Un vecino santarroseño denuncia discriminación

El próximo miércoles, Milko Maraschio se quedará sin carné de conducir. El hombre de 42 años, vecino del centro de la ciudad y trabajador de Dafas, nació con una discapacidad congénita en una de sus piernas y no tiene movilidad en la articulación del tobillo porque usa una pierna ortopédica. 

Pese al cuadro, Maraschio hace una vida normal y hasta hoy el tema de la pierna no había sido una complicación. Desde los 15 años -dice- maneja autos y motos, ha recorrido el país sobre ruedas e incluso ha participado de carreras de autos antiguos. La sorpresa se la dieron la semana pasada cuando fue a renovar la licencia: le dijeron que no iba a poder manejar motos, su principal medio de movilidad. 

Todas las mañanas Milko sale de su casa y recorre 10 cuadras en una Honda Wave 110 hasta su trabajo. La moto ha sido modificada para que pueda meter los cambios con la mano y no con el pie. Hacer ese recorrido caminando implicaría una fatiga muscular además de tener que soportar las ampollas que le brotan entre el muñón y la prótesis de su pierna izquierda.

"La verdad es que me siento discriminado. Siempre me dieron el carné y nunca tuve problemas. Tuve motos grandes y autos de todo tipo, pero nunca me hicieron una multa. Mis papeles están al día y no me subo a la moto si antes no me pongo el casco. Me da mucha bronca, a esta altura de mi vida, tener que pasar por una situación de este tipo", dijo Maraschio a LA ARENA. 

Ley. 

El inconveniente para renovar la licencia -le dijeron en la Dirección de Tránsito- es que su discapacidad no es acorde a lo que habilita la Ley Nacional de Tránsito a la que La Pampa está adherida. "La verdad es que desde lo humano, el personal de tránsito se comportó muy bien. Es más, tras varios análisis, me querían poner en la categoría 'F', habilitándome a conducir motos de hasta 150 centímetros cúbicos. Siempre haciendo la salvedad de que yo tenía una discapacidad. Pero al momento de cargar los datos en las computadoras, el sistema se los rechazó. Y ahora no sé qué hacer, en menos de una semana me quedo sin la posibilidad de manejar y no quiero depender de nadie. La moto es parte de mi libertad como persona", agregó Maraschio. 

Apasionado. 

Más allá del carné, lo que le preocupa a Maraschio es la posibilidad de no subirse nunca más a una moto. En su vida ha tenido varias, quizás más de una decena, de casi todas las marcas. Con los autos tiene la misma pasión: es uno de los fundadores del Club de Autos Antiguos y el invitado especial de premios como el Recoleta-Tigre. Con poco más de 40 años el hombre hizo ciclismo y hasta se metió en el mundo de los deportes extremos. "Yo estoy bien físicamente. Cuando volaba en parapente despegaba y aterrizaba por mis propios medios. Siempre hice actividades y la pierna no ha sido un impedimento para las cosas que quise hacer", concluyó.

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