Concejos deliberantes en pie de guerra: la batalla por el presupuesto con las mayorías opositoras

Concejos deliberantes en pie de guerra: la batalla por el presupuesto con las mayorías opositoras

Villa Gesell, Chascomús, San Vicente y Luján son los cuatro municipios que hoy no cuentan con el Presupuesto 2017 por las riñas entre los intendentes y las mayorías opositoras del HCD

 

A fin de cada año, los jefes comunales que tienen mayoría opositora en sus órganos deliberativos se encuentran siempre ante el mismo escollo: lograr la aprobación del Presupuesto y la ley tributaria que les permitan gestionar durante los próximos doce eses la comuna local. A fin de enero son varios los municipios donde los intendentes todavía no cuentan con estas herramientas indispensables para los ejecutivos, por el desempeño de sus ediles. Villa Gesell, Chascomús, San Vicente y Luján son las cuatro localidades que hoy tienen a los concejales en pie de guerra. 

El caso de Villa Gesell tomó estado público el 30 de enero, cuando el Concejo Deliberante realizó la tercera sesión especial del año para tratar dos proyectos de ordenanzas fundamentales para la economía de la ciudad: el Presupuesto 2017 y el Código Tributario.

Si bien los concejales votaron por unanimidad el Presupuesto presentado por el Departamento Ejecutivo, rechazaron el proyecto de Código Tributario. En su lu-gar, los bloques opositores impusieron su propio proyecto de recaudación tributaria, 50 por ciento menor que la prevista por el gobierno del peronista Gustavo Barrera, y desde las arcas públicas temen no contar con los fondos esperados.

Al respecto, el intendente geselino declaró a La Tecla: “No es la primera vez que esto pasa, desde el 2014 venimos en la misma situación. Aprueban el Presupues-to, en este caso de 150 millones, y la ley Impositiva, que debe acompañar al Pre-supuesto, no lo acompaña. Este año estamos desfinanciados por 50 millones de pesos”. 

En San Vicente, la situación económica del municipio tampoco se resolvió. El jefe comunal, Mauricio Gómez, tuvo que vetar parcialmente el Presupuesto que había sido aprobado por el Concejo Deliberante por considerar que las modificaciones que habían hecho los concejales eran “irresponsables e insostenibles”, debido a que los aumentos salariales fijados eran imposibles de afrontar con los fondos de la Comuna. 

De acuerdo a lo adelantado por el intendente a este medio, los puntos que faltan se empeza-rán a tratar en la próxima sesión del Delibera-tivo local. “Queremos que aparezcan la lógica y el sentido común. El Ejecutivo nunca va a crear un Presupuesto para no funcionar como corresponde, necesitamos que salga como la presentamos; tiene que primar la cordura ante todo”, afirmó a La Tecla.

“Espero que esto se resuelva cuanto antes. Todo el tiempo que se pierde hoy en día, tarde o temprano afecta, porque no podemos poner en práctica lo que teníamos en mente. Esto es parte de las reglas de la política, pero tendrían que manejarse de otra forma”, agregó Gómez.

El caso más polémico se da en Chasco-mús, municipio comandado por el massista Javier Gastón. Es que los ediles del FpV sumaron sus voluntades con los de Cam-biemos y dejaron sin Ejercicio 2017 al alcalde massista, que deberá esperar hasta el inicio de sesiones ordinarias (allá por abril) para ver si el HCD local le aprueba un monto que ronda los 700 millones de pesos.

El argumento, según justificaron desde ambas bancadas, fue la negativa de autorizar un nuevo aumento de tasas que se elevaría en un 30 por ciento. En junio de 2016 ya habían aprobado un incremento del 25 por ciento en los servicios de alumbrado, barrido y limpieza y en el de agua y cloacas. Sin embargo, el jefe comunal asegura que la negativa fue exclusivamente por causas políticas.

“Los radicales no quisieron votarme el Presupuesto porque están mirando la situación electoral en vez de atender las necesidades de los vecinos”, expresó el intendente, quien se había contactado con el jefe de Gabinete, Federico Salvai, y el ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, con la intención de destrabar la situación.

Por último, no se puede dejar de mencionar el paradigmático caso de Luján, el municipio gobernado por el oficialista Oscar Luciani que todavía no tiene aprobado el Presupuesto 2016. 

Ante la negativa del arco opositor de aprobar la Ley de Leyes, el oficialismo afirmó que tuvo que dar de baja muchas políticas planificadas. En tanto, desde el bloque Militancia Peronista acusaron al Ejecutivo por “falta de política de recaudación”. Un conflicto que, de no destrabarse, seguirá perjudicando a los ciudadanos.

Chascomús, a merced del radicalismo

El jefe comunal massista Javier Gastón cuenta con un bloque de seis integrantes, por lo que el voto de los cuatro ediles radicales que integran Cambiemos hubiera bastado para obtener el Presupuesto, ya que el Frente para la Victoria posee seis bancas.

