La emergencia administrativa entró en un pantano y Vidal buscará desencajarla con Massa

La emergencia administrativa entró en un pantano y Vidal buscará desencajarla con Massa

En el Senado no logran ponerse de acuerdo para darle despacho definitivo al proyecto de emergencia administrativa, y por ese motivo se cayó la sesión prevista para hoy.

La semana que viene, María Eugenia Vidal tratará de desenredar el asunto en una reunión con Sergio Massa. Su espacio en la Cámara alta sigue presionando para lograr más lugares y no presta acuerdo para sancionar este proyecto

Como publicó La Tecla ayer en su versión impresa, el proyecto de Emergencia Administrativa original sufrió importantes modificaciones en la comisión de Trabajo y Legislación Social. El despacho de esa comisión hizo las modificaciones que los propios legisladores del oficialismo consensuaron con el autor de la iniciativa, el ministro de Coordinación, Roberto Gigante. El nuevo texto salió sin las firmas del Frente para la Victoria y del Frente Renovador. A Cambiemos lo acompañaron unibloques aliados y el PJ.

El Ejecutivo pidió, entonces, que en la comisión de Modernización del Estado, el último paso que debía dar el proyecto antes de llegar al recinto, no se le tocara una coma. Estaba previsto que así fuera, y que hoy por la mañana el proyecto tuviera la sanción del Senado y pasara a Diputados donde los tratarían, en principio, dentro de dos semanas.

Pero en Modernización del Estado, su presidente, Norberto García (PJ), pidió algunas modificaciones más, sobre todo en los artículos que establecen las condiciones de contratación de personal. Como el oficialismo no cedió, el PJ dejó de acompañar la iniciativa y anticipó que haría “un despacho en minoría”.

Sin el PJ, sin el FpV, y sin el massismo, Cambiemos no cuenta con el número para sacar la iniciativa en el recinto. Ahora bien, las causas de la falta de acuerdos son disímiles. Mientras el FpV se opone de plano a todo el proyecto y de entrada anticipó que no lo acompañará, con el PJ sólo hay algunas diferencias de redacción, por las cuales fundamentalmente los peronistas no quieren quedar comprometidos en que acompañan un proyecto que puede precarizar las condiciones laborales de los empleados estatales. Los gremios están muy atentos a cómo se avanza y quienes avalan la ley.

El tema con el Frente Renovador parece pasar por otro carril. Si bien en el massismo ponen como excusa diferencias con el proyecto, de fondo opera fundamentalmente la cuestión política. El bloque que conduce Jorge D’Onofrio no acepta dar por perdida la discusión para crear una segunda comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos que sea conducida por ellos. Además, a la ristra de solicitudes para mantener su alianza con el oficialismo y permitirle ganar las votaciones, el Frente Renovador pide dos direcciones en el Senado.

El pantano en el cual se encuentra la Cámara alta se desencaja de dos maneras: o el oficialismo comienza a negociar más con el bloque del PJ (como sucedió con el reparto de las comisiones), o se reacomoda la situación con el massismo. Y en esta instancia juegan dos pesos pesados: la Gobernadora y el líder del Frente Renovador.

Por eso, está prevista para la semana que viene una cena entre María Eugenia Vidal y Sergio Massa, en la que le darían un corte definitivo a la situación, en la búsqueda de solucionar los reclamos de uno y otro lado; porque así como el massismo pide cada vez más, en Cambiemos quieren ceder cada vez menos y aumentan los cuestionamientos hacia la estrategia inicial de cederle mucho terreno a la tropa del tigrense.

La propia Vidal habría pedido postergar la sesión de este jueves, pese a que el vicegobernador Daniel Salvador insistía en la necesidad de hacerla, se tratase o no la Emergencia Administrativa.

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