Una difícil decisión: el PJ rompería con el FpV

Una difícil decisión: el PJ rompería con el FpV

Intentando paliar la dispersión que provocó la derrota del año pasado y las operaciones del gobierno, el Justicialismo recomendará la conformación de bloques propios, sin el FpV.

El Consejo Nacional del Partido Justicialista se reunirá el próximo jueves -30 de junio- en su sede de Matheu 13o, para tomar una importante decisión: el PJ abandonará el FpV y formará bloques propios en todos los distritos en los que está representado.

Esta ruptura con el FpV era un final cantado, ya que la relación entre ambas fracciones nunca fue fluida en los últimos tiempos. Tampoco ayudó la ausencia de CFK, aunque para algunos gobernadores -el poder real dentro del peronismo- tampoco ayudaba su presencia. Es que los cortocircuitos siempre marcaron la relación entre ambos, en especial cuando se armaban las listas para las elecciones, en las que siempre la expresidente “mordía” espacios para sus fieles, en detrimento del poder territorial de los caciques provinciales.

En el encuentro, la conducción del PJ analizará el escenario político y la incidencia de las cuestiones judiciales de algunos funcionarios del kirchnerismo, que impactan directamente sobre todo el peronismo.

Como una conclusión final anticipada, sería inevitable la recomendación de volver a la identidad primigenia, por lo que habría bloques peronistas en todo el país.

De todas maneras, esta decisión abrirá sin dudas una etapa de “fragilidad parlamentaria” en muchos distritos, porque la expresidente se aseguró el año pasado la presencia de fieles en las listas. Esto abriría la oportunidad para conformar en algunos escenarios un interbloque entre peronistas que provienen de distintas alianzas ciscunstanciales.

En la Cámara de Diputados existen el FpV, que preside Héctor Recalde; el bloque Justicialista, del cual el titular es Diego Bossio y, desde hace pocos días, el bloque del Peronismo para la Victoria, que presidiría Leonardo Grosso. La relación entre todas estas parcialidades fue, hasta ahora, caótica, signada por acuerdos y desacuerdos, a veces ideológicos y en ocasiones, banales.

Este pandemónium intentará ordenar el PJ con su decisión. Cuando no hay conducción, la horizontalidad es el peor camino a tomar. En política no se llega lejos sin disciplina. Si el conjunto no alinea a los individuos, el caos es el resultado, más allá de los acuerdos y desacuerdos que puedan existir.

Y el peronismo no será opción en 2017 y, menos aún, en 2019 si no existen acuerdos básicos que lo resitúen en el camino hacia el triunfo, que es siempre su objetivo.

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