Según fuentes policiales el drama es así: en la casa en cuestión -Pasaje Cuba 22, casi Pasteur- vivía hasta hace unos meses una mujer sola. La mujer murió y entonces la que quedó sola fue la casa. Tiempo después, una pareja aprovechó la ausencia de moradores y se metió a vivir allí. Ante esta situación, el hijo de la fallecida -que vive a la vuelta de la casa que le corresponde como herencia- hizo una denuncia en la Seccional Sexta. Cuando los amigos y familiares de los usurpadores se enteraron de la demanda, fueron a increpar al denunciante. 

"Fue un lío terrible, pero por suerte no hubo que lamentar heridos de gravedad. Solo la mujer que integra la pareja de usurpadores debió ser trasladada al Hospital Lucio Molas por haber sufrido un ataque de nervios y una descompensación", dijo una fuente policial. 

El auto del propietario sufrió la avería de varios cristales de su coche -un Chevrolet Corsa-. En la calle se encontraron vainas servidas de un arma de grueso calibre que fueron recolectadas por personal de la Brigada de Investigaciones. Al procedimiento se sumó la División Criminalística y el Grupo Especial.

Un cronista de LA ARENA estuvo ayer en el lugar de los hechos mientras los efectivos de la Seccional Sexta tomaban el control de la situación y trataban de calmar los ánimos. Cerca de la 1 de la madrugada, los usurpadores y el dueño de la vivienda conversaban en el interior de la vivienda y trataban de llegar a un arreglo. 

Al cierre de esta edición no había nadie detenido por el abuso de armas y los destrozos y tampoco novedades sobre la pistola utilizada para amedrentar al dueño de la casa.