Aciertos y problemas en las obras sociales y medicinas prepagas durante la pandemia por COVID-19

Aciertos y problemas en las obras sociales y medicinas prepagas durante la pandemia por COVID-19

Un relevamiento muestra que existe “una amplia disponibilidad para la atención de emergencias, internación y terapia intensiva, con un bajo número de pacientes infectados (por coronavirus)" que contrasta con “la marcada disminución de consultas, estudios diagnósticos e intervenciones terapéuticas”. Los responsables del sector hacen su balance de la cuarentena.

Por Víctor Ingrassia.

La pandemia anunciada el pasado 11 de marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a causa del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y la enfermedad COVID-19 que genera, ha puesto en jaque a los principales sistemas sanitarios de todo el mundo. Muchos de ellos se han visto colapsados.

El brote de contagios llegó tarde a nuestro país, que así pudo ganar tiempo y conocimiento de la enfermedad. El aislamiento social preventivo y obligatorio, decidido por el presidente Alberto Fernández a partir del 20 de marzo, permitió enlentecer los contagios, aplanar la tan temida curva de casos positivos y dar tiempo a los sistemas de salud para capacitar al personal sanitario (médicos, emergentólogos, enfermeros y otros), construir o adaptar hospitales, suministrar insumos para prevenir el contagio del personal médico y contar suficientes con camas de terapia intensiva y respiradores para el momento más crítico.

Un 30% de los argentinos se atiende en el sistema público sanitario (GCBA)

Las medidas implementadas en el sistema público también se dieron en el sector privado de la salud. Argentina tiene uno de los sistemas de salud más segmentados y fragmentados del continente americano: 7 de cada 10 argentinos se atienden en el sistema privado, integrado por prepagas y obras sociales, mientras que alrededor de un 30 por ciento lo hace en el sistema público.

En el sistema privado y de obras sociales, la pandemia obligó a una reorganización, a la toma de decisiones clave y a la modificación de procesos y rutinas de trabajo.

Argentina adoptó tempranamente el aislamiento social preventivo obligatorio que minimizó el impacto de contagios (Maximiliano Luna)

La cámara nacional que nuclea a clínicas, sanatorios, hospitales privados y centros de diagnóstico y tratamiento ambulatorio, Adecra+Cedim, elaboró un informe con advertencias y recomendaciones a fin de “estimar la magnitud de la adecuación de clínicas y sanatorios privados para enfrentar la pandemia por COVID-19 y alertar sobre el riesgo de complicaciones y muertes en exceso por la falta de diagnóstico y tratamiento oportuno de las enfermedades mayores que afectan a la población”.

El informe se basó en un relevamiento estructurado y anónimo a 32 instituciones asociadas con servicios de internación general y de terapia intensiva, “revisando también las evidencias locales e internacionales sobre beneficio de la detección y tratamiento temprano de las condiciones no transmisibles mayores: enfermedad coronaria, ataque cerebral, respiratorias y cáncer, para valorar el riesgo de un cese prolongado en las intervenciones dirigidas”.

“Gracias a la alta adherencia de la población a las medidas de aislamiento preventivo y límites a la circulación, los centros de salud han quedado con amplia disponibilidad para la atención de emergencias, internación y terapia intensiva, con un bajo número de pacientes infectados pero en llamativo contraste con la marcada disminución de consultas, estudios diagnósticos e intervenciones terapéuticas para las enfermedades no transmisibles que ocasionan cada año el mayor número de muertes en el país: cardiovasculares, encefalovasculares y cáncer”, explicaron desde Adecra+Cedim.

Pacientes internados en terapia intensiva en el Hospital RZD de Moscú por padecir COVID-19. Sofya Sandurskaya/Moscow News Agency/Handout via REUTERS

El relevamiento también identificó que “todos los centros encuestados tomaron medidas de separación física y de control de infecciones”. “El 97% ha generado en su centro área(s) diferenciada(s) para la atención de pacientes febriles, y el 100% ha implementado barreras en los ingresos para detectar y dirigir febriles, y ha publicado carteles o pantallas con recomendaciones de seguridad COVID-19 en la planta física”.

El estudio mostró que “los tiempos de confirmación o exclusión de infección por coronavirus se han acortado” y que “la cantidad de pacientes febriles internados en los centros privados tuvo un pico entre fines de marzo y comienzos de abril, para luego disminuir sostenidamente, lo cual permite separar pacientes afectados y el personal que los atiende”. Además, se indicó que “en las áreas ambulatorias se han adoptado los protocolos de descontaminación y protección personal para el equipo de salud recomendados por el Ministerio de Salud".

