Por Gonzalo Cores

Enrique García llega puntual a la nota, pactada para las 11. Entra a “La Casa de Néstor Kirchner” hablando con dos colaboradores sobre las actividades que tiene durante la tarde y los próximos días. Las recuerda una por una. Saluda con ún apretón de manos, e invita a pasar a una oficina, que no es la suya, del local partidario ubicado en Roque Sáenz Peña, a metros de Avenida Maipú.

En el cuarto, de apenas 6 metros cuadrados, hay unos adornos poco modernos, una bandera de la Provincia de Buenos Aires y una foto en blanco y negro de Eva Perón. En el medio de la oficina, un escritorio y tres sillas. Está acompañado por Rubén Volpi, el primer candidato a concejal de la lista que García encabeza como postulante a Intendente.

A pesar de haber recibido críticas de algunos sectores del kirchnerismo en estos últimos años, la boleta del “Japonés” (apodo que consiguió a partir de su relación con Ricardo Balbín, al que nombrará en varios lapsos de la charla) es la única del Frente para la Victoria. Toda la fuerza de los gobiernos nacional y provincial está concentrada en su lista, para intentar polarizar la elección y ganarle la Intendencia a Jorge Macri, quien en 2011 derrotó a García luego de 24 años en el poder local.

“¿Cómo va todo?”, se le pregunta al ex jefe comunal antes de prender el micrófono. García se muestra triste por la intensidad que alcanzó la discusión entre los políticos: “Hoy una dirigente salió a decir que Scioli es un imbécil y que el otro es stalinista. No se puede llegar a tanto. No aprendemos más en la Argentina”. Y recuerda que si “la unión entre los argentinos” estuviera por delante de los “proyectos personales” a Raúl Alfonsín “lo hubieran dejado terminar su mandato. Sólo le quedaban seis meses. Esto me da tristeza”.

Una vez que se prende el grabador, la entrevista con el radical K se extenderá durante 50 minutos. Sólo se corta durante un minuto por la moza que traerá dos cortados y la cuenta de 50 pesos. Al retomar, García recordará con exactitud en dónde había sido interrumpido. El diálogo será dividido en LaNoticiaWeb en tres partes. Aquí va la primera.

¿Cómo era su día en tiempos en que era Intendente?

Vamos a hablar del 87 en adelante. La Municipalidad trabajaba de 7.30 a 13.30, el turno municipal. La atención al púbico, los hospitales, tenían otro trabajo. Y yo trabajaba casi todo el día, hasta la noche. No tenía horario. A veces almorzaba, otras no. No hay sábados, no hay domingos.

¿A qué hora se levantaba un día de semana?

A las 6 de la mañana, siempre. Tengo la costumbre de caminar, hace muchos años, 6 kilómetros por día. A las 7 me daba una ducha, y 8 menos cuarto salía. Yo estaba cerquita de la Municipalidad, a las 8 más tardar ya estaba.

¿Y ahora cómo son sus días? A partir de diciembre del 2011, después de más de dos décadas como intendente.

Estos cuatro años me levantaba a las 6 de la mañana. Aparte sábado y domingo caminaba en el Parque Saavedra. Hoy es otra edad. Camino, hago todo lo que hacía, pero lógicamente la edad te tira a estar más cansado.

Usted en 2011 no decidió dejar la Intendencia, sino que intentó reelegir, pero no pudo. Es decir, no pudo prepararse para cuando no fuera Intendente.

Fue todo tranquilo. ¿Sabe por qué? Yo voy a confesarle la verdad: yo ya no quería ser más Intendente de Vicente López. ¿Por qué? En 2007, cuando fui con Néstor Kirchner, ya había hablado con mucha gente y mi familia que esa era la última elección de mi vida. Cuando empieza la campaña del 2011, las PASO, yo lancé muy tarde mi candidatura: el 4 de julio, y el 11 de agosto eran las PASO. Hasta último momento estuve buscando si había una persona ideal, (pero) no hubo. Después me pidieron que vaya, yo no quería ir. Y fui. Y ahora está pasando lo mismo. Yo estoy de candidato porque aparezco en las encuestas con una posibilidad de ganar, y hay gente que se comprometió mucho conmigo y le debo muchas cosas. Y yo tuve que encarar de vuelta esta campaña política…

