La Sala I de la Cámara confirmó la decisión del juez federal Sebastián Casanello de enviar a todos los acusados a juicio oral excepto a Macri porque consideró que no había pruebas suficientes para hacerlo y que restaban completar algunas para tomar una decisión.

Los camaristas Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah señalaron que “definitivamente la instrucción no podía estimarse completa” para enviar a juicio a Macri, quien sigue procesado en la causa.

Macri y el resto de los acusados, entre ellos el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios, el policía-espía Ciro James y el ex ministro de Educación Mariano Narodowski, están procesados por los delitos de violación de secreto, abuso de autoridad, falsificación de documentos públicos y asociación ilícita.

Están acusados de haber montado una estructura desde el Estado de la Ciudad de Buenos Aires para realizar escuchas telefónicas ilegales, entre ellas a Néstor Leonardo, cuñado de Macri, y al representante de un sector de víctimas de la AMIA Sergio Burstein, adscripto al kirchnerismo.

El juez Casanello mandó a todos a juicio oral pero no a Macri porque consideró que no hay “pruebas suficientes” para hacerlo porque la imputación “pasó a sostenerse casi exclusivamente en su posición de vértice dentro de la estructura burocrática de su Gobierno” y hubo “un cierre de la instrucción apresurado pues restaba producir prueba significativa”.

Así, consideró que restaban como medidas de prueba que declare como testigo el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, y solicitó informes vinculados sobre la empresa de seguridad Ackerman, sospechada de haber participado en las escuchas a Leonardo.

La decisión fue apelada por el fiscal Jorge Di Lello y por la querella de Burstein para que Macri vaya a juicio al entender que la propia Cámara ya había confirmado su procesamiento.

Pero el tribunal confirmó hoy la decisión de Casanello, al señalar que cuando confirmó el procesamiento de Macri había ordenado una serie de medidas de prueba sobre el jefe de Gobierno que Norberto Oyarbide, el primer juez de la causa, no concretó.

“Justamente en esta senda procura internarse la línea de investigación inaugurada por el a quo, y con resultados que, en lo inmediato, se perfilan mucho más alentadores, según pudo apreciarse del último testimonio recibido”, sostuvieron los camaristas sobre las medidas tomadas por Casanello.

Para el tribunal también se modificó la situación de Macri cuando surgieron pruebas de la relación entre James y Narodowski, lo que se encontró después de la confirmación del procesamiento del jefe de Gobierno por parte de la Cámara.

“A partir de aquí, M. Macri ya no lograba detentar el protagonismo exclusivo que entonces pudo percibir tanto este Tribunal como el a quo. Ahora, sería el ex Ministro de Educación quien asomaba en esa posición”, agregaron los camaristas.

El ministro Montenegro ya declaró en la causa y desvinculó a Macri de las escuchas y de la decisión de llevar a Palacios a la Policía Metropolitana.

Ahora resta completar diligencias sobre Akerman Group, pero el empresario Franco Macri, padre de Mauricio, ya declaró que fue él quien contrató a la empresa para espiar a su yerno.

Cuando se completen las medidas el juez Casanello deberá decidir si hay pruebas para mandar a juicio a Macri o si lo sobresee.

Quienes ya fueron enviados a juicio son Palacios, James, Narodowski, el ex juez de Misiones José Rey, su ex secretaria Mónica González y los policías Antonio Fernández, David Amaral, Rubén Quintana, Raúl Rojas y Diego Guarda.