OSDE adaptó todo su staff médico y personal sanitario en torno a la pandemia por COVID-19 (OSDE)

Desde la privada OSDE, explicaron a Infobae cómo están trabajando en medio de la pandemia. “Logramos aumentar considerablemente la dotación de personal médico que realiza consultas médicas on-line, lo mismo que el equipo de asistentes sociales que llaman diariamente a las personas que se encuentran en aislamiento institucional u hotelero. Se aumentó el personal para el call center para hacer frente a la triplicación de llamadas telefónicas; incentivamos el uso de la credencial digital como otra forma ágil y sustentable de acceso a la prestación; enviamos al personal administrativo a trabajar desde su casa, para que cumpla con el distanciamiento social sin afectar el normal funcionamiento del servicio, con la consiguiente procuración de accesos seguros y permisos; convocamos a todos los colaboradores con experiencia en puestos de atención a sumarse para dar respuesta por todos los canales digitales; se conformó el comité de crisis, compuesto por los directores y especialistas en infectología y urgencias y nos pusimos bajo las órdenes del Ministro de Salud de la Nación", explicó Gabriel Barbagallo, gerente de Relaciones Institucionales y RSE de OSDE.

Al principio, admiten haber sufrido distintos momentos de desborde en los distintos canales de atención, que luego fueron resolviendo con sistemas de llamadas salientes, para lo cual se reclutó a gran cantidad de colaboradores que desde sus domicilios se comunican con los socios y ayudan así a descomprimir las llamadas entrantes. Los temas más frecuentes estaban relacionados a los distintos protocolos del COVID, vacunación, dengue y a prácticas no ligadas a la pandemia que también requieren atención. Como conclusión general, a lo largo de estas siete semanas, los socios han ido asimilando la situación y aceptando la sugerencia de evitar toda situación que puede ser postergada.

Los médicos debieron protegerse adecuadamente para tratar pacientes con coronavirus - REUTERS

Respecto al modo de trabajo, indicaron que hubo una migración lógica y comprensible, de las guardias presenciales a la teleconsulta, porque “la gente está más consciente de los riesgos”. La actividad de consultas online tuvo un crecimiento interanual del 700%. “Sabemos por información de los sanatorios de nuestra cartilla que la caída de la actividad ambulatoria y de guardia ha sido ostensible en estos dos meses, como así también la consulta domiciliaria”, precisaron.

En cuanto al balance entre problemas y soluciones, desde OSDE indicaron que sin dudas el mayor acierto frente a la pandemia fue la articulación entre lo público y lo privado y la rápida entrada a la cuarentena con pruebas que están a la vista: las curvas de duplicación de casos y de decesos están ralentizadas. Como contrapartida, el sistema de salud en su conjunto, que ya arrastraba dificultades financieras desde hace años, derivados de costos crecientes -por insumos importados, incorporación de tecnología y obtención de prestaciones por vía judicial- e ingresos regulados, sufre y sufrirá los efectos de la caída de la actividad económica. Este era el contexto; la llegada de la pandemia expone la debilidad preexistente y agrega una preocupación: que se acentúe la caída de la recaudación y se afecte la cadena de pagos.

OSDE tiene aproximadamente dos millones doscientos mil socios en todo el país, de los cuales el 10% es mayor de 65 años.

Swiss Medical identificó el riesgo potencial que representaba el brote de COVID-19 en China y configuró un protocolo especial tempranamente en enero

Infobae también consultó a Swiss Medical Group (SMG), que representa otra porción importante en la torta del sistema de salud privada. El doctor Gabriel Novick (Mn: 81.419), director médico corporativo de la entidad precisó que muy precozmente Swiss Medical identificó el riesgo potencial que representaba el brote de COVID-19 en China. Fue durante la última semana de diciembre por lo que, a comienzos del mes de enero, se activaron los protocolos previstos para atender e identificar eventuales casos, se compraron elementos de protección personal y los primeros kits de detección por PCR que ingresaron al país.

Desde entonces se definieron no sólo protocolos de atención y de uso de elementos de protección personal, sino que se configuró todo el sistema de atención según Cuidados Progresivos, que significó organizar toda la estructura propia de modo que cada recurso responda a los distintos estadios de la infección, la evaluación de los casos sospechosos y el testeo, la internación y tratamiento de los positivos moderados y graves, y el aislamiento epidemiológico en los casos que fuera necesario. En el mes de enero se activó por primera vez el protocolo de diagnóstico de COVID19, en un caso sospechoso finalmente descartado, y el 3 de marzo, se identificó el paciente cero en Argentina en una de sus clínicas.