(La nota se interrumpe por la moza. Y García continúa…)

Y llega el momento de la campaña y me llamaron. Dije “bueno, voy a hacer el último esfuerzo de mi vida”, pero lo tomé con entusiasmo. Les expliqué que si salía, era con todo. Lo estoy haciendo con todo, recorriendo todo Vicente López. Hay gastos por todos lados. Esperemos que ésta sea la última vez. Y si tengo que ser Intendente, ya para dentro de 4 años dejar a alguien que pueda conducir el partido y que tenga un reconocimiento de la gente. Pero ahora le estoy poniendo toda la fuerza a la campaña. La gente quiere que vuelva porque tenía pensado otra cosa del relevo de Enrique García. Pasó por ahí. La gente sabía que yo había cumplido un ciclo. La gente pensó que lo que venía era parecido al que se fue, pero lamentablemente la gente está disconforme. La gente quiere que yo vuelva a ser Intendente para enderezar esto, para recomponer el partido y llevarlo a la realidad que fue el partido. Las tasas son muy grandes para el vecino. De 460 millones a 2.348 millones de presupuesto…¿cuánta inflación pudo haber? ¿120 por ciento, exagerando? Es una barbaridad. Queremos sacar todo eso que se puso y que el vecino esté en la misma ubicación que en esos 24 años. Yo físicamente estoy bien, en una edad importante, pero estoy en condiciones de volver a hacerlo.

En esos 24 años como intendente, ¿tuvo el error de no instalar o no prepararme a nadie? Preparar tanto en la práctica como en la instalación de imagen. Una figura que lo pudiera reemplazar a usted.

El político nace por su virtud. Yo hoy veo que Vicente López sigue sin sacar dirigentes. Acá hay dirigentes que son concejales, y algunos de muchos años. Usted ve una encuesta y el 90 por ciento de la población no lo conoce. ¿Yo cómo hice en la política? En mi vida privada era transportista, trabajaba en el puerto de Buenos Aires. Era amigo de Ricardo Balbín, Antonio Tróccoli, Juan Carlos Pugliese, Anselmo Marini, radical. Cuando llegaba del trabajo a las 6 de la tarde, me volcaba a la política. Mantuve un Comité radical abierto en los seis años de la dictadura militar, pagándolo yo. Yo les digo a los jóvenes que tienen que salir a hacer reuniones vecinales, preguntarles a los vecinos si están conformes con el vecino, si pasa el barrendero, si las luminarias están encendidas. Y esa persona se va conociendo en el partido. Pero acá nadie sabe, acá la gente no conoce a los concejales. Entonces usted, no conociendo a los concejales, va a llegar dentro de 4 años, cuando yo tenga otra edad, y va a decir “el único que puede ser es García”. Lo que yo hago, no hay quien lo haga.

Y si no hay que traer un apellido instalado, como pasó en 2011 con Macri.

Y por eso ganó Macri. Es una lotería. Un apellido de la Capital no vio ningún dirigente acá, y para colmo los dirigentes estaban divididos…y después de 4 años buenos de Jorge Sabbatini y después de 24 años, sin ningún justificativo posible, el Municipio termina dándole esto a otro extraño político, que no era de Vicente López, con funcionarios que no son de Vicente López. Y que tienen una metodología de trabajo diferente a nosotros. Cuando nosotros llegamos, vendimos los coches oficiales. Yo andaba con mi Taunus. Y si yo soy intendente de vuelta le voy a vender todos los coches oficiales que tiene este Intendente. Tenemos que buscar la austeridad. Yo quiero que esa figura, que usted me menciona y que es clave…nunca pudo salir porque siempre todos los que van, quieren ser concejales. Fíjese mi lista (actual) de concejales, que la encabeza Volpi. Dije “van a ser concejales los que nunca fueron”. Los candidatos de mi lista ninguno fue concejal. Y espero que ellos sepan trabajar de esa manera para ver si de este grupo político sale la figura que pueda acompañar. Y que dentro de cuatro años estemos preparados para seguir todo esto. Y hagamos lo que le dije siempre a la juventud: si no hay juventud, no hay cambio político. Hoy está pasando en el FPV con los camporistas, a los radicales con la Franja Morada.

