El gremio de la Alimentación acordó una suba del 35% en dos tramos más el pago de una bonificación de $ 1.500. El incremento es más elevado que la mayoría de los conseguidos por otros sindicatos este año, pero la izquierda combativa, que controla las comisiones internas de alimenticias como Mondelez (ex Kraft) y Pepsico, lo calificaron de “insuficiente”. “Está muy lejos del 45% que había anunciado la conducción del gremio”, apuntó el delegado Javier Hermosilla. Como compensación, los delegados de esas fábricas ahora reclamarán subas en los adicionales; en caso de no tener respuesta, amenazan con iniciar medidas de fuerza .

La paritaria se firmó el martes. Pero ese día los trabajadores de la planta de Pepsico, fabricante de marcas como Lay’s, Doritos y Twistos, siguieron con los paros. “La suba es inferior a la que se había discutido y además se firmó una bonificación de fin de año de $ 1.500 cuando en Pepsico el año pasado tuvimos una de $ 2.000”, dijo Leonardo Norniella, delegado de la comisión interna de PepsiCo.

Los delegados estuvieron reunidos ayer con directivos de esa firma. “Les dijimos que queremos que esos $ 1.500 se paguen en setiembre y que a fin de año pediremos otro bono. También que queremos que la suba del 35% se aplique a los premios por productividad”, contó Norniella. Y agregó: “Si en un mes no tuvimos respuesta, seguramente haremos paros”.

En Mondelez convocaron a asamblea el lunes. Como el convenio establece que el aumento del 35% es solo para los básicos, los delegados propondrán que esa suba se aplique a las bonificaciones por “compromiso, puntualidad y presentismo”. Hermosilla dijo: “Si no dan respuesta, empezaremos con quite de colaboración”.

En la alimenticia Lodiser el panorama es similar. “Discutiremos en asamblea cómo reclamaremos porque la suba del 35% es escasa”, avisó el delegado Gustavo Zucchi.

Hermosilla, Norniella y Zucchi militan en el PTS. A principios de mes, Clarín había informado que los delegados de la izquierda eranun fenómeno que preocupaba a las empresas. En esa nota un ejecutivo advertía que la “solución” terminaría siendo mudar las plantas a “lugares menos conflictivos”. Con el argumento de que pagaba un alquiler elevado por su planta, Paty acaba de anunciar quese muda de Martínez a Santa Fe. Su cuerpo de delegados era de izquierda.