Valor agregado y trabajo: Más de $6 millones en proyecto pistachero

Valor agregado y trabajo: Más de $6 millones en proyecto pistachero
San Juan.- Inversores nacionales junto a italianos decidieron producir Polo Pistachero de San Juan en la localidad de 25 de Mayo. Pretenden integrar la producción al desarrollo del valor agregado del producto.

La huella seca y los montes bajos para llegar al Polo Pîstachero de San Juan hacen recordar a los terrenos secos y áridos de la zona de donde es originario este curioso y singular árbol que da unos productos que tienen una historia milenaria y que el mundo de las sorpresas se hace chiquito cuando se trata de recorrer historias en su haber. Se trata del Pistacho, nada más ni nada menos y cuando íbamos hacia el nuevo emprendimiento que un grupo de inversores desarrolla en 25 de Mayo. No habían ni turbantes ni cuestiones orientales en el grupo de hombres que estaban en la inauguración, solo había mucha expectativa para desarrollar un emprendimiento que a la larga fuera mano de obra para los sanjuaninos. En realidad el proyecto surge a partir de la inquietud de un quilmeño que llegó a estas tierras luego de retirarse de la industria de la cerámica. El hombre, Norberto Tadioli, invitado por un amigo, llego a la provincia y como muchos no pudo escapar a su embrujo y hoy vive a medias en la provincia, tal cual lo cuenta cuando habla sobre su vida. Con el tiempo vio una opción para desarrollar un emprendimiento y apareció en una finca, que otrora fuera un diferimiento con cultivos de pistachos e higos blancos. La propiedad estaba abandonada y por ello se tuvieron que hacer muchos trabajos culturales de recuperación del bosque- el pistacho es un árbol de baja altura-. Luego de ello vino la opción de la expansión y se sumó al emprendimiento Eduardo Colombo, un hombre que viene de la ganadería. Por último al proyecto se sumaron inversores italianos, más preciso de Sicilia. Los mismos no llegaron a tiempo a la inauguración de la planta de procesamiento de pistachos, sin embargo tuvieron la oportunidad de charlar con el gobernador Gioja, quien los recibirá hoy para interiorizarse más sobre este producto. De todos modos Nino Marino, luego del recorrido por la planta explicó que “hace tiempo veníamos buscando una opción de relación comercial con la Argentina y esta es una muy buena opción”. Procedentes de un pueblo siciliano, donde la inversión es muy importante, la economía del pistacho se ha transformado en una de peso en la zona de Brontte. En la zona 3.000 personas viven del pistacho, con un facturado de 60 millones de euros. Marino contó que “lo que queremos hacer es recordar el trabajo que han llevado adelante tantos inmigrantes italianos que han contribuido a la grandeza de este país”.

De acuerdo a lo dicho por el inversor italiano, “San Juan puede ser el productor de pistachos más importante de Sudamérica”.

Lo cierto es que con esta planta se pretende conseguir la denominación en origen de los mismos, que les de un rasgo distintivo en los mercados a la hora de la comercialización.

De todos modos, los emprendedores son conscientes en la actualidad que el proceso es largo. Norberto Tadioli sostiene que hasta el momento llevan unos seis millones de pesos invertidos en el proyecto. Pero para conseguir todo el desarrollo pretende cuadriplicar los montos invertidos en el mundo.

En América, el único productor de pistachos de importancia es California.

La intención que tienen estos inversores es aumentar la calidad y el volumen del producto, pues la demanda es constante y creciente en distintos mercados del mundo.

Lo cierto es que en la proyección de la inversión, el primer paso tiene que ver con la puesta en marcha de la planta de procesos donde se pone a punto de elaboración la materia prima, luego de esto se hará una de elaboración de productos, con los que se harán dulces, entre otros productos.

Norberto Tadioli explica que “el proyecto nació en marzo pasado, pero se materializó cuando compramos el último terreno que da a la ruta, en el mes de noviembre”.

Explicó que la construcción de la planta comenzó a realizarse el 10 de diciembre.

Explicó que hasta el momento llevan unos seis y medio millones de pesos invertidos. “De estos el 25 por ciento es de capital italiano”.

De momento el emprendimiento requiere de la mano de obra de 17 personas, de estos 7 están en la finca y el resto en la planta de procesamiento. Se espera que esto aumente cuando tengan que hacer frente en la próxima temporada a la cosecha de higos. Debe marcarse que la finca tienen una importante superficie cultivada con este producto.

Por su parte, el gobernador Gioja se comprometió a trabajar en la promoción de este producto que tiene un panorama muy alentador a la hora de mirar los mercados.

INAG_PLANTA_PISTACHERA__2Gioja consideró que con esta planta de procesos, se puede abrir el mercado a otros productores. “Me dijeron que con 1 1/2 hectáreas o 2 hectáreas se pueden obtener muy buenos índices de rentabilidad”. En la actualidad los mercados del pistacho indican que cotiza sobre los 8 dólares y se pueden cosechar hasta 4 mil kilos por hectárea.

En ese contexto es que el gobernador instruyó al ministro de la Producción a desarrollar una línea de financiamiento para pequeños productores que quieran cultivar pistachos.

“Este tipo de asistencia la podemos dar a través del gobierno y podemos desarrollar a pleno este tipo de cultivo”, dijo el gobernador.

A su vez, instó a los emprendedores a seguir creciendo para dar mayor mano de obra en la zona.

Datos históricos sobre el cultivo del pistacho en el mundo

El árbol de pistacho tiene una muy larga, rica e interesante historia, llena de leyendas y curiosidades.

Los arqueólogos han encontrado evidencias del origen de este árbol en la zona de Turquía, Líbano, Siria, Irak, Irán, la zona del Cáucaso y Afganistán, donde crecían en estado salvaje en las zonas mediterráneas de clima desértico, con secos y calurosos veranos, inviernos fríos y suelos pobres, pedregosos y salinos.

Excavaciones en la zona de Jarmo, en el noroeste de Irak muestran que el fruto del pistacho era una alimento común por el año 6700 A.C. Su alto valor nutricional y la posibilidad de largos meses de almacenamiento los convirtió en un alimento indispensables en los viajes de los exploradores y comerciantes de épocas antiguas y, junto con las almendras, fueron transportadas por los viajantes comenzando por el emperador Vitellius que los llevó a Roma en el año 50 A.C. y de allí se expandió por la zona de mar Mediterráneo.

Los árabes conocieron los secretos de las comidas de los Persas y expandieron el cultivo del pistacho llevándolos a sus asentamientos del sur de España (Andalucía) y Sicilia en la época medieval e introduciéndolo como parte de su cultura y costumbres culinarias. Los comerciantes de la Ruta de la Seda que conectaba Europa con China lo utilizaban como alimento.

Antes del año 1850 los frutos del pistacho fueron introducidos a Estados Unidos para ser consumidos entre los descendientes e inmigrantes de la zona de medio Oriente. Se vendían pintados de color rojo para llamar la atención de los compradores y para cubrir manchas de las cáscaras ocasionadas en el método de cosecha. En 1854 se llevaron plantas de pistacho con el objeto de seleccionar variedades aptas para la zona; allí surgió la variedad actualmente más utilizada que se denominó Kerman por la ciudad de Irán que le dio origen. A fines de la década del 70 comenzó un boom de explotación comercial en la zona central de California.

Las primeras plantas que llegaron a nuestro país con fines comerciales fueron ingresadas a principio de los ´90 por Juan D. Bravo y Marcelo Ighani, luego de viajes de investigación y asesoramiento a la zona del Valle de San Joaquín en California.

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