¿Tiene en mente qué dirigente podría preparar en ese caso, si llegara a ser Intendente de nuevo?

Yo esto lo hablé hace 15 años. Si yo por esas casualidades elijo a una determinada persona, a una parte no le gusta, hay envidia. “Si yo no voy, tampoco vas vos”. Entonces lo voltean para que vayas vos. Eso pasó la última vez. Yo estuve buscando un candidato hasta último momento, pero no lo encontré.

¿En quién pensaba en ese momento? Quizás tenía dos o tres en mente…

Y yo pensaba que había alguna persona…y que se juntaran todo mi grupo político y me dijera: “Enrique, éste es el hombre ideal. O ésta es la mujer ideal”. Y no apareció. Y tuve que ir yo. Y yo no estaba…es muchos años 24 años. Y no le hace bien a la democracia tampoco. Un gobierno municipal –ahora quieren cambiar la ley– puede estar dos veces, tres veces como máximo. Pero no seis veces. Se termina con cambios de generación, de chicos que ya son mayores. Hay gente joven de 25 años que no se acuerda de mí.

Pero cuando usted dice “los intendentes tienen que estar dos o tres veces” me hace acordar mucho al massismo. En 2013 planteaban que los intendentes sólo puedan reelegir una vez, pero después se presentan…

Creo que hay un proyecto en la Legislatura. Hay muchas cosas que cambiar. Hay que separar las elecciones nacionales de las municipales, para no mezclarlas. Las Municipalidades tienen que tener elecciones separadas de las nacionales, y que la gente vote municipalmente lo mejor. Y ese intendente tiene que unir a todos. Le soy sincero: de ganar, voy a tratar de unir a todas las fuerzas políticas. Y decirle que yo vengo por estos cuatro años…

Es decir, que usted viene a sacar a Jorge Macri para que en 2019 asuma alguna otra persona, pero que no sea Macri.

O que no sea alguna otra persona que vino como Jorge Macri. Porque no es que sea por Jorge Macri. Tenemos dirigentes importantes en Vicente López, que quizás cotejaron contra mí como Norberto Erro, que es un excelente dirigente. Hay muchos valores en la gente que se fue con el GEN, yo la conozco a Stolbizer y Binner. Los respeto. Pero acá hubo muchas cosas que generaron confusión, como el Paseo de la Costa. Fue una de las mejores obras, (pero) ellos hablaban de una autovía que iba a ir por el aire y abajo iban a haber asentamientos. Y hubo medios de prensa que colaboraron con esa gente. Y tuvo mucho que ver con mi acto electoral.

Y ante ese hipotético escenario, ¿la gente se asustó?

En ese escenario, yo tenía una parte importante de importantes medios de comunicación que jugaron en contra mío.

¿No cree que usted, por los años que tiene, no se pudo adoptar a la forma de comunicar de hoy en día? Y no se comunicó bien el proyecto…

Usted me hizo una muy buena pregunta. Nosotros tenemos una política antigua. Cuando yo gané las elecciones internas en el 87, y las generales…con 9.000 australes las ganamos. Y hoy, para hacer una elección en Vicente López o en cualquier lugar, cuesta otra plata. Ha cambiado el sistema. Ese sistema es moderno, contra el mío, una política que usé y que quizás la sigo usando, pero algunos me la están cambiando, que hay que darle más publicidad a la cosa, estar más en la calle. Y yo comparto eso. Esto pasa en todo el mundo. Pero bueno…quizás nos quedamos con esa idea antigua, que ahora hay que actualizarla. Y yo, al asumir esta responsabilidad, tuve que aceptar que hay que hacer otra parte política diferente a la que hice antes.