La vulnerabilidad del sistema de Boleta Única Electrónica

La vulnerabilidad del sistema de Boleta Única Electrónica

A pocos días de elegir al nuevo jefe de gobierno porteño, la Boleta Única Electrónica (BUE) sigue generando cuestionamientos y dudas de todo tipo.

El domingo 5 de julio serán las primeras elecciones en la Ciudad con un sistema igual al que se usa en Salta, en donde se llama Voto Electrónico, provisto por la misma empresa, MSA S.A. (Magic Software Argentina). Acá, sin embargo, se el nombre es Boleta Única Electrónica (BUE).

La diferenciación del nombre, asegura el gobierno porteño, tiene que ver con que “el sistema no pretende reemplazar las ventajas del voto tradicional sino complementarlas con tecnología de avanzada” ya que “a diferencia de la urna electrónica, la máquina de votación no almacena la información de voto sino que la registra e imprime en una boleta que se deposita en la urna”.

La especialista en nuevas tecnologías Beatriz Busaniche le aseguró a Z que es “lisa y llanamente una mentira” y que hay facilidad para violar el secreto del voto o manipular los resultados de la elección, entre otras graves irregularidades del sistema como que es más caro, menos ecológico, no hubo tiempo de capacitar a los fiscales y votantes, sólo se usa el registro digital para el escrutinio provisorio y no hay más cuarto oscuro. Además, se filtraron las claves de los presidentes de mesa.

El candidato a jefe de Gobierno Martín Lousteau cuestionó el sistema y su fuerza, ECO, reclamó ante el Tribual Superior de Justicia (TSJ)  el “derecho a fiscalizar las elecciones” con el nuevo sistema porque consideran que el nuevo sistema podría generar “maniobras fraudulentas”.

La adopción de un sistema electrónico de emisión y conteo de voto se realiza por fuera de lo que marca la ley 4894 vigente en la Ciudad, que ordena aprobar la utilización de voto electrónico con una mayoría especial en la legislatura.

Ese es otro de los motivos por los que se le cambió el nombre, denuncian desde sus páginas, entre otros, la abogada Delia Ferreira Rubio, miembro de Transparency International, y la Fundación Vía Libre, que invita a los ciudadanos a dejar sentada su disconformidad ante las autoridades de mesa correspondientes al ir a votar por medio de una carta de protesta.

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