vuelca en sus planillas el Banco Central.

En su informe monetario semanal el BCRA informa que la deuda en dólares del rubro “tarjetas de crédito” llegó a los 415 millones en agosto . Un año atrás, ese monto era de 183 millones. Si el ritmo de crecimiento se sostiene, el año cerrará en 4.500 millones, aún a pesar del recargo. “Hay que tener en cuenta que mucha gente se apuró en los últimos meses a contratar paquetes de turismo ”, decía un alto ejecutivo del sector tarjetas, que prefirió el anonimato.

De hecho muchos bancos están lanzando fuertes campañas para comprar pasajes al exterior. Es cierto que es un consumo en pesos, pero es un estímulo a incrementar el gasto en dólares u otra moneda extranjera.

Para la presidenta Cristina Kirchner, el hecho de que los argentinos viajen más y gasten más en el exterior es una prueba de fortaleza de la economía. Para los analistas privados, una señal inequívoca de atraso cambiario, de dólar barato o como quiera llamárselo. Lo concreto es que a los argentinos que pueden hacerlo, les resulta más atractivo y conveniente consumir fuera del país . El hecho de que sus gastos se conviertan a pesos según el tipo de cambio oficial (30% más barato que el paralelo) es un incentivo extra.

En los últimos días, fue Ricardo Echegaray el encargado de hacer los anuncios, y defenderlos, sobre el recargo a las tarjetas de crédito. También fue quien se encargó de asegurar que “no habrá topes” al consumo con tarjetas de crédito cuando se las use fuera del país, una restricción vigente desde hace más de cinco años en Venezuela , para muchos el modelo que sigue el Gobierno argentino.

Pero las cifras, contundentes, explican por sí solas el seguimiento minucioso de la AFIP sobre el mercado de las tarjetas. Después de todo, lo que gastarán este año los argentinos fuera del país equivale a casi el 50% del déficit de la balanza energética (la diferencia entre los dólares que salen para pagar energía importada y los que entran por energía exportada), que este año llegará a los 10.000 millones de dólares.

Si habrá o no más restricciones es difícil saberlo. Pero está claro que la AFIP manejará más información sobre los usuarios de tarjeta. Eso le permitirá incrementar la presión sobre los contribuyentes y chequear si lo que se gasta en turismo es consistente con la información que cada ciudadano entrega al organismo.

Después de todo, la filosofía imperante parece indicar que para la AFIP todos son evasores hasta que demuestren lo contrario .

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