Respecto a las principales consultas de los socios, Novick explicó que fueron en relación a cómo manejar servicios habituales de atención médica durante la cuarentena, trámites administrativos, qué hacer ante la sospecha de la enfermedad, cómo acceder al servicio de Atención Medica en Línea y cómo obtener recetas digitales.

Traslado de un paciente con coronavirus en Buenos Aires (Franco Fafasuli)

“Desde sus inicios, los servicios médicos remotos de SMG tienen dos variantes: Orientación Médica Telefónica y Telemedicina. En este último caso, el servicio está integrado dentro del proceso de atención ambulatoria del grupo, y es llevado adelante por los mismos profesionales que desarrollan actividad presencial en nuestros Centros Médicos Ambulatorios. Asimismo, hace ya dos años, se implementó la primera receta completamente digital, con firma certificada para el expendio de medicamentos", explicó el Director Médico.

En la orientación médica telefónica hubo 16.000 consultas en la cuarentena, frente a unos 2000 contactos pre-cuarententa. Y la cantidad de puestos de atención profesional fueron más que duplicados luego de la cuarentena: de 11 a 25. En Telemedicina (video consultas) había 350 por mes antes del aislamiento preventivo y con éste creció a 20.000 por mes, con más de 80 profesionales en atención continua.

SMG tiene 958.366 socios, de los cuales, 63.848 (6.66%) son mayores de 65 años.

Medicus intensificó en gran medida el teletrabajo y la asistencia digital de sus asociados

Medicus también debió adaptarse rápidamente, como la mayoría de las empresas, a las condiciones que impuso el aislamiento. Rafael Zamora, gerente de Estrategia Médica de Medicus, explicó a Infobae que se intensificó en gran medida el teletrabajo, la asistencia digital y por distintos canales al asociado y se trabaja en línea con las políticas nacionales y municipales en la coordinación de la atención a los pacientes con coronavirus, así como en la prevención, educación y aislamiento de casos y contactos.

“Al día de hoy las principales consultas no están relacionadas al COVID-19. Es evidente, al menos en nuestra población, que las medidas de aislamiento social fueron muy efectivas ya que las consultas por cuadros respiratorios altos y bajos es muy menor. Aunque todas las consultas han bajado marcadamente en cantidad, la mayoría hoy están más ligadas al control de patologías crónicas y otras cuestiones médicas. Esperamos por la llegada del frío y la flexibilización de la cuarentena que las consultas por sospecha de coronavirus empiecen a crecer en breve”, destacó Zamora, que precisó que las consultas por guardia bajaron considerablemente, mientras que en telemedicina tuvieron una explosión y una extraordinaria aceptación: la videoconsulta creció en más de un 1000% en relación a un año atrás.

El COVID-19 es peligroso en pacientes mayores de 65 años o con alguna morbilidad previa - REUTERS

Zamora coincidió con sus pares del sector en que el mayor acierto fue a nivel nacional y es evidente que el haber decretado tempranamente la cuarentena minimizó el contagio de los casos importados y le dio tiempo al sistema para prepararse en todos sus campos y afrontar la pandemia. Luego, los grandes aciertos en la gestión propiamente dicha fueron el crecimiento notable de la telemedicina, la coordinación y cooperación con las autoridades y con el sector, la separación de los espacios de atención, la priorización y políticas de cuidado en la población de riesgo y la educación del personal de salud, entre otros.

“En cuanto a los problemas, identificamos principalmente tres. El primero, potencialmente grave, es la disminución por el temor que ha causado el virus de los controles de los pacientes con enfermedades crónicas. Entendemos que puede ser lógico que haya sucedido inicialmente por la velocidad de los hechos y la dimensión que han tenido pero es fundamental tratar de concientizar sobre la necesidad de continuar el seguimiento en estos pacientes crónicos para evitar las complicaciones que pudieran tener. Segundo, y como es de público conocimiento, existe una competencia internacional por los equipos de protección personal que dificulta la previsibilidad de su manejo. Hoy contamos con un stock adecuado y suficiente pero la dinámica del mercado es compleja. El último problema, en un futuro inmediato, es que a medida que transcurra el invierno y aumenten por lógica los casos sospechosos (cualquier virus respiratorio es casi idéntico e indistinguible desde la clínica con el COVID-19) puede formarse un cuello de botella en las guardias por la demora en el resultado del hisopado, aunque sea rápido y tarde sólo unas horas”, analizó el experto.

Medicus cuenta con 200 mil asociados, de los cuales aproximadamente el 14% son mayores de 65 años.

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