“No hubo intención de la oposición de acompañar la gobernabilidad del municipio, como hizo el Frente Renovador en la Provincia, que le votó el Presupuesto y la ley Impositiva a la gobernadora Vidal”, indicó el intendente. “Ni Cambiemos ni el FpV de Chascomús tuvieron nuestro temperamento, que ante todo respetamos el derecho del Ejecu-tivo a tener las herramientas para gobernar”, agregó.

Cabe recordar que a fines de 2016, los bloques opositores habían votado una ordenanza por la cual se otorgaba un bono de fin de año de 3 mil pesos para todos los municipales; la misma fue vetada por el mandatario comunal, lo que desencadenó una serie de protestas frente a la intendencia. 

Villa Gesell, con Presupuesto pero sin recaudación que lo sustente

En Villa Gesell, el intendente kirchnerista Gustavo Barrera no cuenta con mayoría a raíz de la ruptura del Frente para la Victoria. Mientras el bloque peronista tiene cuatro voluntades, Cambiemos posee siete concejales y el massismo, tres. Esto dejó expuesto al alcalde a una jugada hábil de los bloques opositores, que le aprobaron por unanimidad el Presu-puesto pero modificaron el Código Tributario que lo acompañaba. 

“Este ajuste profundiza el desfinanciamiento de la Municipalidad, debido a que la proyección de recaudación es menor al Presupuesto”, indicó a La Tecla el jefe comunal. Si bien el Ejecutivo ha-bía pedido un aumento de tasas general de entre 38 y 40% para respaldar la Ley de Leyes, el aprobado por el Concejo Deliberante fue sólo de un 20%. 

“Gesell necesita del dinero para mantener la Municipalidad en funcionamiento y en condiciones, y nun-ca lo hacen posible. Hace años que venimos haciendo magia con los pocos recursos que tenemos”, agregó Barrera.

En el Municipio, el recorte presupuestario se hizo sentir, entre otras cuestiones, en el parque automotor, que está “vetusto”; o en el hospital público, que funciona sin un tomógrafo, que no se pudo reponer. “Vas recortando gastos que, lamentablemente, se ven reflejado después en el Municipio”, explicó el alcalde, y aclaró: “Lo que no hicimos es pasar el ajuste por el personal”. 

“Además, el HCD rechazó otra vez la sanción de la tasa de Grandes Contribuyentes; la misma permitiría a la Comuna recaudar más de los comercios con los ingresos más altos”, señalaron desde el Ejecutivo.

Luján, todavía atado a la Ley de Leyes del 2015

El caso del municipio gobernado por el oficialista Oscar Luciani es preocupante. No sólo no cuenta con el Presu-puesto correspondiente al 2017, tampoco con el de 2016. Los controvertidos debates en el Concejo se extendieron durante todo el año pasado y dejaron como saldo un clima de tensión entre ediles y trabajadores municipales, y a toda una localidad como rehén.

Al respecto, el concejal Fernando Casset, de Cambiemos, manifestó: “La desaprobación del Presupuesto dio de baja muchas políticas planificadas por este gobierno”. En tanto, desde la otra vereda, el edil Silvio Martini, del bloque Militancia Pero-nista, dijo: “Hay vida sin Pre-supuesto aprobado. Se puede pagar simplemente con una ordenanza”.

San Vicente, con un Presupuesto que va y viene del Ejecutivo al HCD

En el municipio comandado por Mauricio Gómez todavía no cuentan con Ley de Leyes por un veto parcial del intendente a unas modificaciones que habían introducido los concejales, que eliminaban la categoría más baja de sueldos que cobran los trabajadores administrativos ingresantes.

“Las modificaciones que le habían hecho al Presupuesto eran un aumento encubierto que se estaban dando los concejales, y no es momento para eso”, ex-plicó el jefe comunal a este medio. Es que el sueldo de los ediles y funcionarios está atado al de los trabajadores de la categoría más baja. “Esa suba era imposible de sostener con los fondos del Municipio, porque, además, todos los empleados de las categorías superiores iban a pedir un aumento con razón, y no se los íbamos a poder dar”, agregó Gómez.

Con el veto, incluso el alcalde se bajó su sueldo básico, que se conforma con la suma de 14 sueldos mínimos. Para compensar eliminó el tope a los gastos de representación del 50% que habían impuesto los concejales, que volverá a ser del 100%. “Voy a seguir cobrando exactamente lo mismo que cobré desde que asumí”, dijo. “Nuestra intención es que todos sigamos igual para acompañar la situación del país, es un esfuerzo de todos”, ensayó el jefe comunal. 

Además, con el Presupuesto que habían votado, los ediles prohibían al Ejecutivo que aumente su personal de planta durante todo el año. Pero el veto también barrió con esa medida. “Es ilógico”, justificó Gómez. Si bien se espera que las modificaciones se traten esta semana, al cierre de esta edición todavía no había definiciones.

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